
Montserrat, Lluís y Maricel Cayuela Gally ofrecieron en Ciudad de México testimonios personales sobre la herencia del exilio catalán, destacando cómo la memoria familiar y los valores de apertura y dignidad siguen presentes entre los descendientes de quienes tuvieron que abandonar su país tras la Guerra Civil española. El acto, detallado por la Generalitat en un comunicado institucional, se enfocó en la preservación de la memoria histórica como elemento esencial para construir una sociedad democrática, abordando el impacto social y humano de la emigración forzada. Esta ceremonia, presidida por Salvador Illa durante su primera visita oficial como presidente de la Generalitat de Cataluña, puso en primer plano el compromiso renovado con la cooperación internacional y la defensa de los derechos humanos en un contexto internacional atravesado por nuevas crisis.
Según informó la Generalitat, la jornada contó con la participación de descendientes de exiliados catalanes y figuras mexicanas vinculadas al legado democrático en ambas naciones. Salvador Illa encabezó la ceremonia en la capital mexicana, donde enfatizó la importancia de recuperar y transmitir la memoria del exilio para garantizar una sociedad participativa. Illa definió la Cataluña actual como un territorio solidario y centrado en la dignidad humana, y subrayó el rol de México en la acogida de refugiados el siglo pasado, destacando el valor de replicar ese ejemplo frente a los retos humanitarios contemporáneos. “La Cataluña que queremos proyectar en el mundo es una Cataluña solidaria y comprometida con la dignidad humana”, declaró Illa, según consignó la Generalitat.
Durante su intervención, el presidente catalán hizo referencia al valor fundamental de preservar el recuerdo de quienes debieron abandonar su patria por motivaciones políticas o ideológicas, y advirtió ante los presentes: “Sin memoria no podemos construir futuro”. Este mensaje, recogido por la Generalitat, se orientó a resaltar cómo la transmisión de esa experiencia contribuye a consolidar sociedades abiertas y resilientes ante crisis y desplazamientos. Además, el evento sirvió de escenario para que los descendientes de exiliados, así como figuras mexicanas ligadas al compromiso democrático y humanitario, compartieran sus relatos personales y familiares.
Entre los oradores del acto destacaron Cuauhtémoc Cárdenas, hijo del expresidente mexicano Lázaro Cárdenas; Jaume Coll, editor de la obra de Josep Carner; Rosa Maria Duran Gili, exiliada e hija de Ot Duran, procurador de la Generalitat; y Mari Carmen Serra Puche, nieta del filósofo y político exiliado Jaume Serra i Húnter. El medio institucional catalán relató que los participantes pusieron de manifiesto cómo la vivencia del exilio marcó a sus familias y cómo la memoria de esos hechos se transmite de generación en generación. Los testimonios recalcaron el papel de México como refugio para los perseguidos políticos durante el siglo XX, lo que reforzó los lazos entre ambos territorios en cuanto a apertura y convivencia democrática.
El evento, según la Generalitat, analizó la manera en que tanto Cataluña como México gestionaron históricamente la acogida de personas desplazadas, remarcando la responsabilidad de ofrecer protección y asilo en contextos de persecución política o conflicto armado. Durante la ceremonia, los ponentes y organizadores reiteraron la importancia de resguardar la memoria histórica, considerándola un fundamento sobre el cual fortalecer los valores democráticos definitorios de las sociedades catalana y mexicana.
En su discurso, Salvador Illa abordó también crisis humanitarias actuales. Según confirmó la Generalitat, el presidente catalán afirmó ante los asistentes: “No queremos mirar a otro lado cuando pasan desgracias en Gaza o en Ucrania”. Con esta declaración, Illa expresó el rechazo a la indiferencia ante guerras y tragedias humanas, y defendió que tanto Cataluña como la comunidad internacional tienen la responsabilidad de ofrecer asilo y protección a quienes se ven obligados a escapar del conflicto y la represión, tal como México lo hizo con los refugiados españoles.
La Generalitat comunicó que la jornada tuvo el carácter de ejercicio de memoria y reconocimiento, tanto para los sobrevivientes del exilio como para sus descendientes, haciendo hincapié en la necesidad de transmitir esta experiencia para fortalecer sociedades que se caractericen por la participación, la solidaridad y la apertura ante los desafíos globales y las nuevas formas de violencia y desplazamientos forzados. Los organizadores resaltaron la vigencia del legado del exilio como guía para abordar situaciones humanitarias actuales.
Durante el evento, Illa propuso que Cataluña y México pueden servir de ejemplo en la construcción de una “nueva fraternidad”, ampliando la cooperación y el respeto a la diversidad cultural. Según detalló el comunicado oficial, el presidente catalán planteó extender esta política de colaboración y apertura hacia otros países de América Latina, con la finalidad de fortalecer la cooperación regional para responder ante nuevos desafíos globales.
El acto celebrado en Ciudad de México inauguró, de acuerdo con la Generalitat, la estrategia internacional de la nueva administración catalana, en la que la cooperación, el diálogo y la apertura constituyen ejes fundamentales de la política exterior. El objetivo es emplear la memoria histórica como instrumento para dialogar acerca de migraciones, asilos y derechos humanos, así como para promover respuestas conjuntas frente a problemáticas comunes.
Según reportó la Generalitat, el enfoque del evento mostró que las enseñanzas derivadas del exilio catalán continúan siendo útiles como referencia ante las crisis contemporáneas, proponiendo que la memoria y la defensa de los derechos humanos sigan siendo motores para la acción exterior catalana. Los organizadores sostuvieron que la reafirmación de los valores democráticos y el recuerdo constante de lo vivido por los exiliados son elementos indispensables para que Cataluña y México sigan fomentando sociedades abiertas y solidarias.
Illa insistió en su discurso en que las respuestas a los desafíos globales deben fundamentarse en la protección de la dignidad y la justicia, así como en la cooperación intercultural. Según confirmó la Generalitat, la actividad en Ciudad de México funcionó como una reafirmación de la continuidad y el fortalecimiento de los vínculos históricos y presentes entre Cataluña y México, resaltando la importancia de las relaciones exteriores apoyadas en la memoria común, la defensa de los derechos humanos y la atención solidaria frente al desplazamiento ocasionado por guerras o persecuciones.
El inicio de la visita oficial de Salvador Illa a México se consolidó, con este acto, como una plataforma para dar a conocer ante la comunidad internacional los proyectos globales de la administración catalana, resaltando la fraternidad internacional que ha unido a México y Cataluña desde el siglo pasado. La Generalitat remarcó que esta jornada representa la vigencia de esos lazos y sugiere un modelo de cooperación y memoria orientado a los desafíos actuales.

