
El video divulgado por el Observatorio Venezolano de la Libertad Sindical (OVLS) ha generado alertas entre organizaciones defensoras de derechos humanos en Venezuela, dado que las imágenes captadas en cámaras de seguridad muestran a una persona—que, según dicha organización, sería José Elías Torres, secretario general encargado de la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV)—siendo trasladada esposada por agentes policiales. La difusión de este material se produjo después de la detención del dirigente sindical la noche del sábado en su residencia, evento que provocó una reacción inmediata de rechazo en ámbitos sindicales y civiles. Según publicó el OVLS, el operativo realizado por la policía plantea graves cuestionamientos en cuanto a su legalidad y al respeto de normas procedimentales básicas.
Según consignó el OVLS a través de su cuenta en la red social X, las imágenes muestran cómo el individuo esposado es escoltado por funcionarios, aunque la grabación no permite identificar sin lugar a dudas al dirigente. Pese a la incertidumbre visual, el Observatorio insiste en que la persona trasladada corresponde al máximo dirigente sindical de la CTV, figura reconocida por su participación activa en la defensa de los derechos laborales y su función como representante frente a la Organización Internacional del Trabajo (OIT). El OVLS defendió el papel de Torres al resaltar sus reiteradas gestiones en foros nacionales e internacionales destinados a fortalecer el diálogo social y la protección de la clase trabajadora.
El medio detalló además que el procedimiento de detención fue calificado como contrario a los preceptos legales y carente de fundamentos claros, situación que, según el OVLS, configura una privación arbitraria de la libertad. Las declaraciones públicas del Observatorio hicieron énfasis en la ausencia de causas justificadas para este tipo de acciones contra líderes sindicales con trayectoria reconocida. “No hay razón para detener a un dirigente sindical comprometido con la defensa de los derechos de la clase trabajadora”, publicó el organismo citado por medios venezolanos y organizaciones internacionales.
La Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV), cuya presidencia ocupa Carlos Ortega, ha sido objeto de presiones y riesgos en los últimos años, según relatos recogidos por la prensa venezolana. José Elías Torres, antes de su detención, habría señalado que Ortega salió del país en respuesta a amenazas directas contra la dirigencia de la organización. Fuentes internas de la CTV, consultadas por portales independientes y citadas tanto por el OVLS como por medios ligados a la oposición, interpretaron la detención de Torres como un intento de intimidar al movimiento sindical en su conjunto. Esta percepción se intensifica en un contexto donde las demandas por mejoras salariales y condiciones de vida han ido en aumento.
Junto al OVLS, otras organizaciones, como la ONG venezolana Provea, se han sumado a las exigencias de liberación inmediata para Torres. Provea identificó la detención como un episodio representativo de lo que define como tendencia al “cierre del espacio cívico” y la imposición de trabas a los derechos de asociación y sindicalización en Venezuela. En un comunicado recogido por varios medios, Provea recordó que persisten “decenas” de dirigentes sindicales sujetos a detención o a procesos penales, situación que se mantiene desde hace varios años bajo la administración de Nicolás Maduro.
De acuerdo con datos suministrados por Provea y divulgados en diversos espacios, más de 3.000 líderes sindicales han sido objeto de amenazas o actos de hostigamiento durante el actual gobierno. Los analistas contactados por el OVLS y Provea consideran que medidas de esta naturaleza afectan profundamente la dinámica del movimiento obrero, cuya libertad de acción resulta restringida por la presión estatal y el temor a eventuales represalias legales o administrativas.
La detención de Torres adquiere además particular relevancia, según el OVLS, dado su rol como delegado venezolano ante la OIT y su exposición en escenarios multilaterales de negociación colectiva y derechos laborales. El arresto del dirigente sindical no solo afecta a la CTV o al sindicalismo formal, sino que—tal como subrayan distintas fuentes—resuena como un precedente que podría condicionar la actuación de otros defensores laborales, tanto en grandes sindicatos como en organizaciones de base.
Reportes publicados en la prensa local y citados por el OVLS advierten que este caso crea preocupaciones adicionales dentro del movimiento sindical, ya que se interpreta como una advertencia a quienes busquen cuestionar públicamente las políticas gubernamentales o encabezar reclamos por incrementos salariales, prestaciones y garantías laborales. El contexto, de acuerdo a lo publicado por Provea, se caracteriza por una tendencia progresiva hacia la reducción de los márgenes de autonomía sindical, lo que se traduce en limitaciones para la organización de protestas y la interlocución con el Estado.
Provea mencionó que la existencia de obstáculos legales y medidas represivas contribuye a restringir la capacidad de los trabajadores para coordinar peticiones colectivas e incidir en el diseño de políticas sociales. Entre los aspectos señalados resalta la interferencia en la participación sindical en la elaboración de proyectos que buscan mejorar los niveles salariales, la seguridad social y las condiciones mínimas de trabajo en el país.
A través de sus recientes intervenciones públicas, el OVLS reiteró que la privación de libertad a representantes sindicales vulnera directrices reconocidas internacionalmente en materia de libertades asociativas y debido proceso. Subrayó que la detención de Torres se suma a una serie de episodios similares documentados en el ámbito laboral venezolano, lo que potencia la percepción de control estatal sobre la actividad gremial, de acuerdo con los datos registrados por organizaciones defensoras de derechos humanos.
La cobertura mediática del caso Torres sigue evolucionando, con diversas organizaciones locales e internacionales acompañando las exigencias de liberación. Estas instituciones insisten en la necesidad de respetar los derechos de quienes toman la representación formal de los trabajadores y participan en la gestión de intereses colectivos ante las autoridades y organismos multilaterales. El tratamiento que recibe el movimiento sindical venezolano ante hechos de esta naturaleza es percibido como indicativo de la actual situación de derechos laborales en el país, en un escenario caracterizado por la vigilancia de la actividad gremial y el endurecimiento de las condiciones para la protesta y la negociación colectiva.

