
La reina Isabel de Farnesio (1692-1766) ha sido la figura elegida para protagonizar la III edición de 'El Prado en femenino', la iniciativa puesta en marcha por el Museo del Prado para visibilizar el papel de la mujer en el arte. La muestra, realizada con la colaboración del Instituto de las Mujeres, se podrá visitar desde este viernes y hasta el 26 de mayo de 2026.
Como han explicado este viernes en rueda de prensa, Isabel de Farnesio fue la promotora artística que "más ha contribuido al engrandecimiento de la antigua Colección Real y, en consecuencia, del Museo del Prado".
En concreto, la reina reunió cerca de un millar de pinturas de las que más de un tercio de ese conjunto se custodian en el Museo del Prado, entre las que se encuentran piezas de Velázquez, Ribera, Murillo, Teniers, Correggio, Rubens, Luca Giordano, Reni, Guercino, Veronés, Tintoretto, Brueghel el Viejo, Van Dyck, Brueghel el Joven, Clara Peeters, Parmigianino y Watteau, entre otros.
El legado de Isabel de Farnesio --del que proceden cerca de 500 pinturas, dibujos y esculturas conservadas en el Prado, de las cuales más de un centenar están en la Colección Permanente, expuestas en la mitad de sus salas-- hizo posible la llegada de creaciones como el 'Apostolado' de Rubens, la 'Sibila' de Velázquez o 'El Sueño de Jacob' de José de Ribera.
Además, propició la formación del conjunto de escultura clásica que custodia el Museo del Prado, con 'El Grupo de San Ildefonso' o 'El Fauno del Cabrito' y abrió las puertas al ingreso de las obras de Murillo en la Colección Real, cuyo boceto de 'Santa Ana dando una lección a la Virgen' se exhibe por primera vez en el Prado tras su reciente identificación en el Museo de Pau (Francia).
La exposición --bajo el comisariado de la profesora y directora científica de 'El Prado en Femenino', Noelia García Pérez-- se compone así de 45 obras distribuidas en tres secciones (cinco de estas obras permanecían en un almacén, dos estaban en la Universidad de Zaragoza y en la embajada de Londres y una de Murillo, encontrada en Francia).
La primera sección analiza la creación y evolución de la imagen de Isabel de Farnesio, en la que se explora las distintas estrategias iconográficas utilizadas por la reina durante su reinado. Mientras, la segunda y la tercera sección están centradas en su colección de pintura y escultura, respectivamente, y profundizan en el papel decisivo que su mecenazgo artístico desempeñó en la formación de las colecciones del Prado.
"Nos encontramos ante una coleccionista de una magnitud excepcional, cuya labor como promotora artística fue decisiva para la configuración de las colecciones del Museo del Prado", ha afirmado la comisaria en rueda de prensa.
Desde la llegada a España de Isabel de Farnesio en 1714, con motivo de su matrimonio con Felipe V, ejerció durante más de medio siglo un patronazgo activo y sostenido, utilizando sus propios recursos a través del 'bolsillo de la reina', lo que le permitió una gran autonomía en sus elecciones artísticas.
"No podemos olvidar que Isabel de Farnesio pertenecía a la 'Casa de Farnesio', célebre por el coleccionismo que desarrolló y sobre todo por tener una de las colecciones de cultura clásica más valoradas y codiciadas, con obras icónicas como el de Hércules Farnese o el Toro Farnese", ha destacado García Pérez.
A través de su red de artífices, nobles y diplomáticos que actuaban como agentes y mediadores, reunió pinturas que reflejan su marcada predilección por las escuelas flamenca e italianana, así como por la producción de Murillo, su artista favorito junto con Teniers y Brueghel el Viejo. Su promoción artística se extendió también al ámbito de la escultura, con la adquisición de una gran parte de la colección de la reina Cristina de Suecia.
Así, en sus obras se puede reconocer la 'flor de lis', una marca que distinguía sus posesiones de las que pertenecían a Felipe V. En concreto, se trata de 358 pinturas que se custodian en el Prado. Por ello, García Pérez ha reflexionado sobre cómo sería el Museo del Prado sin las obras de Isabel de Farnesio y ha asegurado que "imaginarlo resulta verdaderamente revelador".
"Sin Isabel de Farnesio no tendríamos la serie del 'Apostolado' de Rubens, 'El Triunfo de la Muerte' de Bruegel y tantas otras obras que forman una parte esencial de la identidad del museo", ha señalado, además de destacar que los pilares "fundamentales" de la aportación de Isabel de Farnesio a las colecciones del Prado son la "colección de escultura clásica de referencia que constituye el núcleo más relevante de escultura antigua del museo".
"En segundo lugar no tendríamos a Murillo. Son obras que forman parte de nuestro imaginario compartido, de ese Prado cotidiano que nos acompaña, aunque en muchas ocasiones no reparamos en ello. Sin Murillo, el Prado perdería una de sus voces más cálidas y humanas, pero también un pilar esencial de su identidad histórica y artística", ha afirmado.
ACTIVIDADES COMPLEMENTARIAS
Esta muestra se complementa con un itinerario acompañado de un libro centrado en sus protagonistas, además de una pieza audiovisual en coproducción con 'CaixaForum+' y un extenso programa de actividades complementarias.
Así, entre estas actividades figuran diversos ciclos de conferencias, un 'storytelling', visitas guiadas con la comisaria de la muestra, la creación de recursos digitales como infografías y guías, un curso para profesorado, diversos conciertos y una nueva 'editatona' en colaboración con Wikimedia España.


