
La administración venezolana pidió a la ONU que reconozca sin ambigüedades al responsable de las tensiones en el Caribe, demandando que se eviten llamados que equiparen a ambas partes y reclamando una condena clara contra las actividades militares estadounidenses en la región. Las autoridades entregaron esta solicitud en una carta dirigida al secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, luego de denunciar operaciones militares de Estados Unidos cerca de sus fronteras y ataques contra embarcaciones en aguas próximas. Según detalló Europa Press, el gobierno de Nicolás Maduro exigió que la ONU adopte una postura más firme y neutral ante la escalada de hechos, poniendo en entredicho el papel del portavoz del organismo, Stéphane Dujarric.
De acuerdo con la información publicada por Europa Press, la carta fue oficialmente presentada por el ministro de Exteriores venezolano, Yván Gil, quien enfatizó la “inacción” que, a juicio de Caracas, viene mostrando el equipo de Guterres frente a maniobras militares estadounidenses en aguas caribeñas. El escrito refutó el reciente llamamiento de Dujarric a la distensión entre Estados Unidos y Venezuela, alegando que sus declaraciones reflejan un sesgo que, según Caracas, distorsiona la situación y traslada una visión equívoca de igualdad entre ambos países.
En el texto enviado a Naciones Unidas, el ejecutivo venezolano objetó que el exhorto haya sido formulado para las dos naciones, ya que considera que esta equiparación favorece la narrativa estadounidense y desatiende una supuesta agresión contra Venezuela. Según el gobierno encabezado por Maduro, Dujarric habría incurrido en una “grave tergiversación de los hechos y una equiparación inmoral entre el agresor y la víctima”. El planteamiento oficial resalta que, de acuerdo a los argumentos de Caracas, no se han registrado operaciones venezolanas de alcance militar cerca del territorio norteamericano ni han existido amenazas originadas desde Venezuela.
Europa Press consignó que la misiva cuestionó directamente al portavoz de la ONU, al considerar que sus mensajes se alinean con una “narrativa belicista”. El texto destacó que la posición asumida por Dujarric constituye, en opinión del gobierno de Venezuela, un incumplimiento de la obligación de defender los principios de neutralidad e imparcialidad que estipula la Carta de las Naciones Unidas. En el mismo escrito, las autoridades venezolanas manifestaron que la reiterada actitud del equipo de Guterres trasciende la omisión y se configura según una política consciente ante las tensiones que se han recrudecido en la región.
La administración de Maduro argumentó en la carta, según reportó Europa Press, que Venezuela no despliega recursos militares ni ejecuta maniobras provocadoras cerca del territorio estadounidense. En contraste, Caracas responsabilizó a Estados Unidos por incrementar la militarización en el Caribe, señalando específicamente el despliegue de grandes recursos y fuerzas militares, incluyendo un portaaviones en las inmediaciones, y atribuyendo a la nación norteamericana la realización de aproximadamente veinte ataques aéreos sobre pequeñas embarcaciones pesqueras, con saldo letal para más de setenta civiles en zonas cercanas al litoral estadounidense.
El escrito oficial subrayó que la movilización por parte de Venezuela de aproximadamente 200.000 efectivos militares responde a una evaluación de lo que calificó como “amenaza extranjera explícita e inminente”. Según las autoridades venezolanas, estas acciones son de carácter defensivo y no pueden considerarse ofensivas o equiparables con los movimientos que atribuye a Estados Unidos.
Europa Press detalló que el gobierno venezolano reiteró que no está contribuyendo a un aumento de la tensión militar en la región. En la carta se solicitó a Naciones Unidas que evite realizar llamamientos vagos que no distingan de forma clara entre el país agresor y el país afectado, pidiendo que no se formulen exhortaciones “simétricas” a ambas partes, sino que se cuestione directamente el despliegue militar estadounidense en el Caribe, frente a las costas venezolanas.
El documento entregado por Yván Gil, de acuerdo al reporte de Europa Press, remarcó que la Secretaría General de la ONU, a criterio de Caracas, contribuye con su postura a sostener una narrativa de confrontación que beneficia a Estados Unidos. La comunicación oficial exige un enfoque más riguroso de parte del organismo y de su portavoz, planteando que toda declaración e intervención debe apegarse estrictamente a los principios de imparcialidad y neutralidad que son responsabilidad del sistema multilateral.
El gobierno de Maduro recordó, según informó Europa Press, haber presentado denuncias previas de incidentes similares ante Naciones Unidas, lo que, según Caracas, evidencia un patrón de omisión ante el incremento de la presencia y operaciones estadounidenses en el Caribe. En el marco de la nota diplomática, las autoridades insisten en que se reconozca y condene el despliegue militar de Washington en la zona, al que consideran una provocación directa.
Hasta el momento, Europa Press señaló que no existe una reacción oficial por parte de la ONU al documento presentado. Las autoridades venezolanas mantuvieron su demanda a la espera de respuesta por parte del organismo internacional, reiterando su llamado a que los funcionarios de Naciones Unidas respeten estrictamente los postulados de la imparcialidad en sus comunicaciones públicas.


