
La selección de artistas de Barcelona que participaron en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) incluyó tanto figuras ya consolidadas de la escena musical catalana como nuevos exponentes enfocados en la experimentación y la reinterpretación de géneros tradicionales. Tal como publicó la agencia EFE, el cartel de la FIL integró a solistas y agrupaciones que reflejaron la diversidad y el dinamismo característico de la capital catalana, lo que permitió al público local adentrarse en expresiones que transitaron desde la música ancestral hasta propuestas urbanas y contemporáneas. En esta edición, la estrategia de la feria consistió en ampliar sus horizontes artísticos, favoreciendo no solo la promoción de la literatura, sino también el fortalecimiento de los vínculos culturales entre México y Barcelona, ciudad invitada de honor que marcó la pauta en la agenda artística.
Según EFE, más de dos mil asistentes se congregaron en el Foro FIL durante la inauguración, cifra que representó una de las mayores convocatorias en el calendario de la feria. El espectáculo de apertura estuvo a cargo de Love of Lesbian, banda reconocida de Barcelona, respaldando una de las decisiones centrales de los organizadores: el impulso de una programación musical que complementó y renovó la oferta tradicional del evento. El medio informó que la inclusión del concierto inaugural buscó responder a una demanda por experiencias integrales, en las que la voz y la música actuaran como aliados de la palabra escrita y enriquecieran la vivencia de la feria.
La agencia EFE detalló que, junto a Love of Lesbian, fueron parte de la inauguración artistas representativos de la cultura catalana, como Joan Garriga i el Mariatxi Galàctic, conocidos por fusionar la música local con influencias internacionales, y la cantante Queralt Laho, cuya propuesta incorpora la mezcla de géneros. Roger Mas, acompañado por la Cobla Sant Jordi-Ciutat de Barcelona, se encargó de acercar al público algunas de las piezas más tradicionales del cancionero catalán, subrayando la presencia de la herencia cultural en la edición de este año.
A lo largo de los nueve días de la FIL, el programa musical contempló actuaciones de solistas y conjuntos pensados para abarcar un panorama amplio: desde Lucia Fumero, quien trabaja la integración entre el jazz y la canción de autor, hasta el dúo Desilence, encargado de proponer una experiencia en la que el componente visual y sonoro se unieron. La inclusión de Tarta Relena y Maria Arnal aportó miradas acerca de la reelaboración de los estilos folk y la actualización de los repertorios regionales. Mushkaa, enfocada en los ritmos urbanos, La Sra. Tomasa, que recurre a la mezcla de estilos mestizos, y Rigoberta Bandini, representante del pop emergente de Barcelona, también figuraron en la programación, informó EFE.
Los organizadores transmitieron a la agencia la finalidad de este enfoque: fortalecer los lazos entre Cataluña y México y crear un espacio de reconocimiento mutuo, donde el intercambio artístico ofreciese una muestra representativa del contexto cultural barcelonés. Según la información recabada por EFE, la feria de este año buscó así redefinir el lugar de la música en su itinerario y subrayar su función como elemento integrador de identidades, sumando a la literatura un abanico de manifestaciones que atraviesan distintas generaciones y trayectorias.
La integración de proyectos musicales en el programa fue, según la agencia, una apuesta por una FIL renovada, orientada a consolidarse como una plataforma abierta tanto al diálogo artístico como a la construcción de redes colaborativas internacionales. La variedad en la procedencia, edad y estilo de los artistas invitados reflejó una estrategia deliberada, informaron los responsables a EFE, dirigida a reunir propuestas históricas y emergentes que permitieran el encuentro entre públicos heterogéneos.
El reconocimiento a la convivencia de literatura y música resultó evidente en la apreciación de los asistentes, según publicó EFE. Participantes y espectadores coincidieron en que esta combinación facilitó nuevas formas de interpretación y experiencias que superaron las fronteras convencionales entre los géneros artísticos. La programación de la FIL, en este contexto, representó un motor para la interacción entre públicos catalanes y mexicanos, mostrando la disposición de Barcelona a integrarse en circuitos de intercambio cultural más amplios y proyectando una imagen internacional renovada para el evento.
La propuesta rescató, según EFE, la importancia de la diversidad musical y del diálogo transcontinental no solamente como adición al evento literario, sino como elemento central que nutre el alcance y la proyección de la feria. Voces entrevistadas por la agencia destacaron el valor de la colaboración México-España en el desarrollo de redes que favorezcan la movilidad y la visibilidad de proyectos artísticos de ambos territorios.
La agencia EFE indicó que la experiencia de esta edición estableció nuevas bases para la FIL, que amplió su identidad e inauguró una etapa caracterizada por la integración de distintas disciplinas, atención a novedosos lenguajes y fomento de vínculos entre artistas de perfiles diversos. Los organizadores señalaron a EFE la intención de continuar explorando modelos similares en futuras convocatorias, sustentados por el éxito en la recepción del público y la repercusión mediática obtenida.
Todo este planteamiento convirtió a la FIL en un foro que, según los reportes de EFE, promovió la cohesión de audiencias de diferentes edades e intereses a través de la música y la literatura, reafirmando su papel como espacio de referencia internacional para el intercambio creativo y el fortalecimiento de la cooperación cultural entre países.


