El M23 denuncia nuevos ataques a la población en las zonas bajo su control a pesar del acuerdo con Ruanda

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El brazo político del grupo rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23) ha denunciado que aliados del Ejército de República Democrática del Congo (RDC) han atacado este viernes a la población civil en "zonas densamente pobladas" bajo su control en las provincias de Kivu Norte y Kivu Sur a pesar de los últimos esfuerzos para poner fin al conflicto en la región oriental del país.

En un comunicado publicado en su cuenta de la red social X, la extensión política de la milicia, la Alianza del Río Congo (AFC, por sus siglas en francés), ha señalado directamente a uno de los más destacados aliados de las autoridades congoleñas, Burundi, punto de origen de ataques transfronterizos contra ambas provincias.

"Las bombas lanzadas desde territorio de Burundi llevan cayendo sin cesar desde hace más de tres días sobre nuestras ciudades, matando a inocentes e hiriendo a numerosos compatriotas", ha hecho saber la AFC, en lo que ha descrito como una "agresión repetida y deliberada constituye crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad".

La AFC ha citado como caso particular la muerte de cuatro personas en uno de estos bombardeos sobre la localidad de Kamaniola, en Kivu Sur, que además ha dejado al menos dos heridos graves. La AFC ha identificado a dos de los fallecidos como niños de tres y once años. "La AFC/M23 reafirma su apoyo a la población civil y reitera su compromiso inquebrantable de protegerla y defenderla por todos los medios", ha añadido en su comunicado.

La organización político-militar ha aprovechado también para denunciar que se ha encontrado con un verdadero expolio perpetrado por las autoridades congoleñas en los territorios que ahora tiene bajo su control, como la capital de la provincia de Kivu Sur, Bukavu. "Todos los activos estatales han sido vendidos de forma ilegal por el régimen de Kinshasa", ha lamentado.

CASI 900.000 DESPLAZADOS MÁS DE JULIO A OCTUBRE

El acuerdo alcanzado el jueves entre RDC y Ruanda --países que se han acusado mutuamente de alentar el conflicto en el este del país africano-- es el último episodio de unas negociaciones integrales de paz con poco efecto hasta el terreno por lo visto hasta ahora y que tienen en sus prioridades fundamentales el retorno de cientos de miles de desplazados durante el éxodo de población generado por los combates.

En su última estimación, Naciones Unidas, a través de la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), ha indicado que desde julio a octubre de este año más de 886.000 personas han pasado a engrosar las listas de desplazados en las cuatro provincias del este del país.

Durante ese plazo, la agencia humanitaria de la ONU ha contabilizado 263.000 personas desplazadas en Ituri, otras 123.600 en Kivu Sur, 474.000 en Kivu Norte y 26.300 en Tanganica.

En lo que podría parecer en principio una nota positiva, la OCHA también ha estimado otro medio millón aproximado de retornos 72.000 en Ituri, 67.400 en Kivu Sur y 318.000 en Kivu Norte, pero el problema reside es que vuelven a lugares donde el panorama humanitario "es desastroso" y desplazamientos de tal magnitud "terminan por empeorar la situación" todavía más.