El Papa denuncia en el Líbano a quienes "especulan sin escrúpulos" con la "desesperación de quien no tiene alternativas"

Guardar

El Papa León XIV ha clamado este lunes contra las personas y organizaciones que "especulan sin escrúpulos" con la "desesperación de quien no tiene alternativas".

Así lo ha indicado en un encuentro con obispos, sacerdotes, consagrados, consagradas y operadores pastorales, en el Santuario de Nuestra Señora del Líbano (Harissa), en el marco de su viaje apostólico a Turquía y Líbano, con motivo del 1.700 aniversario del primer Concilio de Nicea.

"Es el único modo para no sentirnos aplastados por la injusticia y la opresión, incluso cuando, como hemos oído, nos traicionan personas y organizaciones que especulan sin escrúpulos con la desesperación de quien no tiene alternativas. Sólo así podremos volver a esperar en el mañana, a pesar de la dureza de un presente difícil de afrontar", ha subrayado el Papa.

En su discurso, en el que ha recordado palabras de sus antecesores, Francisco y Benedicto XVI, León XIV ha subrayado la importancia de la oración, "puente invisible que une los corazones" para seguir trabajando, "incluso cuando alrededor retumba el ruido de las armas y las exigencias propias de la vida cotidiana se convierten en un desafío".

También ha invitado a favorecer la presencia de los jóvenes en las estructuras eclesiales, "apreciando su aportación de novedad y dándoles espacio". "Es necesario, incluso entre los escombros de un mundo con dolorosos fracasos, ofrecerles perspectivas concretas y viables de renacimiento y crecimiento para el futuro", ha agregado.

Así se ha pronunciado el Pontífice tras escuchar cuatro testimonios, el de un párroco del norte del Líbano, en la frontera con Siria; el de una religiosa directora de escuela que ha decidido quedarse bajo las bombas de Baalbeck; el de una filipina comprometida con la pastoral de los migrantes y el de un capellán de prisiones.

En concreto, sobre los migrantes, Prevost ha recordado que el Papa Francisco pidió "no permanecer indiferentes" ante "dramas semejantes". Por ello, León XIV ha invitado a comprometerse para que "nadie tenga que huir de su país debido a conflictos absurdos y despiadados, y para que quien llama a la puerta de las comunidades nunca se sienta rechazado, sino acogido".