
El presidente colombiano Gustavo Petro alertó sobre la ausencia de autorización, tanto del Consejo de Seguridad de la ONU como del Senado estadounidense, para el uso de la fuerza contra Venezuela, advirtiendo que esta falta de legitimidad pone en entredicho cualquier medida que exceda un simple cierre de rutas aéreas. Sobre esta base, presentó un enérgico llamado a la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) a que reúna de inmediato a sus miembros para discutir las implicaciones legales de la decisión estadounidense y concrete una respuesta internacional, según reportó Europa Press.
La intervención del mandatario colombiano surge tras el anuncio realizado por Donald Trump a través de la red Truth Social, donde comunicó que el espacio aéreo de Venezuela y de áreas cercanas quedará bloqueado para todas las compañías estadounidenses. De acuerdo con Europa Press, Petro compartió su posición en la red X, explicando que ningún país tiene el derecho de cerrar sus cielos de manera unilateral y que la humanidad disfruta el derecho universal de volar libremente, aspectos que, según el mandatario, han quedado afectados por la decisión tomada desde Washington.
El medio Europa Press detalló que el presidente Petro asignó la responsabilidad de regular operaciones aéreas internacionales exclusivamente a la OACI, subrayando la necesidad de que el secretario general de esta organización actúe con premura. El mandatario señaló que, ante la medida impulsada desde Estados Unidos, todos aquellos operadores ajenos a la jurisdicción estadounidense deberán regirse solo por las directrices del organismo internacional y no por mandatos externos no avalados por la OACI.
Según la cobertura de Europa Press, Petro también recalcó que las compañías que opten por obedecer “órdenes ilegales sobre el espacio aéreo de ningún país” estarían incurriendo en violaciones a los acuerdos internacionales. Sostuvo que ninguna aerolínea debe suspender vuelos hacia Venezuela en contravención de la normativa establecida por la OACI, y sugirió que la comunidad internacional debería sancionar a quienes incumplan esas obligaciones. Dirigió su petición, además, a la Unión Europea, instándola a que fomente el restablecimiento de servicios aéreos regulares con Venezuela o, en caso contrario, aplique multas a las empresas que no reanuden sus operaciones según lo convenido en los marcos internacionales.
En lo relativo a la política nacional, Europa Press informó que Petro propuso sanciones administrativas para aerolíneas colombianas que se aparten de los lineamientos acordados con el Estado o la OACI y respondan en cambio a instrucciones dictadas por otros gobiernos. Para el jefe de Estado, el papel de la OACI como ente regulador internacional no puede quedar relegado frente a decisiones nacionales con impacto global, como la adoptada en esta oportunidad por Estados Unidos.
De acuerdo con lo reflejado por Europa Press, la controversia escaló cuando Trump justificó el cierre aéreo como una medida vinculada al combate al narcotráfico y la trata de personas, señalando que consideraría incluso la entrada militar a Venezuela para frenar esas actividades ilícitas. Esta declaración se produjo en un contexto de mayor presencia militar estadounidense próxima a la frontera venezolana, lo que motivó reacciones de preocupación en gobiernos sudamericanos.
Las consecuencias prácticas para aerolíneas y pasajeros figuran entre los puntos de atención destacados. La suspensión impuesta por Estados Unidos excluye de forma explícita al resto de aerolíneas internacionales, lo que, según advirtió Petro, traslada la responsabilidad de cumplimiento normativo a la OACI y a las autoridades locales fuera del ámbito estadounidense. La posible afectación a las rutas y servicios de transporte aéreo entre Venezuela y otros países latinoamericanos y europeos queda en revisión por parte de operadores y entidades reguladoras, en tanto el alcance y la legalidad de la medida continúan bajo análisis.
El llamado público del presidente colombiano, según Europa Press, busca sumar apoyo internacional y presión para que la OACI convoque una asamblea de emergencia. El objetivo sería, como precisó Petro, restituir la legalidad internacional, coordinar una posición común frente al bloqueo y prevenir una escalada de tensiones en la región. En sus intervenciones en X, sostuvo que "la única autoridad legítima para dictar regulaciones sobre vuelos internacionales corresponde a la OACI, no a decisiones unilaterales como la comunicada por Trump".
Según mencionó Europa Press, el marco normativo internacional y la soberanía estatal aparecen en el centro del debate, puesto que la gestión del espacio aéreo ha estado tradicionalmente bajo regulación multilateral. Petro insistió en que los principios fundamentales del derecho internacional deben preservarse y que los gobiernos y las corporaciones del sector aéreo no pueden reemplazar las directivas de los organismos competentes por mandatos surgidos de una administración nacional extranjera.
Este episodio, reportó Europa Press, coloca a la OACI ante una de las deliberaciones más relevantes de los últimos años. El organismo internacional deberá valorar la validez de la instrucción estadounidense, las obligaciones de las aerolíneas y la protección de los derechos de los pasajeros, en un entorno de creciente tensión geopolítica y con la estabilidad de los acuerdos de transporte aéreo regional en juego. Mientras tanto, las decisiones que tomen las entidades reguladoras y las aerolíneas marcarán el desarrollo de la coyuntura y los términos en que se articule la respuesta internacional al bloqueo planteado por Estados Unidos.
El examen de esta situación, publicado extensamente por Europa Press, refleja la dimensión del desafío para la diplomacia y la aviación civil en América Latina, y la importancia del respeto a los canales multilaterales ante cambios impuestos de manera unilateral en el acceso a los cielos internacionales.


