
El Ministerio de Interior de Siria ha anunciado este martes el desmantelamiento de una célula de Estado Islámico en la gobernación de Alepo, en el noroeste del país, en una operación que ha conllevado la detención de varios individuos y la confiscación de armas y municiones.
"Nuestras unidades de seguridad, en cooperación con la Dirección General de Inteligencia, han llevado a cabo una operación precisa contra una célula terrorista afiliada a Estado Islámico en la región de Afrín, al noroeste de la gobernación", ha afirmado el jefe de seguridad interna de Alepo, Muhamad Abdul Ghani, en un comunicado difundido por la cartera de Interior en su canal de Telegram.
Al hilo, ha informado del arresto de "varios" miembros de la célula "involucrados en actos hostiles destinados a desestabilizar la seguridad y la estabilidad". Asimismo, las autoridades sirias han incautado "grandes cantidades de diversas armas y municiones, incluyendo artefactos explosivos, detonadores y equipo de fabricación, además de materiales utilizados en la preparación de explosivos".
"Esta operación se enmarca en los esfuerzos continuos de seguridad para combatir el terrorismo y proteger a los ciudadanos", ha subrayado Abdul Ghani, que ha destacado que las operaciones continuarán "hasta que se eliminen todas las células terroristas y se restablezca la seguridad y la estabilidad en la gobernación de Alepo y en todo el país".
A continuación, en dos breves mensajes difundidos por Interior tras la difusión del comunicado, la cartera ha confirmado la detención de los miembros de la célula "tras comprobarse su participación en la planificación de operaciones" como las descritas por el jefe de seguridad interna. Adicionalmente, el Ministerio ha asegurado que entre los materiales incautados también hay "lanzacohetes con sus proyectiles, granadas de mano, artefactos explosivos y cinturones suicidas, además de grandes cantidades de munición".
El anuncio ha llegado después de que, este mismo noviembre, Damasco haya firmado un acuerdo de carácter político con la coalición internacional contra Estado Islámico, liderada por Estados Unidos, confirmando su "papel como socio en la lucha contra el terrorismo y el apoyo a la estabilidad regional".


