Gabriel Briceño Fernández
Redacción Deportes, 24 nov (EFE).- En junio de 1986, en pleno Mundial de México, Juan Gilberto Funes firmó con River Plate sin imaginar que cuatro meses después su nuevo equipo ganaría por primera vez la Copa Libertadores con un gol suyo.
Famoso en Colombia por sus goles y conocido como ‘el Búfalo de San Luis’, en alusión a su corpulencia y a su ciudad natal, Funes fue traspasado del club bogotano Millonarios por 600.000 dólares.
Pero el fichaje pasó desapercibido porque a Funes no lo conocían en Argentina, donde solo había jugado en equipos del interior antes de emigrar a Colombia en 1984, a los 21 años.
Además, toda la atención de los argentinos estaba en el Mundial para ver hasta dónde llegaría la Albiceleste, que aun con Diego Maradona se fue a México rodeada de pesimismo.
Funes llegó a River por dos casualidades.
La primera fue la presencia de la selección uruguaya en Bogotá para culminar su preparación al Mundial, por tener una altitud semejante a la de Ciudad de México.
La segunda fue Enzo Francescoli, quien estaba en Bogotá con la selección uruguaya y acababa de ser cedido al Racing francés por River Plate, que buscaba su reemplazo para la Libertadores.
La Celeste jugó con Millonarios varios partidos en los que Funes fue la sensación. Tanto así, que un comentario se regó como pólvora y llegó a la directiva de River: “¡Que no busquen más, el reemplazo de Francescoli está en Bogotá!”.
El presidente de River, Hugo Santilli, viajó a la capital colombiana, vio a Funes en acción y no dudó en contratarlo.
Diez días después de que Argentina ganara el Mundial de México, River inició su andar en la Libertadores en el Grupo 1 con Boca Juniors, Peñarol y Montevideo Wanderers.
Quedó primero, pasó a semifinales y ganó favoritismo porque en su nómina estaban los campeones del mundo Nery Pumpido, Oscar Ruggeri y Héctor Enrique, y dos uruguayos que también venían del Mundial: Nelson Gutiérrez y Antonio Alzamendi.
Funes debutó en semifinales y se ganó la titularidad por su buen estado de forma y porque al goleador del equipo, Ramón Centurión, lo suspendieron por dopaje.
River pasó a la final y su rival por la Copa era América de Cali, al que Funes conocía bien por haberlo enfrentado en Colombia.
En la ida, el 22 de octubre en Cali, Funes anotó el gol que a los 23 minutos abrió la cuenta del triunfo por 1-2, y en los prolegómenos llamó la atención por cantar el himno colombiano.
La vuelta se disputó el 29 de octubre en el estadio Monumental, que a los 69 minutos de juego se estremeció cuando Funes anotó el gol del 1-0, suficiente para darle a River su primera Libertadores.
Funes recibió la pelota de Enrique, el mismo jugador que un mes antes en México le dio el pase a Maradona para que marcara ante Inglaterra el que se considera el gol más bello de los mundiales.
Sin darse cuenta de semejante casualidad, Funes festejó detrás del arco, se arrodilló y levantó los brazos al cielo. Acababa de alcanzar un lugar en la historia de River Plate. EFE
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