Los accionistas de Indra aprueban la compra del 89,68% de Hispasat por 725 millones

Indra avanza en su estrategia espacial con la adquisición mayoritaria de Hispasat, un movimiento clave que consolida su presencia en defensa y aeroespacio, a la espera del respaldo definitivo por parte del gobierno español y nuevas designaciones en su consejo

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La compra de Hispasat permitirá a Indra tomar el control de Hisdesat, el área militar dedicada a operaciones satelitales, reforzando así su capacidad en sectores estratégicos. Según informó Europa Press, el consejo de administración y los accionistas de Indra aprobaron la adquisición del 89,68% de Hispasat por 725 millones de euros, una operación considerada clave para la expansión de la empresa en los ámbitos aeroespacial y de defensa en España.

Durante la junta extraordinaria, el presidente de Indra, Ángel Escribano, describió la integración de Hispasat como un avance estratégico que responde a la necesidad de establecer alianzas de gran escala para la ejecución de proyectos de alta magnitud. De acuerdo con Europa Press, el consejero delegado de la compañía, José Vicente de los Mozos, afirmó que esta adquisición se posiciona como el elemento central para el desarrollo de Indra Space, la nueva filial enfocada al sector espacial. Además, De los Mozos explicó que la transferencia de tecnologías y la consolidación de la presencia en comunicaciones seguras y vigilancia fortalecerán la soberanía nacional y la protección de datos, dentro de un contexto en el cual el espacio adquiere un valor creciente tanto en aplicaciones civiles como militares.

Además del control de Hispasat, la operación involucra la toma de influencia sobre Hisdesat, responsable de la gestión de los aspectos militares de los servicios satelitales. Este movimiento permitirá a Indra reforzar su presencia en la gestión de tráfico aéreo, la defensa y la movilidad, áreas en las que la interrelación entre los ámbitos civil y militar es cada vez más significativa, detalló Europa Press.

La adquisición, valorada en 725 millones de euros, también estuvo condicionada a la aprobación de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, que ya validó la operación, según consignó Europa Press. La aprobación definitiva depende ahora del Consejo de Ministros, trámite que se prevé completar antes del cierre del año en curso. La participación estatal resulta relevante en este proceso, dado que la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) ostenta el 28% del accionariado en Indra, lo que se traduce en una posición de peso en la toma de decisiones estratégicas.

En el marco de la junta de accionistas se presentaron cambios significativos en la estructura del consejo de administración. Entre las renovaciones aprobadas destaca la de Juan Moscoso, quien fue reelegido para representar a SEPI tras la finalización de su mandato, y la de los representantes independientes Belén Amatriain, Virginia Arce y Bernardo Villazán, que renovaron después de la expiración de sus periodos. Además, se consolidó la posición de María Teresa Busto, integrada en septiembre tras la salida de Ángeles Santamaría, y se designó como nueva consejera independiente a María Aránzazu Díaz-Lladó Prado.

El intento de incorporar a Mónica Espinosa Caldas al consejo no prosperó al comunicar la candidata la imposibilidad de aceptar el cargo tras la intervención de Endesa, uno de los clientes de Indra. Europa Press citó fuentes de la eléctrica según las cuales Espinosa, quien se acogió en su momento a una prejubilación, está sujeta a condiciones que impiden formar parte de órganos directivos en empresas proveedoras, como es el caso de Indra. Debido a esta situación, el consejo de administración reducirá temporalmente su número de miembros a quince, el porcentaje de consejeros independientes baja al 46,66% y la presencia femenina disminuye al 33,33%. Ante esta coyuntura, la empresa anunció el inicio del proceso para seleccionar una nueva consejera independiente, tarea que estará a cargo de la Comisión de Nombramientos, Retribuciones y Gobierno Corporativo, con asesoramiento externo especializado. Una vez concluido este procedimiento, el consejo someterá las nuevas propuestas en la próxima junta de accionistas para restablecer el equilibrio en la representación.

Indra especificó, según reportó Europa Press, que tanto María Aránzazu Díaz-Lladó Prado como la futura consejera independiente ocuparán los asientos que dejaron vacantes Coloma Armero y Olga San Jacinto, ya que no se propusieron sus renovaciones tras la finalización de sus mandatos a finales de octubre. Díaz-Lladó, licenciada en Administración de Empresas por la European Business Programme, actualmente dirige el área de Sostenibilidad en Twinco Capital y participa en órganos de dirección en Cirsa y ATAM, además de poseer una trayectoria profesional en Telefónica y asesorías para organismos internacionales como Naciones Unidas y la Comisión Europea. Indra remarcó también su labor en el ámbito académico como docente en la Universidad de Navarra.

La compañía ha manifestado que busca conformar un consejo de administración alineado con las metas planteadas tras la adquisición de Hispasat y en el contexto del proceso de fusión con Escribano Mechanical & Engineering (EM&E). Europa Press recordó que el presidente del grupo, Ángel Escribano, comparte la propiedad de EM&E con su hermano Javier Escribano, presidente de esta empresa, quien también integra el consejo de la propia Indra. Para gestionar los posibles conflictos de interés generados por esta relación, Indra constituyó una comisión específica, presidida por Belén Amatriain, según destacó el medio.

De los Mozos, consejero delegado de Indra, resaltó que la alianza con Hispasat permite a la compañía participar en iniciativas como el programa Iris2 de la Comisión Europea, que aspira a desarrollar una constelación satelital de soberanía europea. También subrayó la creciente "disrupción tecnológica" en el sector espacial, donde las inversiones privadas presentan una tendencia de crecimiento sostenido a largo plazo. Estas circunstancias, indicó, ponen en valor la complementariedad entre las líneas de negocio de Indra y las operaciones satelitales, ya que la integración de tecnologías civiles y militares abre nuevas oportunidades para la gestión y protección de infraestructuras clave.

La junta extraordinaria reunió una participación del 66,98% del capital social de Indra, lo que refleja un alto interés en la dirección y el futuro de la compañía tras una operación considerada referencial en el ámbito empresarial y científico-tecnológico nacional, según datos publicados por Europa Press.