Según reportó la agencia EFE, la investigación sobre el tiroteo en el que dos integrantes de la Guardia Nacional de Estados Unidos quedaron gravemente heridos cerca de una estación de metro próxima a la Casa Blanca sigue en curso. El incidente ocurrió en la tarde del miércoles y también resultó herido un sospechoso, identificado por las autoridades como un “pistolero solitario”. Este hecho motivó que la administración de Donald Trump presentase una moción de emergencia ante un tribunal federal de apelaciones, buscando mantener la presencia de la Guardia Nacional en Washington.
La solicitud fue formulada pocas horas después del ataque y tiene como objetivo detener la aplicación de una decisión judicial que prevé el retiro de las tropas de la capital el 11 de diciembre. De acuerdo con lo publicado por EFE, la Casa Blanca argumenta que tal retiro representaría un “acto ilegal” y solicita una intervención urgente del tribunal para que los uniformados permanezcan en la ciudad. El gobierno fundamenta su pedido en la necesidad de “garantizar el orden público”, señalando que la retirada podría afectar la seguridad de los residentes y de las instituciones federales ubicadas en Washington.
El tribunal de primera instancia que falló en contra del despliegue basó su decisión en la denuncia de residentes locales y organizaciones de derechos civiles. Según EFE, el grupo demandante sostiene que la orden presidencial infringe una ley de autonomía del Distrito de Columbia, ya que restringe la utilización de fuerzas armadas en tareas relacionadas con la seguridad interna. A pesar de este fallo, el Departamento de Justicia presentó la moción solicitando a los jueces de apelación que resuelvan antes de finalizar la semana próxima, lo que permitiría, en caso de decidir a favor del Ejecutivo, extender indefinidamente la presencia militar mientras siga la disputa en los tribunales.
La política de movilización de la Guardia Nacional en la capital estadounidense ha sido cuestionada en distintos frentes, especialmente por las implicancias que tiene en la relación entre el gobierno federal y la administración local. Según detalló la agencia EFE, el juez de primera instancia consideró probable que el despliegue militar ordenado por Trump excediera los poderes otorgados al presidente sobre el uso de fuerzas armadas en territorio nacional. Frente a este escenario, la administración federal insiste en que el contexto tras el ataque refuerza la urgencia de mantener a las tropas en las calles.
Durante el ataque, los soldados, que se encontraban patrullando armados, fueron heridos por disparos en las inmediaciones de una estación de metro situada a menos de 500 metros de la Casa Blanca. El Departamento de Policía Metropolitana supervisa la investigación para esclarecer las circunstancias en que ocurrió el tiroteo. Según lo informado, no resulta claro aún quién efectuó los disparos que alcanzaron al presunto agresor y a los uniformados.
El Departamento de Justicia, apoyando la postura de la Casa Blanca, enfatizó en la moción presentada que “la situación requiere mantener la autoridad del Ejecutivo para actuar rápidamente”. El pedido urgente subraya el interés del gobierno en sostener su capacidad de reacción ante eventos de violencia en una ciudad que alberga oficinas e instituciones federales estratégicas.
Las organizaciones civiles y residentes que interpusieron la demanda argumentan que el despliegue militar en tareas de seguridad urbana viola principios legales que garantizan la autonomía del Distrito de Columbia y limita el uso de efectivos militares en contextos civiles. El tribunal de apelaciones, de acuerdo con EFE, revisará próximamente los argumentos de ambas partes para decidir si mantiene el retiro de la Guardia Nacional o permite su permanencia mientras continúan los litigios sobre la legalidad de la orden presidencial.
El tiroteo acentuó el debate sobre la presencia de las fuerzas armadas en entornos urbanos y el papel del gobierno federal frente a la autonomía local. Mientras tanto, las autoridades policiales no han aclarado los motivos del ataque ni el trasfondo del agresor, cuyo estado de salud tampoco fue detallado en el informe presentado por EFE. La situación mantiene en tensión a la capital estadounidense, a la espera de la decisión judicial y de los avances en la investigación policial.
