
El Ejército de Estados Unidos ha confirmado varias operaciones conjuntas contra Estado Islámico junto a las fuerzas de seguridad sirias formadas tras la caída del régimen de Bashar al Assad a principios de diciembre de 2024, en las primeras acciones de este tipo desde que Damasco se sumara el mes pasado a la coalición internacional contra el grupo yihadista.
"Fuerzas del Mando Central de Estados Unidos (CENTCOM) y del Ministerio del Interior sirio localizaron y destruyeron entre el 24 y el 27 de noviembre más de 15 sitios que contenían depósitos de armas de Estado Islámico en el sur de Siria", ha indicado el propio CENTCOM en un comunicado, en el que afirma que los militares trabajaron con las fuerzas sirias para "identificar y eliminar" estos lugares en la provincia de Campiña de Damasco.
Así, ha especificado que durante estas operaciones fueron destruidos "más de 130 morteros y cohetes, múltiples fusiles de asalto, ametralladoras, minas anticarro y materiales para la fabricación de artefactos explosivos".
"Esta exitosa operación cimenta que los avances logrados contra Estado Islámico sean duraderos y que el grupo no pueda regenerarse ni exportar ataques terroristas contra Estados Unidos ni al resto del mundo", ha dicho el comandante del CENTCOM, Brad Cooper. "Permanecemos vigilantes y seguimos buscando de forma agresiva a los restos de Estado Islámico en Siria", ha zanjado.
La decisión de Siria de unirse a la citada coalición, encabezada por Washington, tuvo lugar tras el histórico encuentro celebrado en la Casa Blanca entre el presidente estadounidense, Donald Trump, y el ahora mandatario de transición sirio, Ahmed Al Shara, el primero en territorio estadounidense desde la caída de Al Assad a causa de una ofensiva de yihadistas y rebeldes encabezados por Hayat Tahrir al Sham (HTS), hasta entonces liderado por el propio Al Shara.
Las nuevas autoridades sirias, encabezadas por el antiguo líder del grupo yihadista Hayat Tahrir al Sham (HTS), Ahmed al Shara, han intentado estrechar lazos con la comunidad internacional para lograr una retirada de sanciones y obtener apoyos de cara a la reconstrucción y la estabilización del país tras más de trece años de guerra civil a causa de la represión de las protestas antigubernamentales de la 'Primavera Árabe' en 2011.
Entre los elementos espinosos de esta etapa de transición figura la posible integración de yihadistas y combatientes extranjeros que viajaron a Siria para combatir contra Al Assad, algunos de los cuales han recibido cargos en el seno de las nuevas autoridades y las fuerzas de seguridad, en medio de llamamientos de algunos países para que diversas de estas figuras sean detenidas y extraditadas.
Además, el principal aliado de Estados Unidos en su operación contra Estado Islámico en Siria han sido las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) con quienes fuerzas alineadas con el nuevo Gobierno sirio ha mantenido enfrentamientos en medio del proceso de reintegración de las instituciones autónomas kurdo-árabes del noreste del país.

