Armani nombra un nuevo consejo, con Leo Dell'Orco como presidente y Giuseppe Marsocci como CEO

El nuevo órgano rector asume la administración bajo estrictas condiciones testamentarias, que incluyen la transferencia parcial de acciones a conglomerados internacionales antes de 2030, la preservación de una participación mínima de la Fundación y la opción de salida al mercado bursátil

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El testamento de Giorgio Armani estableció que, si el proceso de venta de acciones a multinacionales del sector lujo no se completa en los plazos fijados, el grupo empresarial deberá considerar la opción de cotizar en bolsa como alternativa para cumplir sus disposiciones. Esta contingencia pone de relieve la importancia de la planificación sucesoria detallada dispuesta por el fundador de la emblemática casa de moda italiana. Según ha informado el medio fuente, el nuevo consejo de administración, presidido por Leo Dell'Orco y con Giuseppe Marsocci como consejero delegado, afronta la responsabilidad de ejecutar estrictamente estos mandatos testamentarios bajo vigilancia institucional y plazos concretos.

Tal como publicó la fuente, el testamento de Giorgio Armani condiciona la estructura accionarial y el gobierno de la compañía en los próximos años. Se ordena a los responsables y a los herederos transferir en primera instancia el 15% de las acciones a una de tres multinacionales del sector: Moët Hennessy Louis Vuitton (LVMH), L'Oréal o EssilorLuxottica, dentro de un periodo máximo de dieciocho meses. El mismo documento establece que, antes de 2030, entre el 30% y el 54,9% adicional del capital social debe sumarse a la venta a este comprador preferente. Así, el calendario sucesorio impone fechas precisas y condiciones de venta selectivas, que afectan de forma directa al futuro accionario y al control administrativo del grupo.

El medio fuente detalló que, tras la reestructuración interna derivada del fallecimiento del diseñador el 4 de septiembre, el nuevo consejo de administración quedó configurado por ocho integrantes. Entre ellos figuran familiares como Silvana Armani y Andrea Camerana, junto a ejecutivos reconocidos en el sector, tales como Marco Bizzarri, John Hooks, Federico Marchetti y Angelo Moratti. El órgano rector tiene la encomienda de velar por el cumplimiento de los requisitos estipulados, incluida la preservación de una participación mínima de la Fundación Giorgio Armani.

De acuerdo con la información difundida, la Fundación mantiene la restricción legal y testamentaria de no bajar su posesión por debajo del 30% del capital social, incluso tras la entrada de nuevos inversores mediante venta directa o eventual salida a los mercados bursátiles. Esta encomienda pretende asegurar una presencia institucional relevante y la supervisión directa del legado del diseñador, aun en un entorno de transformación accionarial.

El criterio para la selección de posibles compradores subraya la estrategia de vincular a Armani exclusivamente con conglomerados multinacionales de referencia en moda, cosmética y óptica, como LVMH, L'Oréal o EssilorLuxottica, propietaria de Ray-Ban. Según publicó la fuente, la venta de acciones prioriza la estabilidad estratégica y la preservación de la marca entre actores globales consolidados.

El proceso de sucesión prevé que, de no completarse las transferencias acordadas en los plazos indicados, se procederá a poner en marcha una oferta pública de acciones como alternativa, lo que permitirá la entrada de inversionistas institucionales o particulares a través del mercado bursátil. Este mecanismo quedó estipulado expresamente por Giorgio Armani en su testamento, con el objetivo de garantizar el cumplimiento preciso de sus instrucciones y la continuidad del grupo bajo estándares determinados.

El grupo empresarial comunicó, según consignó la fuente, que la gobernabilidad inmediata no sufrirá alteraciones durante el proceso de reorganización. Las decisiones de mayor relevancia permanecerán en manos del nuevo consejo de administración y la Fundación, en cumplimiento del mandato sucesorio, al menos mientras se mantenga el umbral del 30% de acciones bajo control institucional.

Esta configuración busca proteger la estabilidad de la empresa durante la transición e impedir que los movimientos accionariales deriven en maniobras abruptas o desequilibrios en la gestión. La combinación de familiares, ejecutivos del sector del lujo y representantes asociados previamente a la marca en la nueva directiva refleja la intención de conjugar experiencia, continuidad y profesionalización de la gestión.

Las multinacionales seleccionadas como posibles compradoras no solo poseen presencia significativa en la industria, sino que cuentan con capacidad operativa y recursos para sostener el posicionamiento global de Armani. De no registrarse avances con estos actores en el plazo estipulado, la apertura del capital al mercado se perfila como instrumento para formalizar la transición accionarial, según elaboró el medio fuente.

El control sobre el capital social permanecerá tutelado por las restricciones testamentarias. Ningún inversor podrá detentar una participación mayoritaria que ponga en riesgo la influencia de la Fundación, conforme a los parámetros fijados en las últimas voluntades de Giorgio Armani. El consejo de administración recién nombrado supervisará todas las operaciones relevantes en este periodo transitorio, con base en estos principios.

La estructura de gobierno prevé mecanismos de salvaguarda para garantizar que los objetivos familiares y del fundador sigan reflejados en la toma de decisiones. La combinación entre continuidad institucional y apertura selectiva hacia inversores estratégicos se perfila como una de las principales novedades de este proceso.

La ejecución del testamento y las condiciones asociadas a las transferencias accionarias contribuirán a definir el futuro de la casa de moda, contexto en el que la entrada de conglomerados internacionales autorizados y la permanencia de la Fundación como actor clave buscan asegurar tanto la pervivencia del legado de Giorgio Armani como la viabilidad financiera del grupo.