Rebeca Toribio, ex pareja de Miguel Ángel Silvestre, cuenta cómo Jesucristo le salvó la vida

Tras enfrentar una profunda crisis emocional provocada por la presión mediática y el desgaste de la vida pública, la influencer reconoció que apoyarse en su espiritualidad resultó fundamental para recuperar el equilibrio personal y redefinir sus prioridades

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Al reflexionar sobre el periodo crítico vivido durante el verano pasado, Rebeca Toribio describió ante las cámaras su experiencia más dura: una etapa de agotamiento emocional que la llevó a sentirse “devastada por el ritmo de vida que llevaba”. De acuerdo con la información difundida por el programa de Sonsoles Ónega, la influencer reconoció que su salud mental se vio gravemente afectada por la presión inherente a la exposición mediática y la búsqueda continua de reconocimiento, dinámica acentuada tras su relación con el actor Miguel Ángel Silvestre. Fue en esa circunstancia límite cuando Toribio encontró en su fe un punto de inflexión, relatando que “no fue hasta que Jesucristo me tumbó en la cama cuando cambié de vida”, una referencia directa al proceso de transformación que le permitió redefinir sus prioridades personales y profesionales.

El programa detalló que Toribio centró su intervención en las consecuencias negativas derivadas de la exposición constante en redes sociales y el ritmo acelerado que caracteriza a la vida de figuras públicas. Según publicó el espacio de Sonsoles Ónega, la influencer vinculó el incremento en la demanda de su imagen pública con el deterioro de su bienestar, señalando que la búsqueda persistente de una imagen idealizada desplazó sus necesidades personales. La exposición mediática, ligada no solo a su trabajo como creadora digital sino al vínculo mediático con Silvestre, incrementó las exigencias y las presiones con las que lidiaba a diario, dejando en segundo plano su equilibrio emocional.

A lo largo de su testimonio, Toribio expuso cómo la popularidad y las expectativas sociales asociadas a la fama la sumergieron en una dinámica marcada por fiestas, compromisos sociales y la búsqueda continua de validación. De acuerdo con lo transmitido por el programa, esta rutina contribuyó a intensificar una sensación de desconexión y la introdujo en una dinámica de ciclos repetitivos de inestabilidad emocional. Toribio atribuyó estos estados, en gran parte, a una percepción distorsionada del éxito y el bienestar, alimentada por la cultura digital en la que predomina la valorización de la apariencia y el estatus.

El reportaje de Sonsoles Ónega recogió que la influencer recalcó el impacto directo de las plataformas digitales en la autoimagen y en la salud mental de quienes están expuestos a una audiencia masiva. Según su relato, el esfuerzo constante por mantener una apariencia ideal no solo implica una carga profesional considerable, sino que también termina por afectar el entorno personal y familiar. Toribio explicó que el desgaste acumulado durante meses derivó en un punto de quiebre a mediados del verano, momento en el que experimentó una sensación de fondo emocional y tomó conciencia de la necesidad de ayuda.

Durante su intervención televisiva, Toribio sostuvo que el apoyo espiritual marcó el inicio de su recuperación y reconfiguración vital. Según sus propias palabras, la dimensión religiosa y el acercamiento a la figura de Jesucristo le sirvieron de guía para restablecer la estabilidad emocional, reconectar con su familia y replantear su trayectoria profesional. El medio que recogió sus declaraciones informó que Toribio relacionó su proceso de sanación con la identificación en los relatos bíblicos, argumentando que la fe cristiana le proporcionó una estructura para superar la crisis.

La influencer profundizó en el papel que juega la imagen superficial de éxito en redes sociales, destacando, según publicó el programa de Sonsoles Ónega, el riesgo de comparaciones continuas y la presión de cumplir con estándares ajenos. En su testimonio, señaló el valor de recurrir a asistencia o búsqueda de apoyo, no solo psicológico sino también espiritual, ante escenarios de presión mediática. Según la cobertura televisiva, Toribio manifestó su deseo de que su experiencia funcione como un mensaje para quienes atraviesan dificultades similares, enfatizando la utilidad del soporte espiritual y la necesidad de no permanecer en silencio ante el malestar psicológico.

Otro aspecto relevante de la intervención de Toribio, según consignó el citado programa, fue la diferenciación consciente que la influencer buscó establecer respecto de la imagen superficial que suele asociarse a la vida de los creadores de contenido. Narró las complejidades de reajustar su vida tras la exposición mediática y expresó las dificultades para sostener relaciones personales bajo altos niveles de visibilidad pública. El medio destacó que, aunque la redefinición de sus prioridades implicó cambios profundos, Toribio no reniega completamente de su pasado, sino que interpreta su transformación como una adaptación orientada a priorizar el bienestar interior y la espiritualidad.

En relación a los cambios aplicados en su entorno cotidiano, Toribio subrayó, según el programa, que su estabilidad actual se sustenta en la confianza depositada en su fe y en la modificación de sus rutinas diarias. Este proceso incluyó, según su relato, una toma de distancia de los patrones dictados por la fama y el ámbito digital, junto a una reconfiguración activa de sus relaciones. El programa presentado por Sonsoles Ónega resaltó que la influencer busca mantener la visibilidad sobre la problemática de la salud mental en el entorno digital, fomentando el diálogo sobre los riesgos de la exposición y la importancia del acompañamiento profesional o espiritual como parte del proceso de recuperación.

La cobertura otorgada al testimonio de Toribio se suma a los debates abiertos sobre las consecuencias de la sobreexposición a las redes sociales y el impacto que esta tiene en la vida de los personajes públicos. Según reportó el programa, Toribio apela a la fe como recurso decisivo para afrontar las crisis personales derivadas de la presión social y mediática, alentando a quienes se enfrentan a situaciones similares a buscar apoyo sin temor al estigma.

Durante su participación televisiva, Toribio enfatizó, citando la transmisión, que la redefinición de valores relacionada con el éxito y la felicidad adquirió sentido para ella solo mediante la espiritualidad. El propio medio indicó que la influencer confirma su compromiso en visibilizar los desafíos de la salud mental dentro de la comunidad digital y alienta a romper el silencio en torno a las dificultades personales, subrayando el peso del acompañamiento y el respaldo en contextos de notoriedad y presión pública.