El reciente ataque armado contra dos miembros de la Guardia Nacional en Washington, protagonizado por un ciudadano afgano que llegó a Estados Unidos en 2021 mediante un programa de reasentamiento, motivó al gobierno a evaluar la expansión de la lista de naciones sujetas a prohibiciones de viaje, según informó EFE. El incidente ha generado debates internos en el Departamento de Estado y ha impulsado revisiones sobre los actuales controles migratorios, de acuerdo con fuentes citadas por varios medios estadounidenses.
De acuerdo con declaraciones de Kristi Noem, secretaria de Seguridad Nacional, en una entrevista con Fox News difundida este jueves, la administración estadounidense planea aumentar a más de 30 el número de países afectados por la prohibición de entrada. Noem explicó que el presidente Donald Trump mantiene en revisión si la cifra cubrirá más de 32 naciones y cuáles serían incluidas, ya que la selección dependerá de criterios de seguridad nacional. Dijo también que aún no se ha divulgado oficialmente la lista completa de países involucrados ni detalles específicos sobre los mismos, pero el gobierno estaría considerando como factor la capacidad o incapacidad de los gobiernos extranjeros para ofrecer datos fiables sobre sus propios ciudadanos.
Actualmente, el gobierno estadounidense mantiene, desde junio, una proclama vigente que impide el ingreso de ciudadanos de 12 países y restringe el acceso de nacionales provenientes de otros siete. La medida, cuya aplicación abarca tanto a migrantes como a visitantes temporales, turistas, estudiantes y personas de negocios, busca evitar la llegada de presuntos "terroristas extranjeros" y de cualquier otro perfil considerado una amenaza para la seguridad interna, según detalló EFE.
Durante la última semana, varios medios estadounidenses han adelantado que funcionarios de la administración Trump, citando fuentes internas que solicitaron no revelar sus nombres, estudian la posibilidad de incluir hasta 36 países adicionales en la lista de vetos a la migración y a la entrada de visitantes. Estos reportes señalan que la reciente revisión de políticas migratorias se encuentra directamente vinculada al episodio violento de la semana anterior, que volvió a poner bajo el foco el proceso de admisión de refugiados de zonas catalogadas por la Casa Blanca como de alto riesgo.
En una declaración tras el ataque registrado en la capital estadounidense, el presidente Trump anunció que suspendería de forma "permanente" la migración desde "países del tercer mundo", omitiendo detallar cuáles serían esos países. Según subrayó EFE, el gobierno justifica sus acciones en la necesidad de contar con datos sólidos sobre los viajeros y en la presunción de que la falta de gobiernos estables en algunos países impediría la verificación de antecedentes adecuados.
La administración Trump, desde el inicio de su mandato en enero, ha intensificado las acciones enfocadas en la aplicación de la ley de inmigración. El gobierno ha desplegado agentes federales en grandes urbes gobernadas por demócratas y ha endurecido los procedimientos y el acceso a solicitudes de asilo a migrantes en la frontera sur con México, reportó EFE. Estas iniciativas forman parte de una serie de medidas que el ejecutivo presenta como esfuerzos para reforzar la seguridad nacional y garantizar un control migratorio más riguroso.
Kristi Noem, durante su intervención en el canal Fox News, evitó proporcionar detalles acerca de qué países podrían ingresar a la lista de vetos. Argumentó que la administración prioriza el establecimiento de nuevas restricciones en aquellos lugares en los cuales no existe garantía de que los gobiernos involucrados puedan proporcionar la información de antecedentes necesaria para evaluar solicitudes de entrada de sus ciudadanos.
El tema ha suscitado reacciones en el ámbito político nacional y en la opinión pública. La ampliación de las restricciones fronterizas forma parte de un debate más amplio sobre la política migratoria y la seguridad del país, señaló EFE. Al justificar estas políticas, el presidente Trump y sus colaboradores han sostenido que son una respuesta inmediata a amenazas concretas vinculadas a los flujos migratorios y a la seguridad interna, criterios que, según expusieron en días previos, seguirán guiando las decisiones relacionadas con nuevos vetos.
Las prohibiciones vigentes y las que se encuentran bajo estudio afectan a una amplia gama de individuos: desde quienes buscan residir de manera permanente, hasta quienes llegan por razones académicas, negocios o turismo. La administración estadounidense defiende sus acciones afirmando que la prioridad radica en la protección de ciudadanos estadounidenses ante posibles riesgos asociados a inestabilidad en los países de origen de los viajeros. Las medidas en revisión siguen generando análisis dentro y fuera de la administración, en un contexto marcado por tensiones políticas e incidentes recientes vinculados a la seguridad.

