
La experiencia de Miriam, quien relató: “Llegué rota, sin recursos y con miedo. Hoy tengo un empleo, independencia económica y, por primera vez, un futuro para mis hijos y para mí”, refleja el impacto de los programas de inserción laboral en la vida de mujeres que han sido víctimas de violencia de género. En el marco del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, Fundación Integra lanzó una campaña de sensibilización que, según reportó la entidad, busca recalcar que la superación de la violencia solo resulta posible cuando las mujeres afectadas logran alcanzar autonomía en lo económico, emocional y social, y el acceso al empleo se define como el motor principal de este proceso de cambio.
De acuerdo con la información difundida por Fundación Integra, la iniciativa cuenta con el respaldo de 35 grandes compañías que reafirmaron su compromiso con la integración y el futuro de estas mujeres. El medio detalló que estas empresas colaboran en la reinserción laboral de mujeres que buscan dejar atrás una vida marcada por la violencia, facilitando oportunidades de trabajo y apoyando a quienes desean recuperar el control sobre sus vidas y convertirse nuevamente en las dueñas de su propio destino.
Según consignó la Fundación Integra, uno de los ejes de la campaña se fundamenta en datos que evidencian la relación directa entre el acceso al empleo y la ruptura definitiva del ciclo de violencia. Un estudio realizado por la entidad reveló que 8 de cada 10 mujeres que han sufrido violencia de género consideran que disponer de un trabajo es el aspecto determinante para separarse por completo de su agresor y reconstruir sus propios proyectos vitales. Esta perspectiva se refuerza con la experiencia de la Fundación, que en 24 años de actividad ha contribuido a la obtención de 8.400 empleos para mujeres en situación de vulnerabilidad, permitiendo que ellas y sus hijos comiencen una etapa libre de violencia gracias a su inserción en el mercado laboral.
El desafío cobra dimensiones de urgencia al observar las cifras oficiales. Tal como publicó Fundación Integra, tomando datos de la Macroencuesta de Violencia contra la Mujer del Ministerio de Igualdad, en España el 14,4% de las mujeres de 16 años o más —un total que se aproxima a los tres millones— ha padecido violencia física y/o sexual a manos de una pareja en algún momento de su vida. Ante este panorama, la entidad colabora con 180 organizaciones sociales especializadas en la atención primaria a víctimas de maltrato, un trabajo conjunto considerado fundamental para la eficacia de los programas de recuperación e inserción laboral.
El modelo de intervención defendido por Fundación Integra se estructura en itinerarios personalizados de empleabilidad, que buscan identificar y potenciar las capacidades de cada mujer. Los programas incluyen acciones de refuerzo de la autoestima, formación previa al empleo y capacitación digital, acciones que ofrecen profesionales voluntarios provenientes de las propias empresas asociadas. Además, este modelo incorpora acompañamiento tanto a nivel emocional como laboral, clave para fomentar la autonomía y reconstruir la confianza de las participantes en sus propias capacidades. La conectividad con bolsas de empleo y la generación de oportunidades laborales forman el último eslabón del proceso, al que se suman empresas colaboradoras que ofrecen plazas de trabajo concretas a quienes completan estos itinerarios.
De acuerdo con la información de Fundación Integra, durante el año 2025 más de 80 empresas participaron activamente a través de la contratación de mujeres víctimas y el impulso de programas de voluntariado corporativo enfocados en la formación prelaboral, asesoramiento y mentoría. El trabajo coordinado entre corporaciones y las entidades sociales especializadas resulta esencial para que las mujeres puedan acceder no solo a un empleo formal, sino también a un robusto entorno de apoyo psicosocial y profesional.
Fundación Integra enfatiza, a través de las cifras y experiencias divulgadas, la relevancia de este enfoque integral para hacer posible la recuperación de la autonomía en contextos de vulnerabilidad extrema. Tanto la formación técnica como el acompañamiento emocional constituyen pilares que, según el análisis presentado por la organización, incrementan de manera significativa las probabilidades de lograr una vida libre de violencia y con mayores perspectivas de estabilidad para las mujeres y sus hijos.
El compromiso asumido por las empresas y organizaciones sociales asociadas, descrito por Fundación Integra, señala una tendencia creciente hacia acciones concretas en materia de responsabilidad social laboral, enfocadas directamente en la transformación de vidas afectadas por la violencia de género. La campaña, según consignó la organización, busca replicar estos resultados no solo con mayor alcance, sino también con una profundización de los vínculos entre el sector privado, los organismos de atención primaria y las propias beneficiarias de los programas.
El impacto se refleja tanto en los datos estadísticos como en los testimonios personales de las mujeres que accedieron a un empleo a través de estas iniciativas. Fundación Integra, respaldada por las cifras de empleo facilitados y el testimonio de las beneficiarias, reivindica la importancia de políticas de inclusión laboral específicas como método efectivo para romper el ciclo de dependencia y potenciar la reconstrucción de la autonomía.
El medio recordó, a partir de distintos estudios y la propia experiencia acumulada en dos décadas de trabajo, que el acceso a un puesto de trabajo significa mucho más que una mera inserción en el mercado laboral: implica la restitución de derechos, la posibilidad de reconstruir un proyecto de vida y la oportunidad de garantizar un entorno más seguro para los hijos de las víctimas. Estos aspectos, en el marco del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, integran el eje central de la campaña de sensibilización presentada por la Fundación.

