El Sindicato de Técnicos de Enfermería (SAE) subrayó que la llamada "privatización de los servicios no deja de ser un negocio para la empresa privada, que mira más por el beneficio económico que por el bienestar, la calidad y la seguridad de los pacientes". Esta afirmación surge después de la difusión de audios en los que se escucha al CEO de Ribera Salud, grupo concesionario del Hospital de Torrejón, solicitando el rechazo de pacientes o procesos considerados no rentables con el objetivo de "aumentar el beneficio económico" de la entidad. Con base en estos hechos, la organización sindical instó a reforzar la inversión en el Sistema Nacional de Salud (SNS) y a garantizar una gestión que priorice las necesidades de los ciudadanos por encima de los intereses empresariales, informó El País.
Según publicó el medio El País, los audios revelados ponen de manifiesto instrucciones directas emitidas desde la dirección de una compañía sanitaria a profesionales en su hospital concesionado para dejar de atender procedimientos que no resulten beneficiosos en términos económicos. Desde SAE, este tipo de prácticas fue calificado como una amenaza para la salud pública, añadiendo que "cualquier práctica que pueda poner en riesgo la salud de los ciudadanos", tal como se expone en este caso, merece enérgica condena. En ese sentido, el sindicato declaró que siempre ha abanderado la defensa de un sistema sanitario público fuerte, en el que prime el acceso y la calidad de la atención tanto para usuarios como para profesionales.
El sindicato expuso mediante un comunicado su preocupación por la infrautilización de recursos y equipos en hospitales públicos, en favor de intereses del sector privado. SAE resaltó, según informaciones de El País, que la derivación de procesos a hospitales privados genera ingresos adicionales para estas compañías por cada prueba realizada. Para la organización sindical, el correcto aprovechamiento de la capacidad instalada en la sanidad pública resulta esencial para reducir listas de espera y evitar el trasvase de pacientes al sector privado.
El comunicado de SAE hizo hincapié en que, al primar la rentabilidad sobre el bienestar de los pacientes, la red pública de hospitales corre el riesgo de reducir su capacidad y calidad asistencial. El sindicato sostuvo que este escenario de desmantelamiento progresivo, como el que denuncian en varias comunidades autónomas, podría repercutir de forma negativa en el conjunto de la ciudadanía, advirtió El País.
SAE reclamó una mayor dotación presupuestaria para el SNS, enfocada en incrementar tanto los recursos humanos como materiales. El propósito, según indicó la organización, consiste en posibilitar una atención sanitaria "eficaz y de calidad", minimizando la dependencia de las derivaciones a centros privados. SAE, en declaraciones recogidas por El País, vinculó directamente la escasez de recursos con el deterioro del sistema público y la extensión de los tiempos de espera para procedimientos diagnósticos y terapéuticos.
Las afirmaciones de SAE aludieron a una situación que calificaron de "insostenible" en numerosos territorios y alertaron de que continuar en esta línea podría tener graves consecuencias para la protección de la salud colectiva. Según consignó El País, el sindicato concluyó que mientras se sigue debilitando la red pública, un reducido grupo de empresas incrementa sus beneficios a costa de poner en riesgo la atención de calidad y el acceso universal a los servicios de salud.
