
La exigencia de que cualquier acuerdo sobre el futuro de Ucrania incluya una ratificación directa por parte del presidente Volodímir Zelenski y del mandatario estadounidense Donald Trump se ha convertido en uno de los elementos centrales de las negociaciones que actualmente se celebran en Suiza. Según informó Europa Press, esta condición responde al interés de Kiev de mantener el control sobre las decisiones estratégicas respecto a su soberanía, en un contexto donde las conversaciones han avanzado hacia la elaboración de un marco de paz actualizado bajo presión internacional y con importantes reservas sobre las concesiones propuestas.
De acuerdo con el medio Europa Press, en los últimos días Ucrania accedió a participar en el plan de paz propuesto por Estados Unidos, orientado a alcanzar una salida negociada a la guerra desencadenada por Rusia en 2022. El proceso cobró mayor relevancia después de la primera ronda de negociaciones en Ginebra, con la presencia de representantes de Alemania, Francia, Reino Unido y otros aliados europeos. Kiev ha trabajado en la concreción de una posición cercana a la Administración estadounidense, revisando puntos críticos del plan que surgió sin la previa consulta ni al Gobierno ucraniano ni a los socios europeos.
El contenido del documento redactado por la delegación estadounidense, según publicó Europa Press, contempla aspectos como la posible cesión de territorios a Rusia en la región oriental del Donbás y la imposición de límites al tamaño de las Fuerzas Armadas ucranianas. Pese a esto, las autoridades de Ucrania subrayaron que cualquier decisión final debe salvaguardar de forma explícita su integridad territorial y garantizar una paz duradera. Tanto Ucrania como Estados Unidos coincidieron en una declaración conjunta al cierre del encuentro en Suiza que las consultas resultaron “altamente productivas” y permitieron avances hacia la identificación de siguientes pasos claros en el proceso.
Los cambios introducidos en el documento original, cuyo contenido no se ha hecho completamente público, reflejan la intención de Kiev y de los países europeos de corregir aquello que consideran dañoso para la soberanía ucraniana, según lo consignó Europa Press. Integrantes de la diplomacia estadounidense han especificado que el plan incluye elementos sugeridos desde Moscú y también prioridades defendidas por Ucrania, pero insisten en su autoría. Pese a las dudas suscitadas tras declaraciones de dos senadores estadounidenses que calificaron la iniciativa como predominantemente rusa, Washington ha remarcado que el texto final responde a intereses estadounidenses.
El presidente Zelenski, al concluir las conversaciones en Suiza, apareció en un mensaje grabado transmitido a nivel internacional para expresar su agradecimiento por el respaldo recibido de los socios internacionales y su expectativa de avanzar con acciones eficaces y viables hacia el fin de la guerra. “Esperamos que el resultado proporcione los pasos correctos. La primera prioridad es una paz fiable, seguridad garantizada, respeto por nuestra gente y respeto por todos los que dieron su vida defendiendo a Ucrania de la agresión rusa”, expresó el mandatario, según reportó Europa Press.
En el plano europeo, los gobiernos del bloque intensificaron las consultas bilaterales y multilaterales con el objetivo de participar activamente en el desarrollo del acuerdo. Tras quedar ausentes en el diseño inicial, la Unión Europea persigue que las cuestiones que conciernen a la seguridad y al futuro político del continente sean incluidas en cualquier debate y decisión futura. Europa Press detalló que las autoridades europeas han utilizado escenarios internacionales como la cumbre del G20 en Sudáfrica o las recientes reuniones con la Unión Africana para consolidar posiciones y ejercer influencia sobre el proceso.
El presidente del Consejo Europeo, Antonio Costa, tras mantener una conversación con Zelenski, confirmó la importancia de una postura común y coordinada de todos los Estados miembros. “Es clave para garantizar un buen resultado de las negociaciones de paz, para Ucrania y para Europa”, manifestó Costa en declaraciones recogidas por Europa Press. En tono similar, Alexander Stubb, presidente de Finlandia y reconocido interlocutor de Trump, indicó que las negociaciones representan un avance, pero advirtió que aún persisten cuestiones esenciales por resolver. En su opinión, cualquier asunto correspondiente a la Unión Europea o a la OTAN debe ser deliberado y resuelto únicamente por los miembros de esas organizaciones en foros independientes.
Por su parte, Emmanuel Macron, presidente francés, tras conocer las líneas principales del plan estadounidense, enfatizó la urgencia de robustecer la iniciativa para impedir que se alteren las fronteras por la fuerza o que Ucrania quede en una situación de indefensión. Según el dirigente galo, la participación de la comunidad internacional en la elaboración de los acuerdos incrementa la legitimidad del resultado final y reduce riesgos de imposición unilateral.
Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, rechazó enérgicamente cualquier concesión territorial a Moscú y también la inclusión de cláusulas que limiten el potencial defensivo de Ucrania. Según ella, modificar fronteras bajo presión exterior sería contrario a los principios del derecho internacional y dejaría al Estado ucraniano vulnerable ante posibles agresiones en el futuro. Von der Leyen insistió, además, en que la Unión Europea debe desempeñar un papel fundamental en la protección de la paz, en respuesta a las propuestas elaboradas por Washington que habrían limitado la presencia internacional en el territorio ucraniano.
A lo largo de las negociaciones, se hizo evidente, según Europa Press, la preocupación de los responsables gubernamentales europeos por el carácter de las negociaciones celebradas hasta ahora, donde la mayor parte del debate se centró en los intereses de Estados Unidos y Rusia, con un menor peso de los planteamientos de Kiev y de la UE. Como consecuencia, el bloque se ha movilizado para conseguir que las reivindicaciones ucranianas, como la restauración de la soberanía y el rechazo a la reducción del tamaño de su Ejército, queden reflejadas en el texto que se acuerde.
Las conversaciones siguen en curso, mientras las partes implicadas buscan acordar pasos y garantías suficientes para poner fin al conflicto iniciado por la invasión de Rusia, sin comprometer la integridad y la capacidad de defensa de Ucrania. El proceso continúa desarrollándose entre exigencias de mayor participación europea y reticencias frente a cualquier cesión territorial o militar al Kremlin, informaron fuentes diplomáticas a Europa Press.

