El fiscal al frente del caso sobre presunta interferencia electoral en Georgia desestima los cargos contra Trump

Peter Skandalakis, responsable de la investigación, anunció que la acusación contra el exmandatario estadounidense y otros implicados queda sin efecto tras la recusación de la fiscal original por conflicto de intereses y una revisión judicial exhaustiva

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La decisión de archivar los cargos contra Donald Trump y otros acusados llegó después de que el Tribunal de Apelaciones de Georgia determinó el apartamiento de la fiscal Fani Willis, citando un “conflicto de intereses” relacionado con su relación sentimental con el fiscal especial Nathan Wade. Según informó el medio, Peter Skandalakis, quien asumió la responsabilidad de liderar la indagatoria, firmó un documento de 23 páginas en el que argumentó que desistir de la causa responde “a los intereses de la justicia” y tiene como finalidad promover la solidez del sistema judicial.

De acuerdo con lo indicado por la fuente, Skandalakis tomó control del proceso luego de que la fiscal original, Fani Willis, fue recusada formalmente. El apartamiento de Willis por parte del tribunal fue consecuencia directa del conflicto de intereses que surgió por mantener una relación personal con Nathan Wade, otro fiscal involucrado en la causa, lo que llevó a una revisión exhaustiva del caso y la necesidad de designar un nuevo responsable para garantizar la imparcialidad de la instrucción.

El proceso judicial involucraba a Donald Trump, expresidente de Estados Unidos, y a otros dieciocho imputados, a quienes se acusaba de ejercer presión ilegal sobre autoridades locales de Georgia con el propósito de invalidar los resultados electorales de 2020, cuando el mandatario fue derrotado por Joe Biden. El medio reportó que, desde el inicio de las investigaciones, Trump negó todas las acusaciones y sostuvo que el caso representaba un movimiento motivado políticamente, al que se refirió en diferentes ocasiones como una “caza de brujas”.

La decisión de Skandalakis se oficializó en un extenso escrito, en el que fundamentó el cierre de la causa sobre el exmandatario y las otras personas implicadas, haciendo referencia a la necesidad de respetar procedimientos judiciales imparciales y proteger la confianza pública en el sistema legal. Según consignó la fuente, esta resolución viene después de meses de análisis judicial, controversias públicas y cuestionamientos sobre la integridad del proceso debido al conflicto de intereses declarado.

El medio enfatizó que, en su momento, las acusaciones presentadas alcanzaban tanto a Trump como a diversas figuras del círculo cercano, quienes supuestamente participaron en maniobras para revertir el resultado electoral en Georgia mediante presiones no autorizadas. La investigación puso el foco en una presunta interferencia que, de haberse comprobado, habría tenido implicancias significativas para la integridad del proceso democrático del estado.

Con la anulación de las imputaciones, el caso que generó un amplio debate a nivel estatal y nacional queda cerrado sin consecuencias penales para los acusados. Según detalló la fuente, el argumento central expuesto por Skandalakis en su comunicación escrita fue que archivar los cargos era necesario “para servir a los intereses de la justicia y promover la firmeza judicial”, una frase que subraya el carácter técnico y procesal de la medida.

Finalmente, la resolución anunciada por Skandalakis marca el cierre de una etapa que involucró un alto grado de escrutinio público sobre la conducta de los fiscales y el manejo institucional de la causa. Tal como publicó la fuente, la investigación sobre presunta interferencia electoral en Georgia no prosperó en los tribunales debido al conflicto de intereses detectado en la fiscalía original y la posterior revisión llevada a cabo por el nuevo equipo encabezado por Skandalakis.