El depuesto presidente de Guinea Bissau acaba refugiado en Congo tras el golpe de Estado

Luego del motín militar que precipitó la salida de Sissoco Embaló, el exjefe de Estado recibe respaldo y seguridad en Brazzaville, en medio de la reacción de la Unión Africana y el distanciamiento diplomático de Senegal frente a la crisis

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Denis Sassou Nguesso, mandatario de la República del Congo, ofreció resguardo al expresidente de Guinea Bissau, Umaro Sissoco Embaló, tras su llegada a Brazzaville. Según consignó Jeune Afrique, el dirigente guineano encontró protección por parte del líder congoleño poco después de atravesar una etapa de refugio temporal en Senegal, en medio de las consecuencias inmediatas del golpe militar que precipitó su salida del poder.

De acuerdo con la información proporcionada por Jeune Afrique y citada también por medios regionales como Confidentiel Afrique, la cadena de acontecimientos comenzó cuando Sissoco Embaló buscó asilo en Senegal después de la asonada militar que lo removió abruptamente de la presidencia de Guinea Bissau a mitad de la semana. El presidente senegalés, Bassirou Diomaye Faye, autorizó que el depuesto mandatario permaneciera provisoriamente en territorio senegalés, pero la estadía se complicó por las diferencias dentro del propio gobierno de Senegal. El primer ministro Ousmane Sonkó expresó reservas y manifestó inquietud ante la posibilidad de que el conflicto supusiera un riesgo para la seguridad nacional de Senegal o perjudicara la posición diplomática del país en África Occidental.

Según publicó Jeune Afrique, el propio Umaro Sissoco Embaló tramitó una solicitud de asilo en la República del Congo tras su corto paso por Senegal. Denis Sassou Nguesso accedió favorablemente, lo que permitió a Embaló instalarse en la capital del Congo. Esta decisión dio paso a una nueva etapa en la trayectoria del exjefe de Estado de Guinea Bissau, en un momento marcado por el endurecimiento del aislamiento internacional de su país.

La destitución forzosa del gobierno de Embaló generó una respuesta inmediata a nivel regional y continental. Confidentiel Afrique reportó que la Unión Africana expulsó sin dilación a Guinea Bissau del organismo, sancionando la ruptura del orden constitucional ocurrida tras la intervención militar. El sábado, la Unión Africana comunicó oficialmente la suspensión del país, suprimiendo su participación en todas las actividades continentales y ejerciendo así un mecanismo de presión destinado a propiciar la restauración del gobierno legítimo.

Este tipo de medida responde a la política sostenida por el organismo panafricano, que viene rechazando las tomas de poder a través de vías no constitucionales, y se inscribe en una serie de precedentes similares dentro de la región en los últimos años. Jeune Afrique detalló que el aislamiento institucional de Guinea Bissau por parte de la Unión Africana implica un cambio significativo en la posición diplomática del país, que deja de contar con representación ante los foros continentales y ve restringida su capacidad de participar en procesos de toma de decisiones africanas.

La crisis desencadenada con el golpe de Estado y la subsiguiente búsqueda de refugio por parte de Embaló expusieron grietas dentro de la política interna de Senegal. Fuentes de Confidentiel Afrique subrayaron que, aunque el presidente Faye dio muestras de apertura al refugio de Embaló, la postura cauta del primer ministro Sonkó evidenció el temor de que la crisis guineana se proyectase hacia el escenario político o de seguridad de Senegal, dados los antecedentes de inestabilidad en África Occidental.

El desplazamiento de Umaro Sissoco Embaló —desde Guinea Bissau hacia Senegal y posteriormente a Brazzaville— sintetiza la amplitud de las consecuencias del golpe en términos diplomáticos y políticos. Según relató Jeune Afrique, la tradición de la República del Congo contempla la concesión de asilo y protección a exmandatarios en circunstancias críticas, lo que explica la acogida de Embaló en la capital congoleña.

La situación de Guinea Bissau, según reportaron Jeune Afrique y Confidentiel Afrique, se agravó tras la toma del poder por los militares, porque el país quedó desligado de los mecanismos regionales y continentales que monitorean la estabilidad institucional en África. El exilio del último presidente legítimo acentúa la incertidumbre respecto al futuro de la nación, que enfrenta sanciones y carece de reconocimiento en el escenario supranacional.

En este contexto, la respuesta de los líderes africanos y la actuación de organismos como la Unión Africana cobran mayor relevancia por la magnitud de la crisis y por las implicancias que tiene para la estabilidad del continente. El distanciamiento diplomático adoptado por Senegal en la última etapa y la disposición del Congo para ofrecer protección a Embaló revelan las complejas dinámicas que se despliegan ante este tipo de coyunturas en África Occidental y Central.

Guinea Bissau, de acuerdo a lo consignado por los medios citados, inicia una fase caracterizada por el aislamiento y la ausencia de interlocución reconocida en el plano internacional, mientras el exmandatario permanece bajo resguardo en Brazzaville y las instituciones regionales exigen el restablecimiento del orden constitucional interrumpido.