El Ejército de Sudán repele un ataque de las RSF en la ciudad de Babanusa (Kordofán Occidental)

A pesar del anuncio de alto el fuego, fuerzas sudanesas interceptaron una ofensiva en Babanusa durante la madrugada, provocando combates intensos y numerosas bajas en ambos bandos en medio del agravamiento de la crisis humanitaria

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La declaración del Ejército de Sudán señala que varias figuras de alto mando en las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) y cientos de integrantes identificados como mercenarios perdieron la vida durante los enfrentamientos en Babanusa, además de la destrucción y captura de numerosos vehículos de combate pertenecientes al grupo. De acuerdo con la información proporcionada por la agencia Europa Press, este episodio bélico ocurrió apenas horas después del anuncio de una tregua humanitaria, lo que intensificó la preocupación sobre la continuidad de la crisis en la región.

Según publicó Europa Press, la ofensiva de las RSF en la ciudad de Babanusa, ubicada en el estado de Kordofán Occidental, fue repelida durante la madrugada por la 22 división de Infantería del Ejército sudanés. Este enfrentamiento se registró pese a que Mohamed Hamdan Dagalo, conocido como ‘Hemedti’ y líder de las RSF, había anunciado una tregua unilateral que prometía la suspensión de las hostilidades por un periodo de tres meses. El Ejército, a través de un comunicado difundido en redes sociales, precisó los resultados de la operación defensiva, subrayando las bajas en ambos bandos, aunque no detalló cifras en sus propias filas.

El contexto del ataque cobra relevancia ya que la mayor parte del estado de Kordofán Occidental, incluida Al Fula, capital estatal, y otras ciudades estratégicas, permanece bajo control de las RSF, mientras que el Ejército mantiene presencia fundamentalmente en Babanusa y en áreas petrolíferas como Heglig, cerca de la frontera con Sudán del Sur. Europa Press detalló que el asalto militar se produjo inmediatamente después del anuncio de alto el fuego, lo que evidenció la fragilidad de los acuerdos o declaraciones unilaterales en el terreno.

La guerra civil en Sudán tiene su origen en las disputas sobre el proceso de integración de las RSF al aparato militar estatal, una fricción que truncó la transición política tras el derrocamiento del expresidente Omar Hasán al Bashir en 2019 y se agudizó después del golpe militar que destituyó a Abdalá Hamdok en 2021. Según reportó Europa Press, la persistencia de estos desacuerdos provocó el estallido del conflicto armado, con consecuencias directas sobre la estabilidad nacional y la gobernabilidad.

Esta crisis bélica ha recibido la atención internacional debido a la magnitud de la emergencia humanitaria. Diversos gobiernos han expresado su involucramiento al apoyar a las partes enfrentadas, de acuerdo con Europa Press, lo que ha contribuido a una escalada del conflicto y ha debilitado los intentos de alcanzar una solución negociada. Las organizaciones humanitarias informan que millones de personas han debido abandonar sus hogares tanto dentro de Sudán como fuera de las fronteras nacionales, en busca de refugio y asistencia.

El deterioro de la situación se agrava con la propagación de enfermedades, destrucción de infraestructuras clave y la dificultad para proveer ayuda a quienes la necesitan. Numerosos hospitales, carreteras y servicios básicos han quedado fuera de operación, según consigna Europa Press, lo que impide la atención de cientos de miles de personas impactadas por la violencia y el desplazamiento forzoso.

A pesar de los anuncios de tregua, los hechos reportados en Babanusa ilustran la falta de mecanismos efectivos para garantizar el cese de hostilidades, destacando la distancia entre los compromisos expresados públicamente y la realidad en el terreno. Tal como puntualizó Europa Press, la combinación de factores internos —como la rivalidad entre el Ejército y las RSF— y externos —incluida la intervención de potencias extranjeras— mantiene la situación sudanesa en un estado de incertidumbre y crisis prolongada.

Diversos intentos internacionales para mediar en el conflicto continúan sin conseguir resultados duraderos, según constata la cobertura de Europa Press. En este escenario, la emergencia humanitaria se extiende y demanda atención prioritaria, en un país marcado por las olas de violencia y la inestabilidad que han acompañado su historia reciente tras la caída de Omar al Bashir. Las perspectivas para una solución pacífica y la reconstrucción de las instituciones quedan supeditadas a la posibilidad de acuerdos reales entre las facciones armadas y la presión de la comunidad internacional, mientras la población enfrenta las consecuencias directas del enfrentamiento armado.