Steinmeier se reúne con supervivientes del bombardeo de Gernika en la 'Sala de reconciliación' del Museo de la Paz

Dos mujeres que vivieron el ataque aéreo de 1937 compartieron con autoridades españolas y alemanas sus recuerdos de la masacre, en un encuentro marcado por gestos de perdón y homenaje a las víctimas en Vizcaya

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El mensaje enviado por el ex presidente alemán Roman Herzog al Ayuntamiento de Gernika, presente en la llamada sala de la reconciliación del Museo de la Paz, subraya la dimensión histórica y humana del bombardeo sufrido por la localidad vizcaína en 1937. El texto recordado durante el acto oficial recoge cómo la ciudad se convirtió en símbolo del sufrimiento causado por la guerra, al tiempo que asume la responsabilidad alemana en el ataque aéreo que devastó Gernika y reconoce el dolor transmitido a las siguientes generaciones. En este contexto de memoria y reconocimiento de culpas, se desarrolló el encuentro entre autoridades españolas y alemanas y dos de las supervivientes de la masacre.

De acuerdo con la información publicada por el medio, el presidente de la República Federal de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, acompañado por la primera dama Elke Bünderbender, el Rey Felipe VI y el Lehendakari Imanol Pradales, se reunió el viernes en la 'Sala de la Reconciliación' del Museo de la Paz de Gernika con Crucita Etxabe y María del Carmen Aguirre. Ambas mujeres, ya en la novena década de su vida, contaron sus recuerdos de la jornada en la que, siendo niñas, sufrieron el bombardeo perpetrado por la aviación nazi, que apoyaba así a las tropas franquistas en la Guerra Civil española. Según detalló el medio, la reunión ocurrió después de un acto en el cementerio de Gernika, donde Steinmeier presidió una ofrenda floral junto a otros representantes institucionales, integrando un minuto de silencio y la entrega de una corona con la bandera de Alemania.

Tal como consignó el medio, durante la ceremonia, Steinmeier oficializó la petición de perdón de Alemania por los daños y la masacre cometidos en la localidad vizcaína, reafirmando el compromiso alemán con el recuerdo de las víctimas. Posteriormente, la comitiva, integrada también por el alcalde de Gernika, José María Gorroño, y miembros de la asociación Gernika Gogoratuz, realizó un recorrido por el Museo de la Paz. La visita incluyó la Casa de Begoña, un espacio que recrea un salón de hogar típico de Gernika en el momento del bombardeo del 27 de abril de 1937.

Según reportó la fuente, la siguiente parada condujo a la sala de la reconciliación, donde se exhiben objetos que documentan el hermanamiento de Gernika con la ciudad alemana de Pforzheim, así como la mencionada carta enviada por Roman Herzog en 1997. El texto de Herzog dirige a los supervivientes palabras de condolencia y comparte el luto por los muertos y heridos en el ataque aéreo. “Les dirijo a ustedes, como sobrevivientes del ataque y testigos del horror vivido, mi mensaje conmemorativo de condolencia y duelo. Evoco el recuerdo de aquellas personas a las que aquel día en Gernika les fue quebrada la felicidad de su vida, destrozada su familia, destruido su hogar, robada su vecindad. Comparto el luto por los muertos y heridos. Les ofrezco a ustedes, que todavía llevan en las entrañas las heridas del pasado, mi mano abierta en ruego por la reconciliación”, recoge la carta citada por el medio.

En la sala audiovisual del Museo, donde una inscripción sobre una piedra central proclama el lema “Renunciar a olvidar, renunciar a la venganza”, las supervivientes Crucita Etxabe y María del Carmen Aguirre relataron sus vivencias del 26 de abril de 1937 ante Steinmeier, el Rey Felipe VI, la primera dama alemana y el Lehendakari Pradales. Junto a ellos participaron también el secretario de Estado de la UE, Fernando Mariano Sampedro, y la diputada general de Bizkaia, Elixabete Etxanobe, además de los familiares de las supervivientes.

El Museo de la Paz de Gernika, inaugurado en 1998 bajo el nombre de Museo Gernika por iniciativa del Ayuntamiento, se concibió como un espacio para preservar la memoria de la historia local y del bombardeo de 1937. En 2002, el proyecto sumó el respaldo del Gobierno Vasco y la Diputación Foral de Bizkaia, ampliando su labor para abordar temas de cultura de paz y derechos humanos, pasando a denominarse Museo de la Paz. El medio informó que es considerado el primer espacio museístico dedicado a la paz en Euskadi y el Estado español, y custodia un archivo significativo sobre los hechos ocurridos en Gernika.

De acuerdo con las cifras aportadas por el medio, el museo recibe aproximadamente 50.000 visitantes cada año, interesados en las actividades didácticas y los recorridos organizados por la villa y su historia. La institución busca transmitir una visión del bombardeo desde la perspectiva de la paz, destacando los testimonios de reconciliciación de quienes sobrevivieron al ataque y preservando el valor de la memoria compartida. La programación del museo se compone de exposiciones, materiales documentales y acciones de sensibilización en torno al conflicto, la memoria histórica y los valores de convivencia.

Con la entrega de un pin con el árbol de Gernika al presidente Steinmeier por parte del alcalde local, concluyó la agenda oficial de la visita en la villa bombardeada. Posteriormente, el presidente alemán tenía programada una visita al Museo Guggenheim de Bilbao, donde contemplaría algunas de sus colecciones. Durante toda la jornada en Vizcaya, según publicó el medio, los gestos de perdón, las manifestaciones de duelo y los recuerdos de las supervivientes estructuraron los actos, reafirmando la proyección internacional del legado de Gernika como emblema de la memoria histórica y la reconciliación.