Miles de personas se quedan sin electricidad en el sur de Ucrania tras la última batería de ataques rusos

El operador nacional Ukrenergo alerta de más de 90.000 hogares sin servicios básicos en Odesa y Jersón, tras bombardeos rusos, mientras autoridades locales advierten sobre daños a la infraestructura civil y llaman a restringir el consumo eléctrico

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El operador estatal Ukrenergo ha solicitado a la población del sur de Ucrania limitar el uso de aparatos eléctricos potentes para mitigar la duración de los cortes de electricidad, en medio de una ola de ataques que ha dejado a decenas de miles sin servicios esenciales. Conforme reportó la compañía y difundió la agencia Europa Press, los recientes bombardeos rusos han afectado severamente la infraestructura energética en las regiones de Odesa y Jersón, dejando a sus habitantes sin luz y, en muchos casos, también sin calefacción al aproximarse los meses más fríos del año.

De acuerdo con los datos publicados por Ukrenergo, cerca de 52.000 personas en Odesa han perdido el acceso al suministro eléctrico como consecuencia directa de la nueva serie de ataques perpetrados por las fuerzas rusas. Además, la situación en la región de Jersón es especialmente crítica, ya que aproximadamente 40.500 residentes carecen de calefacción. La principal planta eléctrica de Jersón ha suspendido sus operaciones debido al impacto de los bombardeos, situación que agrava la falta de servicios básicos para la población local, según detalló Europa Press.

El medio Europa Press reportó que esta nueva ola de ataques se produce a tan solo semanas del inicio del invierno, intensificando la vulnerabilidad de la población civil, que depende de la energía eléctrica tanto para iluminación como para mantener una temperatura habitable en sus hogares. Ukrenergo, la empresa estatal encargada de la gestión de la red energética nacional, ha destacado la gravedad de los daños sufridos por las infraestructuras civiles y ha pedido cooperación a la ciudadanía para reducir la demanda. La empresa indicó: “Un menor consumo eléctrico contribuirá a una duración más corta de los apagones”.

El gobernador de Jersón, Oleksander Prokudin, brindó detalles sobre el impacto de los ataques en la infraestructura civil, asegurando que “todo esto son instalaciones civiles que ofrecen luz y calefacción a la gente y que han sufrido daños graves”. Prokudin calificó los hechos como un ataque deliberado contra la población, según consignó Europa Press, y agregó que “una vez más, los terroristas están atacando a la población civil”. Estos ataques se han concentrado no solo en Jersón y Odesa, sino también en la región de Donetsk y en la provincia de Dnipropetrovsk, de acuerdo con el parte oficial difundido por Ukrenergo y reproducido por Europa Press.

La reciente escalada de bombardeos coincide con renovados intentos diplomáticos por parte de Estados Unidos, que, según informó Europa Press, ha mantenido contactos recientes con los actores involucrados en el conflicto con el objetivo de alcanzar un entendimiento que ponga fin a la guerra. No obstante, la continuación e intensificación de los ataques rusos sobre el sistema energético ucraniano han socavado estos esfuerzos internacionales, subraya la cobertura de Europa Press.

Como resultado del compromiso de la infraestructura energética, el riesgo para la seguridad y la salud de las personas que residen en estas áreas ha aumentado considerablemente, dado que las bajas temperaturas típicas de finales de año en Ucrania exigen una cantidad significativa de calefacción. Autoridades locales y nacionales recomiendan priorizar el uso de la electricidad para las actividades absolutamente indispensables y posponer el empleo de dispositivos de gran consumo energético para ayudar a estabilizar la red.

Los ataques más recientes afectan una tendencia que viene en aumento, según Europa Press, pues durante este otoño las fuerzas rusas han intensificado sus esfuerzos contra instalaciones energéticas ucranianas, en particular cuando llegó el momento de preparar la infraestructura para el invierno. Las interrupciones en el servicio eléctrico, sumadas a las dificultades para garantizar la calefacción, configuran una crisis humanitaria entre la población afectada, en especial entre los sectores más vulnerables como niños, personas mayores y ciudadanos enfermos que dependen de la electricidad para dispositivos médicos o movilidad.

Ukrenergo mantiene activas diversas medidas de contingencia, como la redistribución de energía en las zonas menos afectadas e intervenciones de reparación urgente. Sin embargo, el alcance de los daños y la persistencia de ataques dificultan la recuperación rápida de los servicios básicos, según detalló el propio operador en declaraciones recogidas por el medio Europa Press. Ante esta situación, las autoridades ucranianas permanecen en alerta y piden a la comunidad internacional mantener la atención sobre la situación, mientras monitorean continuamente el estado de la red y priorizan reparaciones en las zonas donde el impacto humano es mayor.

La situación en el sur de Ucrania sigue siendo delicada, con miles de ciudadanos enfrentando la falta de electricidad y calefacción en pleno descenso de las temperaturas. Aunque las autoridades trabajan para restablecer el suministro, los daños provocados en la infraestructura y el riesgo de nuevos ataques generan incertidumbre sobre la capacidad de respuesta inmediata y la seguridad de la población en las regiones de Odesa, Jersón, Donetsk y Dnipropetrovsk, tal como señaló Europa Press en su cobertura.