El Gobierno ecuatoriano, al declarar su compromiso en la lucha contundente contra los Grupos Delincuenciales Organizados (GDO), ha enfatizado la necesidad de respuestas conjuntas y permanentes ante las actividades delictivas que trascienden fronteras nacionales. La ministra de Exteriores, Gabriela Sommerfeld, ha señalado que la colaboración internacional representa un componente esencial en estas estrategias de seguridad, situando a Italia y a la Unión Europea como socios clave para el fortalecimiento de las capacidades policiales y operativas del país. En este contexto, la reciente reunión entre el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, y el fiscal Antimafia de Italia, Giovanni Melillo, marca un nuevo capítulo en la cooperación bilateral orientada a combatir el crimen organizado transnacional. Según informó la Presidencia ecuatoriana a través de la red social X, el objetivo central del encuentro es consolidar el trabajo conjunto en la lucha contra las redes internacionales delictivas, particularmente en el ámbito del lavado de activos.
De acuerdo con lo publicado por el gobierno ecuatoriano, la visita de Giovanni Melillo responde a la intención de compartir y adoptar buenas prácticas en seguridad e investigación criminal, tomando en cuenta la experiencia italiana en acciones contra mafias internacionales. Las autoridades de ambos países han coincidido en que el fenómeno del crimen organizado presenta características globales que exigen cooperación constante tanto a nivel judicial como policial. En su mensaje, Sommerfeld destacó el carácter estratégico de los programas financiados por la Unión Europea, en los que se promueve la capacitación, la coordinación regional y la asistencia técnica como herramientas para contrarrestar la expansión de organizaciones ilícitas.
El medio oficial también detalló que durante la jornada se realizó una ceremonia especial en la que el presidente Noboa entregó la condecoración "Honorato Vásquez" en el Grado de Gran Cruz al embajador italiano en Quito, Giovanni Davoli, como reconocimiento a su labor en el fortalecimiento de la relación bilateral y sus aportes al desarrollo de la seguridad institucional ecuatoriana. Esta distinción se otorgó junto a la medalla concedida a Paolo Di Sciuva, responsable del programa italoecuatoriano para el Fortalecimiento Institucional del Sistema de Seguridad, con la que se reconoce la ejecución de proyectos conjuntos orientados a mejorar la capacidad de respuesta y el intercambio de información entre ambos países.
Según reportó la Cancillería ecuatoriana en la misma red social, la cooperación entre Ecuador e Italia abarca tanto el ámbito judicial como el policial y contempla mecanismos de asistencia legal mutua enfocados en el tráfico ilícito de drogas, la trata de personas y delitos financieros, en especial el blanqueo de capitales. Estos esfuerzos forman parte de una agenda amplia que incluye tecnología para la investigación, capacitación de cuerpos de seguridad y articulación con las iniciativas de la Unión Europea dirigidas a América Latina.
A raíz de la reunión, el Ejecutivo ecuatoriano reiteró en su comunicación oficial su intención de "combatir con firmeza a los Grupos Delincuenciales Organizados", tras reconocer la magnitud del reto que representan las alianzas criminales transnacionales. La experiencia italiana fue considerada relevante para el contexto sudamericano, dada su trayectoria en el diseño de políticas públicas que buscan debilitar la estructura financiera y operativa de mafias con alcance internacional.
Por otra parte, la Presidencia ecuatoriana remarcó la importancia del apoyo regional no solo en el ámbito técnico, sino también en la adopción de estándares internacionales en materia de investigación y enjuiciamiento de delitos complejos. Según publicó el ejecutivo, la amplia agenda de cooperación está alineada con las prioridades nacionales de seguridad y justicia, al tiempo que fortalece los lazos diplomáticos con Italia como puente hacia la colaboración con la Unión Europea.
Durante el acto oficial, el Gobierno de Ecuador reafirmó la relevancia del diálogo permanente y la transferencia de conocimientos en la identificación, persecución y desarticulación de redes criminales, sosteniendo que la defensa del Estado de derecho requiere alianzas internacionales consolidadas. La cooperación institucional, enfatizó Sommerfeld según consignó la fuente, se convierte en uno de los principales pilares de la política exterior de Ecuador frente a los desafíos contemporáneos de criminalidad organizada.
El medio oficial concluyó que estas acciones dan continuidad a los compromisos asumidos previamente por ambos países respecto a la intensificación del combate al lavado de dinero, basado en acuerdos que priorizan la transparencia financiera, la inteligencia compartida y la construcción de marcos legales que faciliten la acción judicial sobre delitos económicos de alcance global. Estas iniciativas reflejan la voluntad política de Ecuador e Italia de posicionar la seguridad ciudadana y la lucha contra el crimen entre los ejes centrales de su agenda bilateral y de cooperación con la Unión Europea.
