Las compras efectuadas entre 2019 y 2020 por Brian Cole Jr., que incluían materiales empleados en la fabricación de artefactos explosivos, conforman parte central del expediente presentado por las autoridades federales estadounidenses después de casi cinco años de investigación. Esta información fue detallada por el medio que ha seguido el caso, el cual también señaló que la fiscal general de Estados Unidos, Pam Bondi, informó sobre la detención formal de Cole Jr. y confirmó que las pesquisas continúan abiertas, lo que podría derivar en nuevas órdenes judiciales y en la identificación de otros posibles involucrados.
De acuerdo con el medio, Cole Jr. fue arrestado bajo sospecha de haber colocado artefactos explosivos improvisados en los alrededores de las sedes del Comité Nacional Republicano y el Comité Nacional Demócrata en Washington D.C. en la noche del 5 de enero de 2021, un día antes del asalto al Capitolio. El hallazgo de estos dispositivos activó de inmediato un operativo de emergencia, que incluyó la evacuación de la entonces vicepresidenta Kamala Harris de su oficina. La presencia de los explosivos, que permanecieron durante más de 15 horas cerca de los edificios centrales de ambos partidos, obligó a la intervención de equipos especializados que los retiraron y desactivaron.
El despliegue de las fuerzas de seguridad se enfocó en reducir el peligro y proteger tanto al personal como a los legisladores presentes en las inmediaciones de las sedes de los partidos. El medio también reportó que agencias federales y locales coordinaron esfuerzos para localizar, evaluar y eliminar la amenaza representada por los artefactos explosivos en una operación conjunta.
Los investigadores enfrentaron numerosos obstáculos para identificar al sospechoso principal. El medio consignó que Brian Cole Jr. cubría casi por completo su rostro al colocar los dispositivos, usando una sudadera con capucha y mascarilla, lo que dificultó su reconocimiento inmediato. Las grabaciones captadas por cámaras de seguridad únicamente permitieron estimar que el responsable superaba los 1,70 metros de altura, sin entregar mayores datos identificatorios.
El avance y posterior detención en el caso han generado reacciones políticas diversas. Algunos representantes de la administración de Donald Trump indicaron, según publicó el medio, que el gobierno de Joe Biden tardó en dirigir la investigación hacia su resolución, sugiriendo que los progresos y la captura solo ocurrieron con el cambio de administración y la reconfiguración de las prioridades de las agencias federales de seguridad. Esta postura cuestionó los resultados obtenidos anteriormente, mientras que las autoridades actuales reiteraron que la cooperación interinstitucional fue determinante para realizar el arresto de Cole Jr.
Pam Bondi subrayó ante el medio que la detención constituye un paso relevante dentro de la estrategia para esclarecer los hechos que antecedieron al asalto al Capitolio. La fiscal explicó que la colaboración entre los cuerpos federales y locales permitió recopilar pruebas suficientes para avanzar en la identificación no solo de Cole Jr., sino también de posibles cómplices, y gestionar nuevas órdenes de registro. Además, anticipó que podrían surgir cargos adicionales conforme avancen las pesquisas en curso.
Según funcionarios judiciales citados por el medio, los incidentes del 5 y 6 de enero de 2021 evidenciaron vulnerabilidades en las infraestructuras oficiales estadounidenses ante amenazas de carácter organizado. Las evacuaciones y las medidas adoptadas tras la aparición de los artefactos explosivos reflejaron un clima de creciente inquietud entre los responsables de la seguridad institucional, quienes recalcan la necesidad de revisar y actualizar los protocolos de respuesta ante situaciones semejantes. Este contexto realza el rol de las autoridades en la protección de edificaciones clave y del personal, especialmente bajo contextos de riesgo inminente.
La investigación sigue abierta y contempla el análisis detallado de videos, registros de compras y testimonios obtenidos desde el inicio del caso. Portavoces de la fiscalía declararon al medio que se busca determinar el nivel de planificación detrás de la acción y si existió una red de apoyo o colaboración de otros individuos o grupos. La revisión de todos los datos disponibles apunta a definir el grado de participación de Brian Cole Jr. y esclarecer si actuó solo o en compañía de cómplices.
En materia judicial, los documentos citados por el medio señalan que Cole Jr. enfrenta acusaciones relacionadas con el uso de explosivos y delitos vinculados con la fabricación y colocación de bombas caseras. Los investigadores consideran posible ampliar la causa y sumar a otros sospechosos, de acuerdo con los hallazgos que resulten del desarrollo de la investigación, como manifestó la fiscal general Bondi.
El medio señaló también que la detención de Brian Cole Jr. marca un antecedente en los esfuerzos destinados a clarificar lo ocurrido en los días previos al ataque al Capitolio, en un contexto social y político altamente polarizado en Estados Unidos. El caso permanece en proceso, con las autoridades recopilando elementos probatorios que podrían aportar indicios sobre la implicación de otras personas o colectivos relacionados directa o indirectamente con los sucesos investigados.
