
El ministro de Defensa de Israel, Israel Katz, explicó desde el monte Hermón que la presencia de las fuerzas israelíes en territorio sirio se mantendrá "por tiempo indefinido", fundamentando esta decisión en la defensa de las comunidades que habitan los Altos del Golán ante amenazas potenciales. En este contexto, el despliegue militar israelí cerca de la capital siria y la reciente visita pública de altos funcionarios del Gobierno hebreo, entre ellos el primer ministro Benjamin Netanyahu, intensificaron la preocupación internacional. Según informó Naciones Unidas en una conferencia de prensa celebrada en Nueva York, estos acontecimientos ponen en duda el respeto al Acuerdo de Separación de 1974, que establece una zona desmilitarizada bajo el monitoreo de la Fuerza de Naciones Unidas de Observación de la Separación (UNDOF).
Tal como publicó la ONU, las operaciones del ejército israelí al sur de Siria han adquirido una nueva dimensión desde la caída del régimen de Bashar al Assad a finales de 2024. El avance de las tropas israelíes tras el derrocamiento, liderado por milicias y combatientes agrupados en torno al grupo Hayat Tahrir al Sham (HTS) y bajo el mando de Ahmed al Shara, generó una reconfiguración del escenario militar en la zona desmilitarizada. El organismo internacional detalló que las tropas israelíes entraron en áreas próximas a Damasco, acercándose a unos diez kilómetros de la ciudad, un movimiento que generó cuestionamientos sobre el cumplimiento de los acuerdos históricos que regulan la frontera.
De acuerdo con Naciones Unidas, el nuevo contexto político tras la salida del poder de Al Assad ha llevado a Israel a considerar que el pacto de separación perdió validez, alegando cambios fundamentales en la autoridad y la estabilidad institucional de Siria. El portavoz oficial del secretario general de la ONU, Stéphane Dujarric, señaló en sus intervenciones ante la prensa que la presencia de altos funcionarios israelíes en las posiciones militares del sur del país árabe constituye un motivo de inquietud para el organismo, ante el riesgo de una escalada que comprometa la integridad territorial siria.
Durante su comparecencia, Dujarric mencionó la resolución 2799 del Consejo de Seguridad, que subraya la importancia de la "plena soberanía, la unidad, la independencia y la integridad territorial de Siria". El vocero indicó que la situación se abordó en la reunión reciente entre la enviada adjunta de la ONU para Siria, Najat Rochdi, y el ministro de Exteriores del gobierno sirio, en un intento por reforzar las vías diplomáticas ante el deterioro del escenario regional.
El medio detalló que Siria expresó de forma categórica su rechazo a la visita de Netanyahu y a la permanencia de militares israelíes en su territorio, calificando los hechos de "grave violación a la soberanía e integridad territorial". Las autoridades sirias exigieron la retirada completa de las fuerzas israelíes mediante comunicados oficiales y foros multilaterales. Asimismo, la ONU consignó que las incursiones se intensificaron después de la toma de Damasco el 8 de diciembre de 2024, cuando yihadistas y rebeldes desplazaron a Al Assad y cambiaron el equilibrio de poder en la región.
La presencia israelí en zonas del sur sirio, cerca de la frontera histórica supervisada por UNDOF, se ha convertido en un tema central de debate internacional. Naciones Unidas resaltó la obligación de respetar el marco legal vigente, construido luego de la Guerra del Yom Kippur, y llamó a todas las partes a evitar acciones que aumenten la inestabilidad regional. El Consejo de Seguridad y el propio secretario general reiteraron que la prioridad de la comunidad internacional debe centrarse en prevenir una escalada y salvaguardar la integridad de Siria.
Finalmente, según reportó Naciones Unidas, el deterioro del equilibrio militar y político en la región, sumado al aumento de las tensiones a raíz de la visita de Netanyahu, representa un desafío para los mecanismos de seguridad colectiva. El organismo internacional insistió en la necesidad de diálogo y respeto mutuo para contener la amenaza de nuevos conflictos fronterizos.

