Hong Kong comienza tres días de luto por las víctimas del gran incendio de Wang Fuk

Al menos 128 personas han muerto y más de 200 siguen desaparecidas tras el incendio que devastó Wang Fuk en Tai Po; miles han perdido sus hogares y el gobierno despliega apoyo urgente para los damnificados, entre críticas a la seguridad

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Las autoridades han reportado que más de 1.200 familias solicitaron asistencia de emergencia luego del incendio que arrasó el complejo de apartamentos Wang Fuk en Tai Po. La secretaria de Interior y Asuntos de la Juventud de Hong Kong, Alice Mak, explicó que esperaban completar el desembolso de las ayudas en cuestión de días, y que más de 700 residentes se alojaban en nueve refugios habilitados. El siniestro, que comenzó el pasado miércoles, dejó hasta el momento 128 fallecidos confirmados y más de 200 personas siguen desaparecidas, según detalló el medio Hong Kong.

El jefe ejecutivo de Hong Kong, John Lee, encabezó este sábado los tres minutos de silencio iniciales en el arranque de los tres días de luto oficial decretados tras la tragedia. El gobierno declaró el duelo por las víctimas y anunció la bajada de banderas a media asta en edificaciones institucionales, la instalación de puntos de condolencia en los 18 distritos de la ciudad y la apertura de libros para despedidas escritas, informó Hong Kong.

Las llamas iniciaron en una red de protección que cubría los pisos inferiores de uno de los edificios sometidos a reformas, y en pocos minutos el fuego se propagó a través de paneles de espuma colocados en el exterior de las ventanas, vinculados a los trabajos de renovación. El incendio saltó de un edificio a otro en la urbanización, compuesta por ocho bloques, de los cuales siete resultaron afectados. El Departamento de Trabajo certificó que recibió el año pasado denuncias de residentes sobre deficiencias en la seguridad contra incendios vinculadas a la malla de construcción y los andamios, aunque las primeras investigaciones sugieren que la red utilizada sí cumplía con los estándares de resistencia al fuego, según consignó el medio.

Ocho personas fueron detenidas en el marco de las pesquisas, entre ellas dos directores y un consultor de ingeniería de Prestige Construction & Engineering, la empresa encargada de la renovación en Wang Fuk Court. Tres de los arrestados se encuentran actualmente en libertad bajo fianza. El director de servicios de bomberos, Andy Yeung, remarco que los sistemas de alarma en los ocho bloques "podrían no haber funcionado correctamente", y que se emprenderán acciones contra los contratistas responsables del sistema de seguridad contra incendios, reportó Hong Kong.

Para atender a las personas cuyas viviendas resultaron destruidas, John Lee informó que el gobierno dispondrá de unas 1.800 unidades de vivienda pública para realojar a los damnificados, y cada hogar afectado recibirá un subsidio de manutención de 50.000 dólares de Hong Kong, equivalentes a unos 5.500 euros, a partir de la próxima semana. Regina Ip, miembro del Consejo Legislativo local, señaló a Bloomberg Television que, junto a la asistencia oficial, son necesarias donaciones ciudadanas y empresariales para mantener la ayuda, ya que miles de personas resultaron desplazadas y muchas perdieron sus propiedades, según citó Hong Kong.

Parte de los afectados han tenido que mudarse a viviendas de transición en áreas remotas, lo que implica modificaciones en su rutina laboral y en la escolarización de los menores de edad, según expresó Ip en declaraciones que recogió el medio. Además del despliegue gubernamental, organizaciones benéficas asociadas a figuras empresariales locales, como la Fundación Li Ka Shing y grandes compañías de China, ofrecieron apoyo. El Jockey Club de Hong Kong anunció una donación de hasta 170 millones de dólares hongkoneses (casi 20 millones de euros). Otras fundaciones y grandes empresas de la China continental también participaron, entre ellas entidades vinculadas al cofundador de Alibaba, Jack Ma, Tencent Holdings y BYD Group, publicó Hong Kong.

Una parte significativa de los habitantes de Wang Fuk Court, complejo construido con fines sociales en la década de 1980, superan los 65 años de edad. Algunos de estos residentes vivieron allí durante décadas antes de perder sus hogares en pocas horas a causa del incendio. Además de los habitantes locales, sufren las consecuencias muchas trabajadoras domésticas procedentes de Filipinas e Indonesia, quienes repentinamente se vieron sin un lugar donde residir ni acceso fácil a ayuda, según publicó el medio.

A medida que avanza la operación de búsqueda para localizar restos mortales de más víctimas, las autoridades advierten que la cifra de personas que han perdido su residencia podría superar varios miles, dada la magnitud del daño en siete de los ocho bloques del complejo, de acuerdo con los datos proporcionados por Hong Kong. Numerosas familias permanecen a la espera de noticias sobre sus allegados desaparecidos, mientras el gobierno y los voluntarios trabajan para paliar las necesidades inmediatas generadas por la emergencia.