
El ministro del Interior español expresó inquietud acerca de la efectividad de los centros de retorno de migrantes, una medida promovida por algunos Estados miembros, aludiendo al posible impacto desfavorable que dichos centros podrían ocasionar en las relaciones con los países de origen. Durante la novena edición de la cumbre MED5, celebrada en Malta con la participación de Chipre, Grecia, Italia, Malta y España, el responsable de Interior defendió como eje central la necesidad de intensificar los esfuerzos para contener la inmigración irregular desde su punto de partida, vinculando este enfoque con la colaboración y confianza mutua entre Europa y las naciones africanas. Según publicó Europa Press, el evento giró en torno a la consolidación de una política migratoria basada en la prevención en origen, la cooperación internacional y la solidaridad entre países miembros de la Unión Europea.
En su intervención ante el plenario, el ministro subrayó que la disminución del 63% en las llegadas irregulares a Canarias se ha producido al vincularse firmemente a una estrategia que prioriza la acción preventiva en los territorios de origen. Explicó que este descenso coincide con la implementación de medidas concretas orientadas tanto a reforzar los vínculos estratégicos con África como a la canalización de recursos desde Europa hacia el continente africano, buscando frenar la migración antes de que alcance suelo comunitario. De acuerdo con Europa Press, el titular enfatizó la importancia de mantener y fortalecer este modelo, argumentando que la experiencia acumulada demuestra que los acuerdos de colaboración que generan beneficios recíprocos y confianza con los socios africanos logran resultados efectivos en la reducción del flujo migratorio irregular.
Durante el encuentro, Grande-Marlaska insistió en que el principal objetivo debe residir en la prevención en origen, una postura que defendió ante sus homólogos de los países mediterráneos presentes. De acuerdo con Europa Press, detalló que para asegurar avances sostenibles en la gestión de migración, resulta indispensable el incremento de recursos financieros y el establecimiento de mecanismos conjuntos que permitan enfrentar desafíos como la presión migratoria en las fronteras exteriores de la Unión Europea. El ministro destacó, a su vez, que la experiencia en las relaciones con los países africanos avala el enfoque basado en la cooperación estructurada, y señaló que "solo a través de acuerdos integrales se logran resultados efectivos en el control de los movimientos migratorios".
En el ámbito de la gestión migratoria europea, Grande-Marlaska puso sobre la mesa la urgencia de que el llamado principio de solidaridad efectiva se materialice en apoyo tangible y esfuerzos concretos para las naciones miembros más afectadas. "Reafirmamos la importancia de garantizar que el mecanismo de solidaridad proporcione un apoyo adaptado a las necesidades de los Estados miembros que se enfrentan a la presión migratoria", planteó el titular del Interior, según consignó Europa Press, destacando la inminente puesta en marcha de un mecanismo anual de solidaridad que establecerá contribuciones y requerimientos específicos ajustados a la situación de cada país.
Otro de los puntos abordados en profundidad durante la cumbre fue el refuerzo de la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas (Frontex). Europa Press informó que la declaración conjunta de los cinco países mediterráneos aboga por ampliar el papel de Frontex, dotándola de competencias tanto para intensificar la vigilancia en aguas internacionales como para ejecutar operaciones de retorno desde países terceros y participar en programas de reintegración más robustos. De acuerdo con lo publicado por Europa Press, los firmantes consideran fundamental que la agencia disponga de mayor flexibilidad y capacidad de actuación en la acción exterior, lo que permitan una gestión integral del fenómeno migratorio y respalden la colaboración sustentable con naciones de origen y tránsito.
La declaración conjunta suscrita en la cumbre pone especial énfasis en que la aplicación del nuevo pacto migratorio europeo garantice la obligatoriedad del mecanismo de solidaridad. Según reportó Europa Press, los ministros de Interior, Migración y Asilo de los países participantes reclamaron que ese mecanismo ofrezca respaldo preciso y oportuno, en particular para los Estados miembros situados en primera línea de presión migratoria, como los que conforman la región mediterránea.
Entre los compromisos adoptados por los participantes figura la promoción de iniciativas dirigidas a afrontar las causas estructurales de la migración. Europa Press detalló que estos programas consisten en fomentar el desarrollo de oportunidades laborales en los países de origen y en crear vías legales y reguladas para la migración hacia la Unión Europea. La intención radica en reducir la presión sobre las rutas irregulares, mientras se sientan las bases para una movilidad más organizada y sostenible. Tal como explicó el medio, el desarrollo de este marco orientado a la movilidad regular requiere una base de cooperación internacional constante y la articulación de medidas que favorezcan entornos estables y colaborativos entre Europa y los estados africanos, así como aquellos países empleados como rutas de tránsito hacia el continente europeo.
De acuerdo con Europa Press, el titular del Interior español concluyó que la búsqueda de nuevas medidas e innovaciones en migración debe estar fundada en el respeto a la función que cumplen los actores internacionales tanto en la Unión Europea como en los países asociados, y advirtió sobre el riesgo de que las soluciones unilaterales o los mecanismos restrictivos erosionen la cooperación exterior, esencial para mantener activos los acuerdos y programas humanitarios y de desarrollo.


