Bélgica se suma a los países que sí participarán en Eurovisión, frente a España, Eslovenia, Países Bajos e Irlanda

La emisora francófona RTBF confirma la presencia belga en el certamen de 2026 tras la votación que mantiene a Israel, defendiendo la independencia informativa y el valor democrático de la cultura mientras otros países europeos optan por no acudir

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La RTBF, responsable de la retransmisión belga de Eurovisión en 2026, ha fundamentado su participación en el certamen en un compromiso con la independencia informativa y la función democrática de la cultura. El anuncio oficial ocurrió apenas después de que varios países europeos, como España, Eslovenia, Países Bajos e Irlanda, comunicaran su decisión de no acudir a la próxima edición, una reacción a la votación de la Unión Europea de Radiotelevisiones Públicas (UER) que ratificó la presencia de Israel en la competición. Según informó RTBF, esta determinación implica un posicionamiento explícito sobre la libertad informativa y la seguridad de profesionales del periodismo y de la ciudadanía en eventos internacionales.

De acuerdo con la información difundida por RTBF, el ejecutivo principal de la cadena, Jean-Paul Philippot, declaró que la postura de la emisora es compatible tanto con la denuncia de los obstáculos al derecho a la información como con la exigencia de protección a periodistas y civiles. Philippot afirmó que, a su juicio, “la cultura nunca es un entretenimiento desvinculado de la realidad” y subrayó el papel del servicio público como garante de la humanidad, la independencia editorial y las libertades civiles.

El medio RTBF detalló que la decisión belga se dio en el contexto de una lista de países que ya han confirmado su participación, entre ellos Reino Unido, Alemania, Italia y Francia. Por el contrario, otros estados, incluidos los mencionados anteriormente, han optado por apartarse del concurso para el año próximo. Todos los integrantes de la UER disponen hasta el 15 de diciembre para formalizar ante la organización si asistirán o no al evento.

Como señaló RTBF, en Bélgica existen dos cadenas públicas encargadas de transmitir el festival: la francófona RTBF y la flamenca VRT, las cuales alternan anualmente la gestión de la representación nacional en Eurovisión. Durante la última edición, la VRT, encargada ese año, interrumpió la emisión durante la participación de Israel como una manifestación de protesta en relación con el conflicto que, según la cadena, implica graves violaciones a los derechos fundamentales. Este año, aunque la responsabilidad organizativa recae en RTBF, la VRT ha manifestado su disposición a emitir la señal del certamen, pero aclaró que lo hará bajo ciertas restricciones, sin detallar en el comunicado las características concretas de esas limitaciones.

Según consignó la cadena pública francófona, Philippot también destacó los deberes inherentes a los medios de servicio público en situaciones globales complejas, insistiendo en que la presencia en el concurso no debe considerarse ajena al análisis de la realidad actual. “Participar en el festival de la canción no puede hacerse sin mirar el mundo tal y como es y recordar que el deber de informar debe ejercerse con total independencia y que proporcionar a los ciudadanos las herramientas para comprender los problemas que enfrenta el mundo es un cimiento democrático esencial”, señaló el directivo en declaraciones que distribuyó RTBF.

El debate sobre la inclusión de Israel en Eurovisión 2026, abordado por la UER, se originó tras un contexto de tensiones diplomáticas y sociales en Europa, que provocaron diversas reacciones nacionales respecto a la participación en el certamen. Al confirmar su asistencia, RTBF se alineó con aquellos medios públicos europeos que sostienen que la cultura y la información continúan desempeñando funciones centrales para la democracia, más allá de las posturas divergentes en torno a los conflictos internacionales presentes en la escena europea.

Con el plazo de comunicación formal abierto hasta diciembre, la situación permanece sujeta a posibles modificaciones en función de las decisiones de otras emisoras públicas europeas. RTBF reiteró que su compromiso pasa por conjugar la promoción cultural con la vigencia de los valores democráticos y la protección integral del derecho a la información, en un escenario marcado por profundas divisiones dentro del continente sobre la naturaleza y los límites de la participación en el festival.