
Las restricciones migratorias temporales implementadas por las autoridades estadounidenses afectan especialmente a ciudadanos de Afganistán, en un contexto en el que quienes colaboraron con las fuerzas aliadas o enfrentan amenazas directas tras la retirada militar del país en 2021 ya experimentaban dificultades para acceder a vías legales de ingreso a Estados Unidos. Según informó el medio original, la decisión de suspender la concesión de visados y pausar las resoluciones sobre solicitudes de asilo se adoptó luego de un tiroteo ocurrido cerca de la Casa Blanca, en el que un migrante afgano está señalado como presunto autor de un ataque que resultó en el fallecimiento de al menos una persona e hirió a miembros de la Guardia Nacional.
La secretaria del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Kristi Noem, propuso una “prohibición total de viaje” para países considerados de riesgo, según detalló el medio, y planteó esta recomendación al presidente Donald Trump en medio de un debate público revitalizado sobre las políticas de inmigración y la seguridad interna. Esta sugerencia, que pone en tela de juicio las políticas previas y actuales de admisión, se formalizó en sus declaraciones en la red social X, sin detallar explícitamente la lista de países sujetos a la restricción, pero subrayando la necesidad de proteger a la población estadounidense.
De acuerdo con la cobertura, el director del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS), Joseph B. Edlow, argumentó que la suspensión administrativa en el procesamiento de solicitudes de asilo persistirá hasta que se asegure la existencia de mecanismos de control estrictos para todos los solicitantes. Edlow explicó al medio que las fallas percibidas tras el ataque exigieron una revisión amplia de los protocolos de investigación de antecedentes. Las autoridades consideran que las modificaciones reducirán los riesgos relacionados con la eventual entrada de personas consideradas peligrosas.
La decisión de limitar la entrada y reforzar los procedimientos de control se produjo bajo presión política tras el incidente protagonizado por el migrante afgano. Según reportó el medio, el ex presidente Donald Trump intervino en la discusión atribuyendo la presencia del implicado a decisiones migratorias implementadas durante la gestión de Joe Biden, posteriores a la retirada militar de Afganistán. Trump vinculó la entrada de “decenas de miles” de afganos al acuerdo de paz sellado con el movimiento talibán en febrero de 2020 y advirtió sobre la necesidad de endurecer los controles tras el relevo de gobierno en Kabul.
El medio consignó que la propuesta de Noem, extendida a la recomendación de negar el acceso a todos los ciudadanos de países percibidos como fuente de “individuos peligrosos”, busca prevenir la entrada de personas que, en su visión, consumen recursos concebidos para los estadounidenses y representan una amenaza potencial. En su declaración pública, Noem sostuvo: “Nuestros padres fundadores construyeron esta nación sobre sangre, sudor y un amor inquebrantable por la libertad, no para que invasores extranjeros masacraran a nuestros héroes, agotaran nuestros dólares en impuestos duramente ganados o arrebataran los beneficios que les debemos a los estadounidenses”, añadiendo: “No les queremos, ni a uno de ellos”.
El USCIS, bajo la dirección de Edlow, implementó procedimientos reforzados que incluyen controles de antecedentes más meticulosos y el uso de fuentes adicionales de información para verificar la idoneidad de los solicitantes de asilo. Según publicó el medio, la intención es subsanar deficiencias que salieron a la luz tras el ataque y evitar futuras brechas en los filtros de admisión.
Varias organizaciones dedicadas a los derechos humanos y a la defensa del sistema de asilo expresaron preocupación por el impacto de estas medidas sobre quienes buscan protección tras huir de situaciones de violencia o persecución. El medio recogió que estos sectores advierten sobre la posibilidad de que la suspensión de las solicitudes perjudique a personas legitimamente necesitadas de refugio, recordando la importancia de que el país respete sus compromisos internacionales en materia de protección humanitaria.
La falta de información concreta sobre los países que podrían quedar sujetos a las futuras restricciones contribuye a la incertidumbre entre quienes esperan respuesta a sus solicitudes migratorias. Las declaraciones de Noem, según subrayó el medio, dejan abierta la posibilidad de que la lista de naciones incluidas en la “prohibición total de viaje” se amplíe en caso de que se identifiquen fuentes adicionales de riesgo en materia de seguridad.
La evolución de las políticas migratorias estadounidenses se está definiendo en un escenario de creciente escrutinio público y presión de diferentes actores políticos que, tal como detalló el medio, observan de cerca los anuncios sobre nuevas regulaciones. El debate nacional se mantiene centrado en la tensión entre el resguardo de la seguridad interna y el respeto a las obligaciones internacionales relativas a quienes buscan protección legal mediante los mecanismos de asilo y visado.
En las próximas jornadas, autoridades del Departamento de Seguridad Nacional podrían anunciar nuevas pautas sobre la aplicación de restricciones adicionales, informó el medio. El diseño actual de las políticas migratorias refleja tanto la urgencia derivada de incidentes recientes como un proceso de revisión en respuesta a la migración significativa desde Afganistán, marcado por el retiro apresurado de las fuerzas estadounidenses y la necesidad de ofrecer asistencia a quienes colaboraron con el contingente aliado o se encuentran bajo amenaza del gobierno talibán.
El medio destacó que las revisiones actuales en materia de asilo y visado tienen como trasfondo la búsqueda de fortalecer los sistemas de seguridad nacional sin perder de vista las posibles repercusiones sobre la población migrante que experimenta situaciones de vulnerabilidad. Las decisiones adoptadas están siendo monitoreadas por grupos humanitarios y organismos internacionales, atentos a los próximos movimientos de la administración y su impacto sobre el panorama migratorio global.


