
El perfil genético del virus de la peste porcina africana identificado en Collserola, Barcelona, ha evidenciado una particular semejanza con el virus aislado en Georgia en 2007 y una ausencia de mutaciones habituales para este tipo de microorganismo, lo cual para las autoridades incrementa las sospechas de que el brote no siguió un patrón de transmisión animal convencional. De acuerdo con información del Ministerio de Agricultura recogida por diversos medios y basada en el informe emitido por el Centro de Investigación en Sanidad Animal (CISA-INIA) de Valdeolmos, este hallazgo ha tenido como consecuencia la activación de un operativo de emergencia y la apertura de una investigación urgente para determinar el origen del brote detectado la semana pasada en las inmediaciones de Collserola.
Según detalló el Ministerio en un comunicado al que accedieron varios medios, el virus detectado pertenece al grupo genético 29, lo que representa un hecho inédito en la Unión Europea, donde hasta hoy solo se han identificado grupos comprendidos entre el 2 y el 28. El CISA-INIA, en su carácter de laboratorio de referencia en sanidad animal en la UE, indicó que la variante hallada comparte notables similitudes con la que se documentó hace diecisiete años en Georgia, una cepa que no se había vuelto a registrar en el continente europeo. Normalmente, el virus de la peste porcina africana atraviesa mutaciones al transmitirse entre cerdos, lo que conduce a una evolución genética que hasta ahora no se ha evidenciado en los ejemplares analizados en Barcelona.
El informe, según reportó el Ministerio de Agricultura, sostiene que la carencia de variaciones en el material genético viral apunta a la posibilidad de una introducción relacionada con actividades humanas, como un posible escape desde un laboratorio que trabaje bajo condiciones de alto nivel de bioseguridad. Tampoco se ha descartado la eventualidad de un acto deliberado. Estas hipótesis han sido reforzadas por el hecho de que la composición genética del virus en Collserola no coincide con las variantes endémicas o presentes habitualmente en el territorio de la Unión Europea.
El operativo especial desplegado en la zona incluye vigilancia reforzada y cooperación entre los organismos europeos, autoridades locales y especialistas en enfermedades animales, con el objetivo de contener la expansión del brote e investigar los posibles canales de entrada del virus. El medio detalló que estos equipos investigan tanto los registros de movimientos en granjas cercanas como la posible implicación directa de personas con acceso a instalaciones donde suelen manipularse agentes patógenos de este tipo.
Según consignó el Ministerio, de momento se reconocen varias líneas de indagación abiertas, y se priorizan tanto las rutas zoonóticas convencionales como las no relacionadas directamente con la ganadería, dada la atipicidad del caso. Las labores de inspección abarcan también la comprobación de los protocolos de bioseguridad vigentes en laboratorios dedicados al estudio del virus, ya que la posibilidad de un origen artificial –sean manipulaciones, errores accidentales o cualquier falla sistémica– ocupa un lugar relevante entre las hipótesis actuales.
Las conclusiones preliminares del CISA-INIA, tal como informó el Ministerio, evidencian que los esquemas de control y prevención habitualmente empleados deben adaptarse para responder a las particularidades de esta variante genética, y por ello se revisan los criterios de seguridad en laboratorios de alta protección biológica. El comunicado oficial señaló que la industria porcina y las autoridades especializadas perciben preocupación tanto por la naturaleza del hallazgo como por los riesgos derivados de un escape viral en una comunidad autónoma donde la producción de porcino representa un sector económico estratégico.
El Comité Científico y las áreas responsables de sanidad animal han desencadenado acciones adicionales, entre ellas la inspección epidemiológica en explotaciones del entorno de Collserola y el seguimiento de todos los posibles contactos de riesgo. Las autoridades sostienen que la investigación se encuentra en fases iniciales y que las labores de reconstrucción del recorrido del virus continúan como prioridad, con especial atención a los movimientos humanos y a factores externos relacionados con instalaciones bajo control.
Durante los trabajos científicos y las tareas de contención sanitaria, el Ministerio reiteró que la peste porcina africana afecta exclusivamente a la especie porcina y no supone riesgo para la salud humana. El objetivo principal consiste en limitar la propagación y minimizar las posibles consecuencias para la economía regional y la confianza del sector. Según publicó el Ministerio en recientes comunicados, la transparencia y la colaboración entre todas las partes implicadas constituyen elementos esenciales para clarificar los hechos y establecer medidas preventivas que eviten nuevos incidentes de naturaleza similar.

