Cómo conservar una pata de jamón empezada es una de las dudas más comunes en estas fechas, cuando los regalos de empresa, las cestas navideñas o simplemente el capricho de tener un buen jamón en casa hacen que muchas encimeras se llenen de piezas recién abiertas. Es en ese primer corte cuando surge la pregunta: ¿cómo evitar que la superficie se reseque y pierda sabor con el paso de los días?
A pesar de que cada familia tiene su método, desde cubrirlo con film transparente hasta envolverlo por completo para "protegerlo del aire", los expertos coinciden en que algunos de estos gestos tan habituales pueden ser perjudiciales. El error más extendido, según explica el maestro cortador Víctor Sanchego, es precisamente utilizar plástico para taparlo.
"No le pongas papel de film porque lo único que haces es ahogarlo", advierte. Para Sanchego, la clave no está en aislar la pata, sino en permitir que respire y continúe su proceso natural de deshidratación sin quedar bloqueada bajo una capa hermética de plástico.
POR QUÉ EL PAPEL FILM ES UN ERROR COMÚN
El uso de film transparente es uno de los hábitos más extendidos para conservar una pata de jamón empezada. Sin embargo, Sanchego insiste en que este plástico crea un ambiente húmedo que impide al jamón expulsar el agua sobrante. Lo compara con lo que ocurre en una pared afectada por humedad: cuando no puede evaporarse, termina manifestándose en forma de moho.
"El jamón tiene agua y tiene que expulsarla", explica. Si se envuelve en film, esa salida se bloquea y la superficie queda "ahogada", lo que favorece olores extraños, sabores indeseados y pequeñas manchas que no deberían aparecer en una pieza bien conservada. Permitir que la pata respire es, según el maestro cortador, esencial para mantener su calidad.
CÓMO TAPARLO CORRECTAMENTE
En lugar de film transparente, Sanchego recomienda cubrir la zona de corte con un paño limpio que actúe como protección ligera sin impedir la circulación de aire. No se trata de sellar la superficie, sino de evitar el contacto directo con polvo o partículas sin alterar el proceso natural de deshidratación.
Si la pieza va a permanecer varios días sin consumirse -por ejemplo, durante un viaje o una escapada-, sugiere utilizar papel de horno. A diferencia del plástico, este material no retiene humedad ni se adhiere a la grasa, por lo que mantiene la superficie protegida sin interferir en su respiración.
Ambas opciones comparten la misma filosofía: proteger sin aislar. Esa es, para Sanchego, la diferencia que evita problemas de conservación y prolonga el buen estado del jamón.
CUÁNTO DEBE DURAR UNA PATA DE JAMÓN EMPEZADA
Sanchego es claro con los tiempos. Una pata de jamón empezada no debería alargarse durante meses. "Si el jamón te dura más de un mes, no tienes derecho a tenerlo en casa", afirma entre risas. Aunque lo diga con humor, el mensaje es directo: la mejor forma de conservar un jamón es consumirlo con regularidad.
"Todos los días un plato de jamón", recomienda. De esta manera, la superficie del corte se mantiene activa, la grasa se oxigena y la pieza conserva mejor su hidratación natural. Cuando la pata se corta a menudo, no llega a resecarse ni a endurecerse, porque la zona expuesta cambia constantemente.
