El cardenal Timothy Dolan y representantes de las víctimas de abusos sexuales dentro de la Arquidiócesis de Nueva York han contactado al juez retirado Daniel Buckley, reconocido por intervenir en casos comparables en Estados Unidos, para que asuma la función de mediador y facilite un acuerdo global que ponga fin a cientos de reclamos. Este acercamiento busca impulsar la búsqueda de una solución integral para las denuncias históricas, tal como reportó la agencia EFE.
El cardenal y arzobispo de Nueva York anunció que espera obtener 300 millones de dólares para compensar a quienes sufrieron abusos sexuales en su infancia por parte de miembros de la Iglesia en esa jurisdicción. Según informó EFE, Dolan detalló por medio de una carta que se ha reunido personalmente con víctimas para estudiar la posibilidad de resolver sus reclamaciones mediante un acuerdo colectivo, con la asistencia de un mediador independiente. El juez Buckley, contactado para desempeñar ese rol, ha destacado por su trayectoria en procesos semejantes en el país.
En cuanto a los recursos para solventar esta iniciativa, la arquidiócesis implementó medidas económicas como el despido de personal y la disminución del presupuesto operativo en un 10 por ciento. Además, la institución avanza en la venta de varias propiedades, incluidas transacciones recientes que contemplan la antigua sede ubicada en Manhattan. Dolan expresó en la misiva que estos esfuerzos permitirán reunir más de 300 millones de dólares, fondos que planea destinar de manera específica para compensar a las personas que sobrevivieron a abusos sexuales ocurridos dentro de la Iglesia.
No obstante, el proceso de restitución se ha visto obstaculizado por disputas legales con la aseguradora Chubb, compañía que habría rechazado cubrir las pólizas pagadas por la arquidiócesis y que presuntamente incluían la protección por reclamos relacionados con mala conducta sexual. Según EFE, estos conflictos han complicado la posibilidad de distribuir indemnizaciones de forma oportuna y según lo previsto por las autoridades de la Iglesia local.
Al abordar la gravedad de la situación, el arzobispo Dolan calificó en la carta al abuso sexual de menores como una "vergüenza" para la Iglesia. En el texto, enviado con motivo del inicio del Adviento, solicitó perdón a las víctimas que se sintieron traicionadas y manifestó su intención de fortalecer los protocolos de protección infantil, así como asegurar que las víctimas accedan a justicia tras las experiencias que atravesaron.
Hace cinco años, la arquidiócesis de Nueva York hizo públicos los nombres de 120 sacerdotes y diáconos contra quienes existían acusaciones de abusos sexuales a menores o de tenencia de pornografía infantil. Este listado fue difundido en el marco de los esfuerzos de la organización por avanzar en transparencia y reconciliación tras décadas de denuncias, según consignó EFE.
Medios locales, citados también por la agencia EFE, han identificado cerca de 1.300 personas que denunciaron haber sido víctimas de abusos sexuales en su niñez por parte de sacerdotes y empleados vinculados a la arquidiócesis de Nueva York. Esta cifra evidencia la magnitud de los casos abiertos y el alcance de las acciones emprendidas por las autoridades eclesiásticas para intentar reconocer los daños padecidos, reparar económicamente a los afectados y modificar las prácticas institucionales para evitar la repetición de estos delitos en el futuro.
Los esfuerzos de la arquidiócesis, de acuerdo con EFE, no se limitan al ámbito financiero, ya que las autoridades han subrayado que impulsaron medidas a fin de mejorar la protección de menores como parte de los compromisos asumidos para garantizar la integridad y seguridad dentro de la estructura eclesial. El proceso de mediación con Daniel Buckley, cuya experiencia se considera relevante por ambas partes, pretende acelerar una salida negociada y consensuada, aunque el desenlace dependerá de las negociaciones entre la Iglesia, las víctimas y las compañías aseguradoras involucradas, según describieron los implicados en las comunicaciones divulgadas por EFE.
La publicación de los datos y la apertura de canales de diálogo integran el proceso de reparación y reconocimiento que la arquidiócesis considera fundamental, en el cual la obtención de fondos mediante venta de activos y recorte de gastos forma parte del intento global de abordar el costo económico y moral de los abusos cometidos durante décadas en el seno de la Iglesia de Nueva York.
