El jefe de Hezbolá reivindica el "derecho a responder" a Israel por el asesinato de su 'número dos'

La muerte de Haizam Alí Tabatabai, figura clave de la organización chií, ha provocado advertencias de represalia mientras crece la tensión en la frontera con Israel tras constantes ataques, vulneraciones del alto el fuego y exigencias de retirada militar

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El acuerdo de alto el fuego entre Israel y Hezbolá se encuentra en una nueva situación de fragilidad tras el fallecimiento de Haizam Alí Tabatabai, considerado el ‘número dos’ y responsable del ala militar de la organización. El líder de Hezbolá, Naim Qasem, advirtió sobre la inminencia de represalias, señalando que el grupo tiene “derecho a responder” por la muerte de Tabatabai, ocurrida durante un ataque aéreo israelí en Beirut el fin de semana pasado. Según informó Europa Press, Qasem realizó estas declaraciones durante un discurso televisado, donde enfatizó que la respuesta de Hezbolá se dará cuando la organización lo considere adecuado.

De acuerdo con lo publicado por Europa Press, el dirigente chií remarcó que este bombardeo constituye una acción premeditada con el propósito de “desmoralizar al partido para afectar su organización, gestión y distribución de tareas”. Qasem recalcó la relevancia estratégica de Tabatabai dentro del movimiento, destacando su papel en la reconstrucción y en la coordinación de operaciones no solo contra Israel, sino también como enlace con otras organizaciones armadas de la región. Subrayó, además, que la muerte de Tabatabai representa un golpe importante para Hezbolá, al considerarlo un líder fundamental en la estructura militar y en la articulación de la resistencia regional.

El ambiente en la frontera entre Líbano e Israel experimenta un incremento en la tensión, especialmente en coincidencia con el primer aniversario del cese al fuego alcanzado por ambas partes. Según detalló Europa Press, Qasem describió la etapa posterior al acuerdo como un periodo en el que el Estado libanés asumió responsabilidades directas, incluyendo la expulsión de Israel del territorio y el despliegue de su Ejército. El líder de Hezbolá afirmó: “Impedimos que el enemigo lograra su objetivo de eliminar la resistencia”, haciendo alusión a los distintos ataques y asesinatos selectivos de miembros y altos cargos de la agrupación.

Desde noviembre de 2024, según consignó Europa Press, Israel ha realizado una serie de bombardeos dentro del territorio libanés. Las autoridades israelíes sostienen que esas operaciones responden a actividades de Hezbolá, por lo que no consideran tales ataques como violaciones del acuerdo de cese al fuego. Ni el gobierno libanés ni la propia organización chií aceptan este argumento, y han expresado su desaprobación públicamente. Esta postura ha contado con el respaldo de Naciones Unidas, institución que también condenó la continuidad de esos ataques.

El pacto de alto el fuego incluyó el compromiso de ambas partes de retirar sus fuerzas del sur de Líbano. Sin embargo, Europa Press reportó que el Ejército israelí mantiene actualmente cinco puestos en territorio libanés, situación que se mantiene pese a las exigencias reiteradas tanto del gobierno de Líbano como de Hezbolá. Ambos actores insisten en la necesidad de que Israel respete la totalidad de los términos acordados y ponga fin de manera permanente a su presencia militar en la región.

Durante su intervención, el secretario general de Hezbolá insistió en que la organización mantiene la determinación de persistir como “movimiento de resistencia” frente a lo que consideró intentos sistemáticos de Israel de destruir la agrupación. Naim Qasem retomó la figura de Tabatabai no solo como comandante militar, sino como símbolo de la coordinación y estrategia entre distintos sectores de la resistencia en Oriente Medio, destacando la continuidad del compromiso del movimiento con sus principios originales a pesar de las pérdidas sufridas.

El contexto descrito por Europa Press muestra una situación de inestabilidad permanente en la frontera entre Líbano e Israel, con un alto el fuego que enfrenta desafíos constantes por ataques militares y por la existencia de reclamos y acusaciones por ambas partes. Hezbolá y el gobierno libanés permanecen atentos a los movimientos israelíes y demandan que se respete el acuerdo en su totalidad. Para la organización chií, el futuro de la región y la seguridad de sus miembros dependen de la capacidad de mantener la resistencia y de responder cuando sus dirigentes lo estimen estratégico.

La muerte de Haizam Alí Tabatabai acentúa el riesgo de escalada y pone sobre la mesa la posibilidad de un nuevo ciclo de violencia. Según destaca Europa Press, la conmemoración del primer aniversario del cese al fuego se produce en un ambiente marcado por la desconfianza, la persistencia de fuerzas extranjeras en territorio libanés y el recuerdo de los asesinatos de líderes clave del movimiento chií. Mientras tanto, los actores regionales y la comunidad internacional observan atentos la evolución de los acontecimientos y el posible impacto que las anunciadas represalias puedan tener en la estabilidad local y en el equilibrio de fuerzas en la frontera sur del Líbano.