Según la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), la existencia de alertas y preocupaciones específicas sobre determinadas áreas obliga a que las aerolíneas valoren de manera individual su permanencia o regreso a rutas, resguardando la integridad de pasajeros y tripulaciones y actuando bajo el marco normativo correspondiente. El llamado principal, comunicado por IATA y recogido por varios medios, apunta a que los gobiernos respeten la autonomía de las compañías para analizar los riesgos asociados a operar en el espacio aéreo venezolano, subrayando que la seguridad constituye la prioridad estructural del sector.
Tal como publicó IATA, varias aerolíneas internacionales han mostrado disposición para retomar conexiones hacia o desde Venezuela, siempre que se verifiquen condiciones que garanticen operaciones seguras y eficientes. La asociación precisó que esta decisión depende de la valoración independiente de cada empresa sobre las amenazas vigentes y los posibles cierres del espacio aéreo, considerando las directrices de los organismos reguladores. De acuerdo con IATA, este proceso de evaluación cobra mayor importancia en contextos donde autoridades han publicado advertencias oficiales sobre posibles riesgos, lo que obliga al sector a incrementar su vigilancia y a actuar con máxima prudencia.
El medio citó además que la asociación manifestó que en episodios donde las alertas conducen a la suspensión o anulación de vuelos, las compañías están obligadas a cumplir con los marcos regulatorios internacionales. La organización sostuvo que la libertad de analizar cada situación, sin presiones externas, constituye una parte fundamental de la labor de las aerolíneas en la protección de la seguridad. IATA recalcó la importancia de que los principios de cumplimiento legal y resguardo de la vida prime sobre otras consideraciones en la toma de decisiones sobre operaciones aéreas.
En su mensaje, IATA reiteró que aunque favorece la permanencia de cielos abiertos, la protección de la integridad física de los viajeros y del personal de vuelo no puede verse comprometida, y recordó que la normativa internacional obliga a las empresas a suspender actividades o modificar rutas cuando los escenarios así lo requieren. La asociación manifestó que la seguridad continuará guiando todas las políticas y acciones de la aviación comercial, señalando que el respeto a la independencia de las compañías debe mantenerse para fortalecer la confianza de los usuarios y del sector.
Varias declaraciones emitidas por la organización a lo largo del año han enfatizado la interdependencia entre reguladores y operadores privados, insistiendo en que los gobiernos y organismos multilaterales deben evitar imponer criterios que restrinjan o condicionen el análisis profesional de las aerolíneas acerca de los riesgos operacionales. IATA concluyó que, en todos los casos donde hayan surgido inquietudes formales respecto al espacio aéreo venezolano o cualquier otro destino, las aerolíneas actuarán conforme a las normas internacionales, privilegiando la protección y los derechos de sus clientes y equipos.
El contenido difundido por IATA también destacó que el sector permanece atento a la evolución de la situación en Venezuela y mantiene canales activos de información entre los entes reguladores, las propias compañías y los gobiernos, con el objetivo de reanudar operaciones una vez se verifiquen condiciones que permitan hacerlo de forma segura y eficiente.
