Rubio afirma que el fin de las negociaciones es que Ucrania sea "independiente y soberana"

Delegados de Ucrania y Estados Unidos exploraron en Florida escenarios para afianzar la estabilidad y el crecimiento nacional, mientras persisten diferencias clave por territorios ocupados y garantías militares según fuentes informadas de ambos equipos negociadores

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Durante la reunión de alto nivel realizada en Florida, la definición de las fronteras y la presencia de fuerzas rusas en territorios ocupados se destacó como el principal punto de discordia entre Ucrania y Estados Unidos, según informaron medios estadounidenses. El proceso negociador se centró nuevamente en el plan de paz de 28 puntos presentado en Ginebra, el cual sirvió como hoja de ruta para el análisis de los escenarios posibles respecto a la estabilidad y el crecimiento nacional de Ucrania. El medio estadounidense detalló que el encuentro contó con la participación del secretario de Estado Marco Rubio, el enviado especial Steve Witkoff, el asesor Jared Kushner por la parte estadounidense, y el jefe negociador Rustem Umerov en representación de Ucrania.

Según publicó la prensa local, el plan tratado busca garantizar la “independencia y soberanía” de Ucrania, tal como afirmó Rubio ante medios presentes tras la cita. El funcionario estadounidense precisó que, más allá de priorizar el cese del actual conflicto bélico, es indispensable acordar estructuras que aseguren a Ucrania autonomía política y perspectivas de desarrollo económico real y sostenible, evitando una simple reconstrucción posterior a la guerra. Rubio añadió que el potencial productivo del país puede sentar las bases de una etapa de crecimiento y transformación profunda, en tanto se consoliden acuerdos de seguridad y cooperación bilateral.

Rustem Umerov, citado por medios estadounidenses, expuso ante las delegaciones que la arquitectura de seguridad, la reconstrucción nacional y la promoción del crecimiento económico ocupan el centro de las inquietudes de Ucrania. Umerov agradeció las gestiones facilitadas por la administración estadounidense y recalcó la importancia de dar continuidad a los diálogos para construir un contexto favorable de estabilidad y proyección a largo plazo para la sociedad y las instituciones ucranianas.

De acuerdo con los reportes, las conversaciones de Florida se apoyaron en los lineamientos elaborados días antes en Ginebra, permitiendo dar seguimiento a los temas considerados más apremiantes. El medio estadounidense destacó que la persistencia de desacuerdos en torno al control de los territorios ocupados y las garantías de defensa militar determinó la agenda, ubicando a estas cuestiones como obstáculos para lograr un consenso definitivo. Las fuentes consultadas remarcaron que la discusión por la integridad territorial y la presencia de fuerzas extranjeras impacta en la viabilidad futura de cualquier pacto de paz y en el reconocimiento internacional de los límites ucranianos.

Durante los debates se abordó también la reorganización y modernización del aparato militar ucraniano, en referencia a reformas técnicas y estratégicas vinculadas a una eventual membresía en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Según detalló la prensa estadounidense, la redefinición del papel de las fuerzas armadas ucranianas constituye uno de los ejes críticos, ya que esta transformación condiciona tanto la seguridad nacional como las relaciones diplomáticas de Kiev con el bloque occidental.

Los delegados estadounidenses, según informaron diversos medios, pusieron énfasis en el potencial económico de Ucrania y en las oportunidades que surgirían tras la consolidación de la paz. Rubio aludió a las reservas de recursos del país como fundamento para diseñar políticas de impulso industrial, modernización tecnológica y apertura comercial. El objetivo, de acuerdo con la parte norteamericana, no solo reside en evitar la reactivación de episodios bélicos, sino en posicionar a Ucrania como un referente en la región europea.

La cobertura mediática recogió que, a pesar de hablarse de avances con respecto a las sesiones previas, ni los enviados estadounidenses ni sus interlocutores ucranianos precisaron detalles concretos sobre los acuerdos logrados o las divergencias aún activas. El hermetismo sobre los puntos en discusión marcó la dinámica de la cita, indicando que la agenda de garantías militares y cooperación económica de largo alcance se mantendrá sujeta a nuevas rondas de revisión y negociación.

El plan de paz consultado nuevamente en la cita de Florida, señalado por medios estadounidenses como el principal documento de referencia, integra propuestas orientadas a fortalecer la soberanía nacional, impedir futuras agresiones y estructurar la reconstrucción económica de Ucrania de manera planificada. Las rondas posteriores de reuniones —precisaron fuentes estadounidenses— harán uso de este documento para profundizar en cuestiones aún pendientes, poniendo el acento en encontrar soluciones integrales ante los retos de la ocupación territorial y el rediseño de las fuerzas armadas.

Durante el desarrollo del encuentro se subrayó que la respuesta a la situación de Ucrania dependerá de la superación de los desafíos referentes a las regiones bajo control ruso y a la definición clara de los roles militares internos y externos del país. La aspiración de Kiev a incorporarse a la OTAN también fue tema central, dado que continúa generando preocupación y debate tanto dentro como fuera de los foros bilaterales.

A lo largo de la reunión, el compromiso expresado por el equipo estadounidense consistió en respaldar la búsqueda de garantías sólidas para la seguridad y el desarrollo sostenido de Ucrania. Según consignó el medio original, la delegación de Washington reafirmó la intención de trabajar hacia la consolidación de condiciones que aseguren la estabilidad del país a largo plazo, más allá del cese de hostilidades.

Finalmente, ambos equipos negociadores coincidieron en la necesidad de mantener el esfuerzo diplomático, incrementando la cooperación en los próximos meses. Las delegaciones destacaron que los progresos son relativos, considerando la complejidad y sensibilidad de los puntos abiertos en la agenda. Según los reportes estadounidenses, el desenlace definitivo de las negociaciones dependerá de la evolución de los elementos pendientes detectados en este proceso, en particular la cuestión territorial y el sistema de seguridad militar que servirá de base para el eventual acuerdo de paz.