Feijóo acusa al PSOE de "mirar para otro lado" en el 'caso Salazar': "Es un partido peligroso para las mujeres"

El líder del Partido Popular afirma que Pedro Sánchez y su equipo intentaron ignorar las denuncias contra Francisco Salazar, resaltando una supuesta doble moral en la defensa de los derechos de las mujeres por parte del oficialismo

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Después de la celebración de una reunión urgente de la Comisión de Igualdad para abordar la situación de Francisco Salazar, el dirigente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, intensificó sus críticas contra el Partido Socialista Obrero Español y la gestión del caso. Según informó Europa Press, Feijóo acusó al PSOE de intentar cerrar el asunto de las denuncias de acoso sexual contra Salazar sin ofrecer explicaciones convincentes, una actitud que, en su opinión, expone una contradicción en la política feminista del partido liderado por Pedro Sánchez.

Tal como consignó Europa Press, las declaraciones de Feijóo surgieron durante su visita a Don Benito, Badajoz, cuando periodistas le consultaron sobre la respuesta del PSOE ante los señalamientos hacia el exdirigente socialista. El presidente del PP afirmó que las acciones del oficialismo ponen en duda la sinceridad del compromiso del PSOE con la defensa de los derechos de las mujeres. Según su evaluación, el partido habría "mirado para otro lado" frente a las acusaciones y actuado con una "doble moral" en el manejo de este tipo de denuncias.

El medio Europa Press detalló que Feijóo enfatizó que Salazar trabajó durante seis años en la sede del Gobierno, el Palacio de la Moncloa, y en la sede del partido, en la calle Ferraz, sin que se advirtiera ni se sancionara su supuesto comportamiento. De acuerdo con Feijóo, el hecho de que el PSOE no apartara de sus funciones a Salazar hasta que la presión social aumentó demuestra deficiencias en la gestión interna de las denuncias y una discrepancia entre el discurso público del partido y sus prácticas internas.

A propósito de la gestión realizada por el Gobierno, Feijóo también recordó que la ministra portavoz, Pilar Alegría, mantuvo reuniones y compartió comidas con Francisco Salazar, y que este último habría sido reincorporado nuevamente al entorno de la Moncloa, según reportó Europa Press. El líder popular cuestionó cuál ha sido la actitud de los socios del Ejecutivo ante esos hechos, sugiriendo que estarían tolerando la presencia de agresores sexuales o eludiendo responsabilidades.

Europa Press informó además que, al ser preguntado si este caso debería ser llevado a la Fiscalía, en línea con propuestas como la de la socialista Adriana Latra, Feijóo evitó responder directamente. Eligió focalizar su mensaje en lo que calificó como un incremento de la "hipocresía en el feminismo socialista", señalando que situaciones como las denunciadas se repiten y manifiestan con claridad en el actuar del PSOE.

En sus declaraciones, Feijóo afirmó: “Decir que uno es feminista porque es socialista es un sarcasmo”, aludiendo a lo que considera una incoherencia entre la retórica oficialista y la respuesta real ante las acusaciones internas. Según reseñó Europa Press, el presidente del PP señaló que el partido intentó dar por terminado el caso de Salazar sin atender el fondo de las denuncias hasta que la repercusión pública hizo insostenible la estrategia de silencio.

Durante un encuentro de campaña junto a María Guardiola, candidata del PP a la reelección, Feijóo amplió sus críticas, como reportó Europa Press. Calificó de “feminismo de pacotilla” la política defendida por el PSOE, argumentando que la dirección del partido habría protegido a Salazar y puesto en duda la veracidad o la importancia de las denuncias mientras el acusado perteneciera a sus filas. En este contexto, Feijóo rememoró la campaña socialista del 25 de noviembre contra la violencia de género, ironizando sobre la autenticidad del mensaje del partido y cuestionando si realmente se cree y apoya a las mujeres que denuncian cuando el señalado es un afiliado.

En sus palabras, citadas por Europa Press, Feijóo manifestó: “Si el agresor es del partido, hermana, ya veremos si te creo. Es el nuevo eslogan del PSOE, la mayor hipocresía del sanchismo ha sido el feminismo de pacotilla. Y ahora toda España lo sabe.” Estas expresiones acompañaron el argumento principal del líder popular, que sostuvo que la prioridad del PSOE no sería la protección efectiva de las denunciantes, sino la gestión política y mediática del escándalo cuando afecta a miembros de su organización.

Las críticas del PP se producen en medio de debates parlamentarios y sociales sobre el alcance de las medidas adoptadas para prevenir y sancionar la violencia de género y el acoso sexual en las instituciones públicas. Según lo expuesto por Europa Press, el episodio ha reactivado la discusión sobre los mecanismos internos de protección y denuncia en los partidos, así como la transparencia en la comunicación de presuntos casos cometidos por altos funcionarios o empleados en posiciones clave del gobierno y del aparato partidario.

El caso ha generado también reacción entre sectores feministas y representantes de la sociedad civil, según el seguimiento informativo de Europa Press, con demandas para que las organizaciones políticas establezcan procedimientos más efectivos para atender denuncias y garanticen la independencia en las investigaciones internas.

El impacto político del caso Salazar se refleja en las posturas enfrentadas entre el Partido Popular y el Partido Socialista en materia de igualdad y protección de derechos. Mientras el PP exige mayor rigor y transparencia, el PSOE enfrenta cuestionamientos sobre la coherencia de su política feminista en contextos que involucran a miembros relevantes de su estructura, tal como lo recogen los reportes de Europa Press sobre el desarrollo de este caso.