SEAIC advierte del aumento de casos de anafilaxia en España, sobre todo en población infantil

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La presidenta del Comité de Anafilaxia de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), Victoria Cardona, ha advertido que en los últimos años se está observando un aumento de casos de anafilaxia, sobre todo en población infantil de entre 0 y 14 años, en la que los ingresos hospitalarios por esta causa se multiplicaron por 13 entre 1998 y 2011.

Según los estudios más recientes, cada año se producen en España entre 3,2 y 30 casos de anafilaxia por cada 100.000 habitantes, lo que supone entre 1.600 y 14.000 anafilaxias. Sin embargo, Cardona ha apuntado que las cifras podrían estar infraestimadas, teniendo en cuenta que un estudio del Departamento de Salud de Elda en 2017 mostró que solo el 20,6 por ciento de los casos llegó a Urgencias hospitalarias.

En el Día Mundial de la Anafilaxia, la SEAIC ha subrayado la necesidad de conocer, prevenir, tratar y educar adecuadamente para saber cómo proceder ante una reacción de este tipo, la manifestación alérgica más grave que existe y que puede llegar a ser mortal, especialmente si no se actúa rápidamente. Por ello, se ha sumado a la campaña internacional promovida por la European Academy of Allergy & Clinical Immunology (EAACI), cuyo lema es 'Conoce los signos, actúa a tiempo'.

Frente a la anafilaxia, el alergólogo es el especialista indicado para acompañar a los pacientes en riesgo a lo largo de toda su vida. Su formación permite identificar tanto las causas comunes como las menos frecuentes y planificar las pruebas diagnósticas más adecuadas, desde análisis de sangre y pruebas cutáneas hasta exposiciones controladas al alérgeno.

En este sentido, la doctora Cardona ha destacado que el alergólogo actúa como detective, pues es capaz de planificar las pruebas diagnósticas a partir de los datos de la historia clínica. Tras identificar el factor desencadenante, orienta sobre cómo evitarlo o si es posible recurrir a vacunas u otras estrategias de tolerancia. Además, tiene un papel de educador para que pacientes y familia sepan reconocer signos de alarma y usar el autoinyector de adrenalina.

REFORZAR LA FORMACIÓN

Sin embargo, desde la SEAIC han puntualizado que el manejo de la anafilaxia no depende solo del alergólogo, por lo que ha reclamado la formación de todos los profesionales sanitarios desde la universidad con la inclusión de la especialidad de Alergología en los planes de estudio y la rotación de residentes por los servicios de alergia, de forma que puedan adquirir experiencia práctica en el manejo de la patología.

En este sentido, el presidente del Comité de Enfermería en Alergología de la SEAIC, Valentín López, ha destacado el papel clave de la enfermería, pues participa en la valoración del riesgo de cada paciente, en las pruebas diagnósticas y en la inmunoterapia específica, vigilando las reacciones que puede presentar el paciente y participando en su educación sanitaria y en la de su familia.

Por ello, López ha insistido en la importancia de la coordinación entre alergólogos y enfermeras. "Mientras el alergólogo actualiza diagnósticos, prescribe tratamientos y ajusta planes de acción, la enfermería refuerza estas indicaciones en cada visita y supervisa la correcta aplicación de las estrategias de prevención y tratamiento, asegurando una atención integral y centrada en el paciente", ha detallado.

A este respecto, la SEAIC ha informado de que está confeccionando un posicionamiento sobre la actuación autónoma del profesional de enfermería en caso de sospecha de anafilaxia, que establece que pueden iniciar un tratamiento de estar reacción aguda, siempre que se disponga de un protocolo aprobado en el centro.