Cuba denuncia una "persistente interferencia electromagnética" de EEUU sobre Venezuela

El jefe de la diplomacia cubana advierte sobre acciones electrónicas en las inmediaciones de Caracas, atribuidas a la presencia militar estadounidense, mientras aumenta la tensión con el cierre del tránsito aéreo y crecen los rumores sobre una posible incursión extranjera

Guardar

El ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez, señaló que el cierre del espacio aéreo venezolano coincide con acciones de interferencia electromagnética en el Caribe, atribuidas al despliegue militar de Estados Unidos en la región. Según informó Europa Press, Rodríguez utilizó su cuenta oficial en la red social X para vincular estas maniobras con lo que describió como un aumento de la presión estadounidense sobre Venezuela. La denuncia del jefe de la diplomacia cubana agrega un componente tecnológico a las crecientes tensiones que rodean al país sudamericano, después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, anunciara el cierre de los cielos venezolanos y sus alrededores, alimentando rumores sobre la inminencia de una incursión militar extranjera.

Europa Press detalló que Rodríguez acusó al gobierno estadounidense de mantener una política de “persistente interferencia electromagnética en el Caribe, particularmente sobre el espacio aéreo de Venezuela”, y atribuyó estas acciones al “ofensivo y extraordinario despliegue militar” de Washington cerca de las fronteras venezolanas. El ministro cubano afirmó que la estrategia forma parte de una “escalada de agresión militar y guerra psicológica” dirigida a “derrocar por la fuerza al legítimo gobierno” de Venezuela. De acuerdo con Rodríguez, este conjunto de operaciones busca desestabilizar el actual orden político en Caracas e influir en la estabilidad regional, en sintonía con otras maniobras de presión de la administración estadounidense sobre el continente.

Las declaraciones de Rodríguez tuvieron lugar luego de que el presidente Trump informara sobre el cierre completo del espacio aéreo “sobre Venezuela y sus alrededores”, en palabras reproducidas por Europa Press. Trump justificó esta decisión como un paso adicional hacia una intervención armada, aludiendo a su objetivo de combatir el tráfico de drogas mediante el despliegue de fuerzas terrestres estadounidenses. El mandatario norteamericano mencionó de manera explícita su intención de incursionar en territorio venezolano con el propósito de capturar a personas vinculadas al narcotráfico, señalando que la presencia militar de Estados Unidos en la zona experimentó un incremento significativo durante los días recientes.

Ya el jueves anterior, Trump había anticipado un posible inicio de operaciones militares estadounidenses para capturar, según sus expresiones, a “numerosos” narcotraficantes venezolanos. Europa Press señaló que estos anuncios reforzaron las sospechas sobre una posible incursión militar en Venezuela, incrementando la percepción de amenaza entre las autoridades de Caracas y generando reacciones inmediatas desde el gobierno venezolano y sus aliados.

En respuesta a las advertencias de Trump, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, declaró el estado de “alerta” para las unidades de la Fuerza Aérea, según recogió Europa Press. Maduro afirmó ante los medios que las fuerzas armadas del país no se dejarán intimidar ante ninguna “amenaza ni agresión”, y acusó a las “fuerzas extranjeras imperialistas” de intentar alterar la paz en el Caribe mediante argumentos que calificó como infundados. El mandatario sostuvo que la defensa venezolana se encuentra preparada para enfrentar cualquier intervención externa e insistió en la soberanía nacional como escudo frente a potenciales acciones impulsadas desde el exterior.

Europa Press añadió que este escenario de máxima tensión se presenta junto con reportes sobre ataques que dejaron más de 80 muertos en supuestas embarcaciones dedicadas al narcotráfico en el Caribe y el Pacífico, enmarcados en la operación estadounidense “Lanza del Sur”. Dicho operativo implicó el despliegue de efectivos militares y el envío del portaaviones USS Gerald Ford, considerado el mayor buque de guerra de la Marina de Estados Unidos. Fuentes estadounidenses consultadas por Europa Press indicaron que la misión “Lanza del Sur” busca interrumpir las rutas marítimas y fluviales utilizadas para el tráfico de drogas desde y hacia América del Sur, lo que ha derivado en numerosos incidentes mortales asegurando la presencia sostenida de fuerzas estadounidenses en las inmediaciones de Venezuela.

El incremento de la actividad militar en la región y la implementación de restricciones al tránsito aéreo apuntan, según los expertos citados por Europa Press, a una estrategia coordinada para aislar a Venezuela de sus aliados externos y limitar su capacidad de desplazamiento, en un contexto donde la presión internacional sobre el gobierno de Maduro se mantiene elevada. Organizaciones regionales y analistas diplomáticos consultados por el medio subrayan que la escalada de medidas estadounidenses se combina con operaciones tecnológicas, como la mencionada interferencia electromagnética, y la demostración de fuerza a través de recursos navales y aéreos de gran alcance.

En este esquema de confrontación, la denuncia cubana sobre el uso de dispositivos electrónicos para afectar las comunicaciones y los radares en el espacio aéreo venezolano adquiere relevancia, pues sugiere un esfuerzo más amplio de Estados Unidos para dificultar la capacidad de respuesta del sistema de defensa venezolano. Europa Press recogió que expertos militares identifican este tipo de interferencia como una técnica empleada para dejar ciegas o desorientadas temporalmente a las fuerzas aéreas ante ofensivas o vuelos no autorizados.

Tanto Caracas como La Habana han reiterado sus denuncias sobre la supuesta intención de Washington de promover un cambio de gobierno por vías ajenas a la legalidad internacional, usando para ello recursos tanto materiales como psicológicos. Las acciones denunciadas coinciden con una serie de despliegues militares estadounidenses en el Caribe, que fueron observadas y reportadas por distintos organismos regionales, incrementando la atención internacional sobre el deterioro del clima de seguridad en Sudamérica.

Según concluyó Europa Press, el panorama en torno a Venezuela refleja una intensificación simultánea de la presión política, militar y tecnológica, con repercusiones directas sobre la estabilidad regional. El cruce de declaraciones entre autoridades de Cuba, Venezuela y Estados Unidos, así como las recientes operaciones en el mar Caribe y el Pacífico, hacen evidente la existencia de una confrontación abierta que ha impactado el tráfico aéreo, la seguridad marítima y la percepción de amenaza a la soberanía en el hemisferio.