Chile niega un aumento significativo de los flujos migratorios hacia Perú

Autoridades enfatizan que el paso fronterizo de Tacna mantiene su actividad habitual pese a filas y retenciones causadas por la intensificación de requisitos que aplica Lima, mientras negaron la existencia de variaciones relevantes en la tendencia migratoria detectada

Guardar

El endurecimiento reciente de los controles migratorios en la frontera sur de Perú, según reportó Europa Press, ha resultado en la formación de extensas filas de camiones y la retención temporal de migrantes y transportistas en el paso de Tacna, generando un impacto directo en el tránsito habitual de personas y mercancías. Esta situación responde a la decisión de Lima de reforzar los requisitos de ingreso, destacando la exigencia de visados obligatorios, especialmente para ciudadanos venezolanos, y la presencia militar y policial ampliada bajo el marco de un estado de emergencia de sesenta días en los distritos de Palca, Tacna y La Yarada. Si bien estos cambios han modificado la operatividad diaria de la frontera, las autoridades chilenas insisten en que no existe un repunte importante en los flujos migratorios hacia Perú.

De acuerdo con la información publicada por Europa Press, el subsecretario del Interior de Chile, Víctor Ramos, afirmó que las estadísticas sobre el movimiento de personas en el paso internacional de Tacna no muestran variaciones sustanciales en comparación con años anteriores o con otras temporadas de alta demanda. Durante una visita a la Región de Arica y Parinacota junto al subsecretario de Seguridad Pública, Rafael Collado, Ramos atribuyó la percepción de incremento en los traslados a la intensificación de los procedimientos aplicados en el lado peruano, más que a un cambio real en la cantidad de migrantes que cruzan la frontera.

El medio Europa Press subrayó que los controles implementados por las autoridades peruanas han incluido el reforzamiento de patrullas y retenes, la verificación exhaustiva de documentos y la revisión de vehículos de carga, trasladando un efecto inmediato a la movilidad tanto de migrantes como de transportistas comerciales. El gobierno peruano vincula estas acciones al objetivo de frenar episodios de violencia y a la necesidad de contener la criminalidad en la zona sur. Conforme a lo reportado por Europa Press, los grupos afectados por las nuevas reglas incluyen a migrantes en tránsito hacia terceros países, ciudadanos que buscan regresar a sus territorios de origen, y conductores de transporte internacional de mercancías.

En declaraciones recopiladas por Europa Press, Ramos puntualizó que “el flujo migratorio no cambia respecto a otros momentos del año ni en otros periodos de años similares”, desmintiendo la existencia de un aumento relevante en la cantidad de personas en tránsito hacia Perú, aun tras la aplicación de los nuevos requisitos. El subsecretario también relacionó el endurecimiento de la política peruana de control migratorio con la estrategia adoptada previamente por Chile en su frontera norte, donde se ajustaron las inspecciones y se intensificó la vigilancia para enfrentar el ingreso irregular.

Tal como consignó Europa Press, la respuesta del gobierno chileno frente a los desarrollos actuales se apoya en la comunicación y el monitoreo conjunto. Chile descarta por ahora la aplicación de nuevas restricciones y se concentra en mantener la cooperación bilateral con Perú, evaluando posibles ajustes a partir de la evolución de los patrones migratorios y de las condiciones de seguridad en la frontera. Ramos recalcó la importancia de “acuerdos y coordinaciones internacionales” para resolver las cuestiones derivadas de la dinámica fronteriza y de la migración en Latinoamérica.

El escenario, según refleja Europa Press, se mantiene en revisión permanente por parte de ambos gobiernos, cuyos equipos trabajan de manera coordinada para ajustar las respuestas conforme se presenten nuevos desafíos o modificaciones en los flujos de migrantes. Además, el medio señala que el contexto político interno chileno añade un componente adicional de incertidumbre: la inminente segunda vuelta electoral podría influir de forma directa en la política migratoria. Propuestas como la de José Antonio Kast, candidato del Partido Republicano, incluyen medidas orientadas al cierre total de fronteras con Perú y Bolivia y la expulsión rápida de migrantes irregulares, lo que marcaría un cambio significativo en la gestión actual y en el marco de colaboración regional.

En Perú, la administración sostiene su decisión de aplicar una política estricta de control de fronteras, respaldada públicamente por el presidente José Jerí, quien a través de la red social X expresó: “Nuestras fronteras se respetan”. Las medidas en vigor han reforzado la presencia militar y policial en la franja sur del país, priorizando el cumplimiento del estado de emergencia y la restricción del acceso a migrantes en situación irregular.

Europa Press destaca que la principal repercusión de estas normas recae sobre los grupos de migrantes venezolanos, quienes afrontan ahora obstáculos adicionales al intentar cruzar hacia Perú, bien sea para buscar trabajo, reunirse con familiares o continuar su trayecto hacia otros países. Las nuevas condiciones han desembocado en la acumulación de personas a la espera de trámites migratorios y en bloqueos sobre rutas clave del comercio bilateral, afectando la dinámica de intercambio económico y generando mayores exigencias en la gestión logística y de seguridad.

De acuerdo con lo detallado por Europa Press, los equipos de vigilancia fronteriza de Chile y Perú mantienen reuniones para monitorear en tiempo real la situación y preparar eventuales reajustes ante cualquier cambio relevante en las tendencias migratorias o en el riesgo de alteraciones en la seguridad en la región.

La situación evidenciada por los controles más estrictos refleja una complejidad creciente en la administración de los pasos fronterizos de Sudamérica, donde la variación en las políticas nacionales y las respuestas coyunturales pueden modificar de manera rápida tanto el desplazamiento de migrantes como la operatividad del comercio internacional. El seguimiento de los índices migratorios y el diálogo permanente entre ambas administraciones constituyen, según los voceros consultados por Europa Press, los pilares sobre los cuales se proyectan eventuales actualizaciones en la gestión del tránsito internacional por Tacna.