La salida de Telefónica de Colombia recibe otro impulso tras el 'OK' a la fusión de Movistar y Tigo

La autoridad de competencia aprobó la integración entre los principales operadores de telefonía móvil bajo estrictos condicionamientos, lo que allana el camino para la retirada definitiva de la multinacional española del mercado colombiano, aunque persisten aspectos regulatorios por resolver

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La multinacional Millicom busca controlar la totalidad de Movistar y Tigo en Colombia como parte de una estrategia para consolidar su posición frente a la empresa dominante, Claro, informó el medio que proporcionó la noticia. Esta maniobra involucra varias operaciones pendientes de completar, como la compra por parte de Millicom del 32,5% de la filial de Telefónica aún en manos del Estado colombiano y la adquisición de la participación que Empresas Públicas de Medellín (EPM) mantiene sobre cerca de la mitad de Tigo. Solo tras la conclusión de estas compras Millicom podrá proceder a fusionar ambos operadores, lo que representa un paso decisivo en el proceso de retirada de la operadora española Telefónica del mercado nacional.

La Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) de Colombia, autoridad reguladora nacional similar a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) de España, concedió la aprobación para que Movistar y Tigo avancen en su integración, aunque bajo estrictas condiciones, según publicó la fuente original. Este pronunciamiento impulsa la venta de la filial de Telefónica en el país, una operación valorada en 368 millones de euros, correspondiente al 67,5% de su negocio en Colombia. El proceso implica que Telefónica desafecte sus activos del país y que Millicom, propietaria ya de aproximadamente el 50% de Tigo, refuerce su presencia en el mercado nacional de telefonía móvil.

La medida responde a criterios que abarcan aspectos económicos, jurídicos y sociales vinculados al impacto de la fusión en los usuarios y la competencia, según detalló a través de la red social X la titular de la SIC, Cielo Rusinque. “Hoy anunciamos la decisión de la Superintendencia de Industria y Comercio en el caso de la integración de Tigo y Movistar, explicando las razones económicas, jurídicas y sociales que nos llevaron a realizar una aprobación condicionada”, expresó Rusinque, según consignó el medio. La funcionaria añadió que se consideraron las necesidades de ampliar la cobertura de servicios, fortalecer las infraestructuras y garantizar la aplicación de tarifas justas, de modo que los beneficios de la fusión se traduzcan en mayor eficiencia y en un entorno competitivo frente al líder local, Claro.

En rueda de prensa, la máxima responsable del organismo señaló que la existencia de un solo operador dominante “no es ideal”, aunque la imposición de requisitos específicos a la operación permitirá aprovechar eficiencias para el sector. Rusinque puntualizó, según citaron los medios nacionales y la fuente original, que la integración brindará a Movistar y Tigo la posibilidad de consolidar infraestructuras, reducir costos y optimizar su eficiencia operativa. Los ahorros obtenidos se reinvertirán en el sector para fortalecer servicios y contrarrestar la posición ventajosa de Claro.

Las condiciones impuestas por la SIC obligan, de acuerdo con lo informado, al mantenimiento separado de los núcleos de red de ambas compañías: Movistar y Tigo deberán someter estos elementos a auditorías externas que certifiquen el cumplimiento de los compromisos asumidos ante la autoridad. Esta exigencia se diseñó para proteger a los consumidores y asegurar que el proceso de integración no conduzca a desmontes de infraestructuras esenciales ni a restricciones en las tarifas vigentes. Así lo detalló la Superintendencia en los documentos oficiales y en declaraciones recogidas por la prensa.

La fusión proyectada debe considerarse en el contexto de una competencia intensa en el sector de las telecomunicaciones colombiano, donde Claro ostenta el primer lugar, seguido históricamente por Tigo en la segunda posición y Movistar en la tercera, según recordaron fuentes del sector y medios locales citados en la cobertura. La unificación de Movistar y Tigo, bajo el control total de Millicom, apunta precisamente a modificar el equilibrio en el segmento y a dotar de mayor escala y capacidad de inversión a la nueva entidad resultante en su enfrentamiento comercial con el operador predominante.

De acuerdo con la información publicada en la fuente original, la operación todavía requiere avanzar en diferentes frentes administrativos y de negociación, incluyendo la liquidación de las participaciones estatales en manos del Gobierno colombiano y de EPM, antes de que pueda cerrarse la integración total que permitirá a Millicom consolidar ambas marcas bajo un solo esquema operativo y societario.

En la declaración en X citada por los medios, la responsable de la SIC remarcó que “A pesar de las críticas infundadas, hemos estudiado la operación desde una perspectiva de derechos, teniendo por fin la ampliación de la cobertura, infraestructura y garantía de tarifas justas para todos los usuarios, orientando las eficiencias generadas a una competencia más eficiente”. El proceso de análisis —según difundió el medio original y medios colombianos— incluyó la valoración de las implicancias para la competencia, la conectividad y la protección de los consumidores en un escenario en el que las condiciones establecidas buscan evitar eventuales prácticas restrictivas y promover beneficios operativos y tarifarios.

La información suministrada por la SIC y recogida por la prensa detalló que la fusión aprobada con condiciones ofrece un potencial para mejorar los servicios a clientes finales y para canalizar las inversiones requeridas, al tiempo que introduce mecanismos de vigilancia sobre el cumplimiento de las reglas impuestas. Además, la autoridad aseguró que mantendrá la supervisión del proceso para garantizar que las nuevas reglas no generen desventajas para los usuarios y sigan promoviendo una competencia sana frente a Claro.

Mientras se concluyen las etapas pendientes, como definió la fuente original, la materialización de la retirada de Telefónica de Colombia continúa dependiendo del desenlace de las ventas de participaciones por parte del Estado y EPM, lo cual marcará el cierre definitivo de un ciclo de la multinacional española en el país suramericano.