El Ejército de Nigeria rescata a siete jóvenes secuestradas en el norte del país

En una operación realizada por fuerzas militares, policiales y de apoyo aéreo, fueron recuperadas siete adolescentes que permanecían retenidas por un grupo armado en una zona conflictiva del norte de Nigeria, donde persiste la amenaza de nuevas desapariciones

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El Ejército de Nigeria reportó la muerte de una mujer de 60 años en la misma área donde las fuerzas de seguridad liberaron a siete adolescentes que habían permanecido retenidas por integrantes de bandas armadas en el norte del país, según informó la institución a través de un comunicado citado por medios locales. El rescate se realizó en Tsanyawa, estado de Kano, el sábado por la noche, e involucró el despliegue conjunto de personal militar, policial y de la Fuerza Aérea, en el contexto de la Operación MESA. De acuerdo con el Ejército de Nigeria, esta operación se ejecutó aproximadamente a las 23:00 horas en una región frecuentemente utilizada como refugio por grupos denominados "bandidos", marcando un nuevo episodio en la lucha contra los secuestros en zonas rurales del país.

Según detalló el medio, la exitosa intervención fue encabezada por la 3.ª Brigada del Ejército junto a unidades especializadas de apoyo aéreo y patrullas policiales. Durante la operación se consiguió rescatar a las siete jóvenes, quienes previamente habían sido capturadas por un grupo armado que mantiene actividad recurrente en la región. El comunicado difundido a través de la cuenta oficial en la red social X precisó que tras la liberación, los presuntos secuestradores escaparon del área trasladándose hacia Kankia, localidad en el estado vecino de Katsina, lo que representa un nuevo obstáculo para las labores de localización de otras personas aún desaparecidas.

El fenómeno de los secuestros masivos representa una preocupación creciente en Nigeria, especialmente en los estados del norte y el oeste, donde el accionar de grupos armados se ha intensificado durante los últimos meses. Según consignó el Ejército de Nigeria, tras el rescate de las adolescentes en Kano, todavía permanece desaparecido un grupo adicional de siete personas, por lo que la búsqueda continúa de manera ininterrumpida. Las fuerzas de seguridad han incrementado la vigilancia y los puntos de control en las áreas consideradas de mayor riesgo, particularmente en torno a comunidades rurales y establecimientos educativos, ante la persistencia de estos incidentes.

El medio señaló que el impacto de la inseguridad en la región no se limita al caso de Tsanyawa. En días recientes, se registró el secuestro de más de 300 estudiantes y profesores en Papiri, en el oeste del país, lo que profundizó la alarma entre la población y las autoridades educativas. Estas acciones delictivas suelen estar motivadas por la obtención de rescates o la extorsión de las familias y generan presión constante sobre los gobiernos locales.

La Operación MESA, bajo la coordinación de diversas ramas de las fuerzas armadas y agentes de seguridad interna, ha adoptado como estrategia el despliegue simultáneo de recursos en tierra y en el aire. El Ejército de Nigeria, en declaraciones oficiales, ratificó la continuidad de este tipo de operativos para tratar de ubicar a quienes siguen sin ser encontrados y para dificultar la reorganización de los grupos armados en la zona. Las intervenciones coordinadas con el gobierno local buscan reforzar la protección de comunidades vulnerables, donde los ataques y secuestros representan un desafío persistente.

Mientras los esfuerzos militares prosiguen para localizar a las personas desaparecidas y restringir la movilidad de los "bandidos", el Ejército de Nigeria recordó el compromiso de mantener la presión hasta dar con el paradero de quienes aún permanecen en cautiverio, según publicaron en sus canales oficiales. La colaboración de diferentes organismos humanitarios y líderes comunitarios se ha sumado a estas iniciativas, implementando medidas de apoyo para las familias de las víctimas y requiriendo de las autoridades un enfoque más constante en la protección y prevención en áreas especialmente expuestas a estos ataques.

El aumento en la vigilancia de escuelas y espacios frecuentemente señalados como blanco de secuestradores revela la magnitud del problema, mientras la cobertura internacional y los reclamos de la sociedad civil piden respuestas más eficaces del gobierno federal. El fenómeno de los secuestros mantiene en alerta a varios estados en Nigeria, donde se han reforzado protocolos de emergencia y estrategias de vigilancia, según informaron distintas autoridades a medios nacionales.

El Ejército confirmó que la liberación en Tsanyawa representa apenas un avance parcial frente a una problemática que no da señales de disminuir. La búsqueda de las siete personas que permanecen desaparecidas continúa, con participación de fuerzas militares, policiales y de la Fuerza Aérea, como parte de un esfuerzo que ha involucrado la coordinación entre administraciones locales y el despliegue de más patrullas en rutas y espacios rurales del norte del país. La presión sobre estos grupos armados se mantiene, mientras la preocupación por la seguridad de las comunidades vulnerables y las instituciones educativas sigue ocupando el centro del debate público en Nigeria.