Maduro confirma una conversación telefónica "cordial" con Trump

Caracas impulsa una invitación a Washington para abrir negociaciones formales tras recientes maniobras militares de Estados Unidos, en medio de señales de alarma sobre el riesgo de escalada bélica y el deterioro de la situación regional según CNN

Guardar

La inclusión de una propuesta venezolana para suspender unilateralmente las maniobras militares estadounidenses surge como una opción planteada por Caracas para reducir la probabilidad de confrontaciones directas y reinstalar la estabilidad en la región. Según reportó CNN, el gobierno de Nicolás Maduro promueve que estas negociaciones incluyan la participación de organismos multilaterales con el objetivo de salvaguardar a la población civil y restaurar el clima diplomático en el continente. En este contexto, Venezuela ha presentado una invitación formal a las autoridades de Washington con la finalidad de establecer un canal de diálogo institucional en medio de la escalada militar en el Caribe y el Pacífico, tras recientes operaciones marítimas bajo el mando del almirante Frank Bradley y supervisadas por el Departamento de Defensa de Estados Unidos.

La secuencia de ejercicios militares estadounidenses, según informó CNN, consistió en la interceptación de embarcaciones asociadas a redes internacionales de narcotráfico. Estas operaciones resultaron, de acuerdo con los datos aportados por el canal norteamericano, en al menos ochenta fallecimientos y la pérdida de once efectivos estadounidenses durante un enfrentamiento naval. Los mandos militares de Estados Unidos justificaron la ofensiva como un mecanismo para neutralizar amenazas que afectan la seguridad nacional y los intereses de ciudadanos estadounidenses en la región.

El despliegue militar estadounidense no pasó inadvertido ante gobiernos sudamericanos y caribeños, que manifestaron inquietud ante la posibilidad de que la tensión derive en desestabilizaciones internas. CNN detalló que países como Colombia, Brasil y varias islas del Caribe se consideran especialmente expuestos a posibles efectos económicos y alteraciones en la gobernabilidad, como resultado de la intensificación de actividades militares en el hemisferio occidental.

Frente a este panorama, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, confirmó haber sostenido una reciente conversación telefónica con el presidente estadounidense Donald Trump. CNN reseñó que Maduro describió el diálogo como cordial y basado en el respeto mutuo, orientado a la identificación de puntos de interés compartido. El mandatario venezolano expresó su intención de formalizar negociaciones bilaterales bajo los principios de confianza y reciprocidad con el propósito de frenar la dinámica escalatoria y evitar escenarios de enfrentamiento armado.

En respuesta a la invitación venezolana, la administración estadounidense reiteró que las maniobras militares tienen como principal finalidad debilitar a organizaciones criminales que el gobierno identifica como amenazas, al mismo tiempo que procura la protección de sus conciudadanos ubicados en la región. El secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, afirmó según declaraciones publicadas por CNN: “Las operaciones forman parte de un esfuerzo estratégico para debilitar a organizaciones criminales identificadas por el gobierno estadounidense como amenazas directas a su seguridad", remarcando que estas acciones buscan garantizar la seguridad de ciudadanos estadounidenses.

Donald Trump, durante una comparecencia pública recogida por CNN, admitió haber mantenido el contacto telefónico con Maduro, pero declinó ofrecer detalles sobre el contenido específico de la charla. En sus palabras, el presidente estadounidense defendió las acciones militares argumentando que "Creo que van a descubrir que esto es la guerra, que estas personas estaban matando a nuestra gente por millones. Creo que van a descubrir que hay mucha gente dispuesta a apoyar lo que están haciendo, destruir esos barcos. Y muy pronto, vamos a empezar a hacerlo también en tierra". Según la cobertura de CNN, el Ejecutivo estadounidense contempla mantener e incluso intensificar el alcance de los operativos en la región si así lo considera necesario.

El gobierno venezolano, en respuesta, ha reiterado su llamado a poner fin a las operaciones armadas estadounidenses, subrayando que persisten peligros de daños colaterales para la población civil y posibles impactos negativos sobre la estabilidad política del área. CNN consignó que Caracas insiste en la necesidad de priorizar negociaciones orientadas a disminuir la tensión y resguardar la soberanía de sus territorios, alertando sobre las consecuencias que podría tener una prolongación de la actual crisis militar.

El análisis desarrollado por CNN remarca que la persistencia de las justificaciones oficiales estadounidenses contribuyó a profundizar la distancia diplomática entre ambos países e impulsó la discusión del tema en organismos multilaterales regionales. Analistas consultados por la cadena estadounidense relacionan una eventual salida al conflicto con el mantenimiento del equilibrio geopolítico en el hemisferio, advirtiendo sobre el riesgo de que la rivalidad entre Washington y Caracas motive reconfiguraciones en las alianzas internacionales y propicie la emergencia de nuevos puntos de tensión continental.

La postura de Caracas apunta a involucrar a actores multilaterales en las posibles negociaciones, una estrategia que, según CNN, tiene como objetivo evitar acciones violentas y consolidar acuerdos para proteger la estabilidad estructural de la región. Diversos sectores, tanto políticos como sociales y ciudadanos, han expresado preocupación ante la profundización del conflicto, según comentó la cadena estadounidense, destacando el ambiente de volatilidad originado por la simultaneidad de operaciones militares y las gestiones diplomáticas bilaterales.

A lo largo del proceso, CNN ha mencionado cómo las incertidumbres acerca de la continuación o ampliación de los despliegues militares norteamericanos influyen directamente en el futuro de la seguridad y la gobernabilidad en países latinoamericanos y caribeños. Las decisiones tomadas por Washington y Caracas se perfilan como determinantes para definir el rumbo de la estabilidad regional en el corto y mediano plazo, en un contexto marcado por la vigilancia y el seguimiento continuo de la comunidad internacional a los acontecimientos derivados de la disputa.