
El secretario del Ejército estadounidense, Dan Driscoll, compartió su percepción positiva tras una reunión sostenida este jueves con el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, en la que trataron la propuesta de Washington para poner fin al conflicto con Rusia. Según consignó la Casa Blanca, Zelenski confirmó en ese encuentro haber recibido oficialmente el plan estadounidense y, de acuerdo con un comunicado de la Presidencia ucraniana citado por medios internacionales, se habría determinado trabajar en los puntos del borrador con el objetivo de alcanzar una “salida digna” de la guerra. Este desarrollo marca un paso relevante en el diálogo diplomático sobre el futuro del conflicto iniciado en febrero de 2022.
La Casa Blanca precisó este jueves, por medio de su portavoz Karoline Leavitt, que tanto Estados Unidos como representantes de Rusia y Ucrania han mantenido conversaciones de igual consideración acerca del plan elaborado en las últimas semanas. De acuerdo con lo que transmitió Leavitt en rueda de prensa, Steve Witkoff, enviado especial de Estados Unidos, y el secretario de Estado, Marco Rubio, sostuvieron reuniones con delegaciones rusas y ucranianas para esclarecer bajo qué términos ambas partes podrían comprometerse a buscar una paz duradera. Informó también que el gobierno estadounidense ha tenido “conversaciones constructivas con ambas partes”, orientadas a “poner fin a esta guerra”.
Según explicó Leavitt, la Administración de Donald Trump respalda plenamente la iniciativa y la considera favorable tanto para Moscú como para Kiev. Mencionó que, pese a que han surgido críticas y escepticismo en varios sectores, la Casa Blanca se apoya en lo que describió como logros previos del presidente y su equipo en procesos de paz en Oriente Medio. “Creemos que es posible lograrlo con Rusia y Ucrania”, afirmó Leavitt, según publicó la fuente oficial en declaraciones reproducidas por distintos medios.
El punto de partida del plan involucra asuntos controvertidos. Según la información difundida por la Casa Blanca y destacada por medios internacionales, algunos apartados del borrador abordan la posibilidad, altamente sensible para Ucrania, de ceder a Rusia una porción considerable de la región oriental del Donbás, actualmente bajo dominio de las fuerzas rusas. Asimismo, otro aspecto delicado se refiere a la exigencia de una reducción significativa en el tamaño y capacidades de las Fuerzas Armadas ucranianas.
Tal como reportó la Casa Blanca, el presidente Zelenski valoró la entrega del plan como parte de una tradición diplomática en la que Ucrania “ha estado esforzándose por la paz desde los primeros segundos de la invasión”. El gobierno ucraniano comunicó que permanece abierto a analizar cualquier propuesta significativa que pueda allanar el camino hacia un acuerdo de paz estable y real, aunque persisten objeciones en torno a los apartados que implican concesiones territoriales y disminución del potencial militar.
Washington reiteró en varias ocasiones, a través de voceros y responsables de alto nivel como Leavitt, que la intención última de las gestiones es proporcionar un marco aceptable y equilibrado para ambas partes. Los representantes estadounidenses insisten en que el documento ha sido resultado de un trabajo de casi un mes y responde, según afirmó la portavoz, a la necesidad de encontrar una solución concreta que consolide una paz duradera para Ucrania y Rusia.
El proceso de diálogo, según detallaron fuentes oficiales estadounidenses recogidas por los medios, prevé consultas adicionales con ambas delegaciones y la revisión de los puntos críticos del borrador por parte de expertos diplomáticos y militares de las dos partes. Las autoridades de Ucrania señalaron en comunicados que la evaluación interna de los términos del plan continuará, en tanto Moscú no ha formulado una respuesta pública concluyente sobre la propuesta presentada.
El medio oficial estadounidense subrayó que, tras la entrega del plan, se espera una fase de negociaciones técnicas y políticas que permita ajustar posibles desacuerdos sobre los aspectos más controversiales. La perspectiva desde Washington es que ambas delegaciones muestren disposición a abordar temas sensibles, incluyendo la soberanía territorial y la seguridad en la frontera, como parte de un compromiso mayor hacia la estabilidad regional.


