Un tribunal de Irán condena en rebeldía a un año de prisión al director de cine Jafar Panahi

El reconocido cineasta enfrenta una nueva sentencia por “propaganda contra el régimen”, mientras sus abogados anuncian apelación tras dictarse también la prohibición de abandonar el país durante dos años y hallarse actualmente fuera de Irán

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En el fallo conocido este lunes, el cineasta iraní Jafar Panahi recibió una prohibición de abandonar Irán durante dos años, aunque se encuentra fuera del país en la actualidad. Según informó la agencia Europa Press, la medida fue impuesta por un tribunal revolucionario en el marco de una condena en rebeldía de un año de prisión por cargos de "propaganda contra el régimen". Los representantes legales del director de cine, entre ellos su abogado Mostafá Nili, anunciaron la presentación de una apelación tras operar esta decisión judicial.

La sentencia llegó meses después de que Panahi fuera distinguido internacionalmente al recibir la Palma de Oro en el Festival de Cannes por la película ‘Un simple accidente’, premio que se sumó al Oso de Oro que obtuvo en la Berlinale en 2015 gracias a 'Taxi Teherán', según consignó Europa Press. El tribunal determinó la prohibición de salida del país sin efectuar distinción por el hecho de que Panahi reside temporalmente en el extranjero, añadió el medio.

Europa Press detalló que Panahi había salido de Irán en mayo, después de haber estado restringido a permanecer en el país durante 15 años y de haber enfrentado un periodo bajo prisión. Poco antes de abandonar el territorio iraní y finalizar la pena previa, el director cumplió meses de encarcelamiento en la prisión de Evin. Durante su detención, el cineasta inició una huelga de hambre, hecho que generó atención internacional sobre su situación.

Según informó Europa Press, el levantamiento de las restricciones que le impedían viajar fuera de su país se produjo tras el cumplimiento de la anterior condena. La actual sentencia judicial se produce en un contexto en el que varias figuras culturales de Irán han sido sometidas a procesos judiciales o restricciones similares, bajo argumentos relacionados con la “propaganda contra el régimen” u otros cargos conexos.

Mostafá Nili, abogado de Panahi, comunicó la decisión del tribunal revolucionario a través de su cuenta en la red social X, donde puntualizó que, además del año de prisión, la orden judicial implica una limitación a la libre circulación internacional del director por dos años más. El medio Europa Press señaló la intención de la defensa de apelar el fallo dentro del curso judicial correspondiente.

Los antecedentes de Panahi con la justicia iraní incluyen una extensa serie de litigios provocados por sus producciones cinematográficas y sus posturas públicas respecto al gobierno. Hasta mayo de este año, el cineasta se encontraba bajo una prohibición para abandonar Irán desde hacía una década y media, elemento que acumuló notoriedad tras su detención previa y la reacción de la comunidad internacional del cine.

El caso de Panahi obtuvo eco mundial entre organismos de derechos humanos y sectores de la industria audiovisual, que han interpretado las acciones legales en su contra como una respuesta a sus opiniones y obras. Su más reciente galardón en Cannes volvió a focalizar el interés sobre su situación legal, pocos meses antes de la presentación de la nueva condena por parte del tribunal revolucionario, como expuso Europa Press.

La prisión de Evin, donde Panahi cumplió parte de su sentencia anterior, es un centro conocido por alojar a disidentes políticos y figuras públicas con fricciones frente al régimen. El cineasta iraní reconoció públicamente que llevó a cabo una huelga de hambre mientras permanecía en esas instalaciones, convirtiendo su caso en un símbolo de los desafíos enfrentados por los artistas críticos con las autoridades de Irán.

Los abogados de Panahi sostuvieron que los cargos de propaganda contra el régimen no se corresponden con el ejercicio de la libertad de expresión, y reiteraron que agotarán las instancias judiciales necesarias para revertir este último fallo, confirmó Europa Press. A la espera de la resolución sobre su recurso de apelación, Panahi queda pendiente de la aplicación efectiva de las penas mientras su situación migratoria permanece en un limbo legal, ya que las autoridades han implementado las restricciones a pesar de su actual residencia fuera de Irán.

La carrera de Jafar Panahi se ha caracterizado tanto por los reconocimientos a nivel mundial y los premios en festivales internacionales de cine, como por su historial de enfrentamientos legales con el gobierno de su país. La nueva sentencia ha reavivado el debate sobre el nivel de control ejercido por las autoridades iraníes en torno a las manifestaciones culturales y artísticas, según el seguimiento de Europa Press.