El secretario de Comercio de Estados Unidos, Howard Lutnick, destacó la importancia de la colaboración económica y el impacto positivo que tendrá la inversión surcoreana en la economía estadounidense, tras el anuncio de la reducción de aranceles al automóvil procedente de Corea del Sur. La noticia central es la decisión de Estados Unidos de reducir al 15% los aranceles aplicados al sector automotriz surcoreano, medida amparada en el acuerdo comercial bilateral, con efecto retroactivo al 1 de noviembre, según informó el medio.
De acuerdo con la información publicada, este cambio incluye la eliminación de aranceles a las piezas de aviones y una disminución del acumulado de los gravámenes recíprocos entre Estados Unidos y Corea del Sur, lo que los equiparará con los estándares vigentes para Japón y la Unión Europea. Según consignó el medio, se busca fomentar una competencia más equilibrada entre los fabricantes surcoreanos y otros actores globales del sector, mientras se refuerzan los lazos financieros y comerciales entre Washington y Seúl.
El secretario Lutnick indicó que este paso se produce tras la adopción formal en la Asamblea Nacional de Corea del Sur de una nueva legislación de inversión estratégica. Dicha ley, sostuvo, respalda la participación surcoreana en sectores clave del mercado estadounidense y afianza la confianza mutua entre ambos países. “Espero seguir trabajando estrechamente con Seúl para construir un futuro aún más sólido y próspero para ambas naciones”, declaró el funcionario, según recogió la fuente.
En el contexto bursátil, la reducción de aranceles tuvo un impacto inmediato en la bolsa de Seúl. El medio detalló que las acciones de las principales automotrices surcoreanas, Hyundai y Kia, experimentaron un crecimiento superior al 4% durante la jornada del martes, reflejando la confianza de los inversionistas ante la posibilidad de una mayor competitividad internacional para las compañías del sector.
El medio informó que la implementación de estas medidas arancelarias llega en un momento en el que las relaciones comerciales entre Estados Unidos y Corea del Sur avanzan debido a acuerdos bilaterales recientes y una mayor alineación respecto a políticas industriales y de inversión. Según la declaración oficial, la decisión fortalece la industria y el empleo local estadounidense mediante la creación de mercados más abiertos y condiciones justas para los productores nacionales y sus socios estratégicos.
El anuncio de la reducción arancelaria forma parte de un esfuerzo más amplio por parte de Estados Unidos para ajustar las condiciones comerciales con sus aliados en Asia y Europa, igualando cargas tributarias entre las principales potencias fabricantes de automóviles. El reporte atribuye a fuentes oficiales que esta equiparación puede traducirse en nuevas inversiones tanto en la industria automotriz como en sectores vinculados, incluyendo la manufactura de componentes para aviones.
El acuerdo fue presentado como un paso clave para asegurarse de que tanto la industria como el capital humano estadounidenses "se beneficien plenamente" de los acuerdos firmados en la presente administración. Según expresó Lutnick y recogió el medio, estos cambios legislativos y estructurales permiten a las empresas de ambos países operar dentro de marcos regulatorios más claros y previsibles.
El impacto de la medida abarca tanto a la exportación surcoreana como a los consumidores y trabajadores estadounidenses que dependen del sector automotriz. La decisión de igualar los aranceles con los impuestos que se aplican actualmente a vehículos procedentes de Japón y la Unión Europea busca también ofrecer un entorno más competitivo y balanceado en los mercados internacionales.
El medio detalló que la revisión de los aranceles y la nueva legislación de inversiones respondieron a un proceso de diálogo continuo entre ambas administraciones, en el cual se priorizó la necesidad de fortalecer la cooperación bilateral y estimular la confianza empresarial. Este escenario plantea una expectativa de incremento en las inversiones, el flujo comercial y una mayor integración entre los sectores industriales de ambos países.
El ajuste de los aranceles, sumado a la eliminación de gravámenes a componentes aeronáuticos, podría beneficiar tanto a los fabricantes surcoreanos como a sus socios estadounidenses, según puntualizó el medio. Del lado surcoreano, la medida permite una mejor posición competitiva frente a compañías japonesas y europeas; mientras que, desde la perspectiva estadounidense, se espera un mayor atractivo para las inversiones de Seúl en diversos sectores de la economía nacional.
El reporte señaló, además, que este anuncio refuerza la cooperación estratégica en áreas clave como la manufactura y el intercambio tecnológico, permitiendo que los beneficios se extiendan a lo largo de las cadenas de suministro binacionales. La fuente indicó que las autoridades de ambos países consideran que el nuevo enfoque arancelario podría traducirse en una generación adicional de empleo y en la consolidación de la relación comercial.
El desarrollo de nuevas normas comerciales y la reestructuración de las tarifas aplicadas al sector automotriz surcoreano forman parte de la orientación de las políticas económicas vigentes en Estados Unidos, dirigidas a mantener relaciones estables y predecibles con sus principales socios en Asia.
