Nairobi, 27 nov (EFE).- El secretario general de la ONU, António Guterres, sigue con "profunda preocupación" la situación en Guinea-Bisáu tras el golpe de Estado cometido este miércoles por los militares, y pidió calma, según afirmó su portavoz, Stéphane Dujarric, en un comunicado publicado este jueves.
Guterres instó a los implicados en la crisis actual a "ejercer moderación" y a "respetar el Estado de derecho", señaló Dujarric, al añadir que la ONU "seguirá de cerca la evolución de la situación en el país", marcado históricamente por la inestabilidad política.
El llamado a la calma del jefe de la ONU, según el comunicado, se basa en el temor a "un nuevo colapso institucional, ya que se esperaban los resultados de las elecciones presidenciales y legislativas celebradas el 23 de noviembre en Guinea-Bisáu".
Las elecciones estuvieron marcadas por "las tensiones, las restricciones impuestas a la oposición y las acusaciones de manipulación", de acuerdo con las Naciones Unidas.
Un grupo de militares afirmó este miércoles haber tomado el control de Guinea-Bisáu, suspendido el proceso electoral en curso y ordenado el cierre de las fronteras y del espacio aéreo del país "hasta nueva orden".
El golpe de Estado ocurrió en la víspera de la publicación de los resultados provisionales de las elecciones generales del pasado domingo, en las que tanto el presidente saliente y candidato a la reelección, Umaro Sissoco Embaló, como su principal rival, el independiente Fernando Dias da Costa, se habían adjudicado la victoria.
Los golpistas anunciaron la destitución "inmediata" de Embaló y la paralización "inmediata" del proceso electoral en curso.
También decretaron el cierre de las instituciones del país, la suspensión de las actividades de "los órganos de comunicación social" y un toque de queda nacional entre las 19:00 y las 06:00 hora local (misma GMT).
El país, propenso a los golpes de Estado, celebró este domingo unas elecciones caracterizadas por la exclusión de destacados líderes opositores.
Los comicios se desarrollaron de forma pacífica y, según confirmaron este martes observadores de varias misiones internacionales, incluidas la de la Unión Africana, fueron "democráticos, libres y participativos".
En 2019, Embaló fue elegido presidente, pero la inestabilidad nunca desapareció por completo en Guinea-Bisáu: la rivalidad entre las fuerzas de seguridad, las tensiones con la oposición, las acusaciones de complots frustrados y las sospechas de injerencia militar han marcado los últimos años en este país de África occidental.
Guinea-Bisáu es uno de los países más inestables de África, ya que, desde su independencia de Portugal en 1974, ha sufrido cuatro golpes de Estado exitosos (1980, 1998/99, 2003 y 2012).
Por su costa atlántica, el país es, además, considerado una ruta de tránsito de cocaína entre América Latina y Europa, por lo que ocupa un punto estratégico en África occidental. EFE
