
Durante su intervención en un reciente evento en el que presentó novedades de la marca UFC Perfumes, Gabriela Guillén confirmó públicamente que las negociaciones con Bertín Osborne respecto a la convivencia y los aspectos relativos a la crianza de su hijo común han culminado con un acuerdo definitivo. Según informó la prensa presente en el acto, Guillén sostuvo que la resolución beneficia tanto al menor como a su entorno familiar, luego de una etapa marcada por atención mediática y rumores sobre posibles desacuerdos.
Tal como consignó la cobertura periodística del encuentro, la empresaria destacó que la prioridad absoluta en todo momento ha sido la estabilidad del niño y la protección de la vida privada de ambas familias. Guillén se refirió a la etapa de negociaciones y negociación de custodia como un proceso complejo condicionado por el interés del menor, rechazando cualquier versión de enfrentamientos o conflicto con Osborne. Aseguró que ambos padres mantienen en la actualidad una relación de entendimiento y que las medidas acordadas respecto al régimen de visitas no constituyen imposiciones discordantes, sino decisiones tomadas con sentido común y atendiendo a las necesidades del hijo.
En declaraciones recogidas por la prensa, Guillén aclaró detalladamente la razón por la que podría encontrarse presente en los encuentros de Osborne con el niño. Explicó que, dada la corta edad del menor, la presencia de un adulto responsable es una medida habitual y pensada para la protección del niño, descartando que su asistencia responda a una exigencia propia o a la imposición de condiciones especiales hacia Osborne. Añadió que esta medida es compartida por ambas partes para asegurar el bienestar y la seguridad familiar.
Frente a las preguntas sobre las declaraciones de Fabiola Martínez, expareja de Osborne, quien había manifestado públicamente en medios su desacuerdo con supuestas condiciones en la relación de paternidad, Guillén se limitó a responder que esas opiniones pertenecen estrictamente al ámbito privado de Martínez, y que su comentario reflejaba su visión personal sin influir en el proceso de decisión ni en la relación actual entre los progenitores. Esta afirmación fue mencionada también en los reportes de prensa sobre el evento, subrayando el tono distante de Guillén respecto a polémicas ajenas al núcleo familiar.
La empresaria hizo énfasis en el deseo de dejar cerrada cualquier polémica acerca del pacto suscrito, destacando que, después de meses de rumores sobre un potencial distanciamiento o disgusto de Osborne, ambos han alcanzado un consenso satisfactorio y sin resentimientos. Según relató el medio que cubrió la comparecencia, Guillén fue tajante: “Para nada. Eso es totalmente mentira y lo puedo afirmar. Él no está enfadado y las cosas están bien, solucionado y ya está”. La empresaria reiteró que el objetivo común siempre ha correspondido al interés y la tranquilidad del menor, manteniendo que la solución no se vio afectada por presiones externas, sino que obedeció a una evaluación legal y racional.
Durante la comparecencia mediática, Guillén abordó también las dificultades personales y emocionales experimentadas en los últimos meses. La presión pública y las reiteradas especulaciones sobre la negociación con Osborne generaron un clima de incertidumbre, que la empresaria calificó de exigente en términos de exposición y vulnerabilidad. Según consignó la prensa, Guillén expresó su resolución de apartarse de la controversia y reducir al mínimo la exposición mediática, con el propósito de salvaguardar la privacidad y el entorno estable de su hijo.
Guillén también anunció, según recogieron diversos medios presentes, que se encuentra preparando un libro de memorias. Este proyecto editorial incluirá sus vivencias más recientes, el impacto de la presión mediática sobre su vida y la de su familia, y el análisis personal de las consecuencias emocionales relacionadas con la gestión de la maternidad bajo el escrutinio público. El volumen narrará las distintas fases del proceso legal y personal, el desarrollo de las negociaciones en torno a la custodia y los compromisos de crianza, así como el efecto de las declaraciones públicas surgidas durante esa etapa.
La empresaria no brindó detalles concretos sobre los términos específicos del acuerdo, insistiendo en que el respeto a la confidencialidad y la protección de la intimidad de su hijo resultaban esenciales. Adelantó que tanto ella como Osborne comparten la intención de garantizar discreción en adelante, evitando dar lugar a nuevos rumores o interpretaciones sobre las condiciones del pacto. De acuerdo con lo publicado por la prensa, Guillén consideró imprescindible actuar de manera cuidadosa, precisando que su prioridad ahora recae en fortalecer un entorno familiar equilibrado y libre de sobresaltos.
En el transcurso de la comparecencia, Guillén solicitó explícitamente respeto por la vida privada y por la resolución alcanzada, pidiendo a los medios abstenerse de profundizar en los detalles del acuerdo o de perpetuar especulaciones sobre el clima familiar. Según los reportes, subrayó que la confianza mutua y la búsqueda de consenso han sido claves en la relación parental actual, subrayando la ausencia de litigiosidad o imposiciones entre ambas partes.
Como resultado de este entendimiento, según destacaron los medios, la situación de la empresaria y Osborne entra en una nueva etapa marcada por la cooperación y la centralidad del menor en las decisiones familiares. Guillén anticipó que sus próximos esfuerzos estarán dedicados a consolidar esta convivencia serena, a limitar su exposición pública y a documentar todo el proceso mediante su futuro libro de memorias, en el cual abordará el impacto de la notoriedad y las estrategias para resguardar la intimidad familiar. La prensa concluyó que la intervención de Gabriela Guillén confirmó el fin de una etapa dominada por la incertidumbre y los rumores sobre el futuro del núcleo familiar, abriendo paso a una fase de estabilidad y acuerdo entre los progenitores.

