
Un tribunal de Túnez ha dictado este viernes una nueva condena a dos años de cárcel por cargos de corrupción contra el líder del partido islamista moderado Rachid Ghanuchi, una decisión que ha sido rápidamente condenada por su formación, que ha dicho que la sentencia es "injusta" y parte de "una serie de juicios políticos contra todos los sectores del espectro político y la sociedad civil desde el golpe del 25 de julio de 2021".
Ennahda ha apuntado en un comunicado en su cuenta en la red social Facebook que el que fuera presidente del Parlamento de Túnez en el momento en el que el mandatario, Kais Saied, decidió arrogarse todas las competencias tras suspender el legislativo y disolver el Gobierno en julio de 2021, ha sido condenado por una donación realizada a la Media Luna Roja de Túnez.
La donación fue de la misma cantidad que el premio que recibió en noviembre de 2016 al ser galardonado con el Premio Gandhi de la Paz por su promoción de los principios de paz y tolerancia, según su defensa, antes de insistir en que los cargos derivan de la voluntad de las autoridades de "criminalizar la donación" y "argumentar que no se respetaron los procedimientos debido a que representantes de la Media Luna Roja recibieron el cheque de manos de Ghanuchi, sin pasar por el Banco Central".
Por ello, ha reiterado sus críticas a las sucesivas condenas a penas de cárcel contra Ghanuchi y ha pedido que "se aborden todas las injusticias cometidas contra él", así como que se proceda a su liberación junto a "todos los prisioneros políticos". "Hay que cerrar el capítulo de injusticias cometidas contra las voces libres del país", ha argumentado.
"Ennahda advierte de que todos los intentos de criminalizar la actividad política y civil fracasarán a la hora de imponer hechos consumados sobre mujeres y hombres tunecinos que han expresado en numerosas ocasiones su compromiso con la dignidad y la libertad", ha zanjado el partido islamista.
Ghanuchi, encarcelado desde abril de 2023, ya fue sentenciado en julio a catorce años de prisión en el marco de un proceso contra una veintena de personalidades políticas que han recibido asimismo penas de hasta 35 años de cárcel por supuestamente conspirar contra el Estado.
El político, principal figura opositora a Saied --como ya lo fuera de Zine el Abidine ben Alí durante su régimen entre 1987 y 2011--, ya fue condenado a tres años de cárcel por supuesta financiación ilegal de Ennahda y a un año de prisión por "apología del terrorismo", pena aumentada a 15 meses tras el proceso de apelación.
La oposición, aglutinada mayoritariamente en torno al Frente de Salvación Nacional (FSN), ha denunciado desde hace más de tres años una deriva autoritaria del mandatario y ha exigido su dimisión, especialmente ante la oleada de detenciones de opositores, activistas y periodistas y las bajas tasas de participación en el referéndum constitucional y las elecciones celebradas desde entonces en Túnez.

